MOTOGP

Una cuenta en una discoteca cambió la mentalidad de Jorge Martín: "Dije, 'se te ha ido la olla, ¿qué haces aquí?'"

El madrileño vivió un episodio que le cambió radicalmente la manera de vivir.

Jorge Martín tras conseguir la victoria. /EFE
Jorge Martín tras conseguir la victoria. EFE
Raquel Jiménez

Raquel Jiménez

Hace dos meses, Jorge Martín se convirtió en campeón del mundo de MotoGP después de una vida de sacrificios y más de un momento de rendición. El madrileño consiguió vencer a Pecco Bagnaia, el hasta entonces dominador de la categoría reina, con un equipo inferior y probablemente en la mejor temporada del italiano, con 11 victorias en su casillero. No todo ha sido un camino de rosas para el piloto de San Sebastián de los Reyes, que llegó incluso a pensar en una retirada prematura después de irse al suelo en el Gran Premio de Portugal en su año de debut y llegar a romperse ocho huesos distintos.

En su particular ronda por distintos programas, eventos, medios y podcast, el madrileño ha revelado más de un escenario de su corta pero intensa vida deportiva. Desde unos inicios en los que, junto a su familia, tuvo que hipotecarse hasta sus primeros contratos en el Mundial de la mano de Aspar. "En Moto3 ya ganaba dinero. En cuanto subí al Mundial con Aspar ya tenía mi contrato, eran 30 o 40 mil euros, más algún sponsor... Ya ganaba 70 mil euros con 17 años. Pues tan a gusto. En Moto3 hay pilotos que están ganando 150.000 o así, con todo... Los pilotos buenos. Pero en Moto3 el 60% de los pilotos paga y el 40% gana algo", reconocía en el podcast Tengo un Plan.

Los inicios no fueron fáciles, sin embargo, los resultados dieron un crédito al madrileño, que acabó fichando por Gresini y ganando su primer título en la categoría pequeña. Solo un año más tarde daría el salto a la categoría intermedia, un paso breve pero muy importante para su carrera deportiva. También, económicamente. "En Moto2 es al revés, el 60% gana dinero, unos 300.000 euros, que eso ya es dinero. Puedes ahorrar y hacer luego otras cosas que te puedan dar tus ingresos. Pero un 30% sigue pagando para correr en Moto2, igual son 400.000 o 500.000 euros un año".

La película en MotoGP ya fue completamente diferente. Martinator se convirtió en una apuesta de futuro de Ducati, fichando por Pramac, el que años más tarde se convirtió en el equipo de su vida (al menos por el momento). "A MotoGP llegan muy pocos. Llegas ganando menos, quieres llegar gratis, 'ponme una moto que voy'. Empiezas desde 600 o 700 mil hasta 12 millones por año, como pilotos como Lorenzo, mucho dinero", completaba.

Un cambio de mentalidad

Hubo un lapso que afectó seriamente a Martín, tras ganar su primera carrera en Austria en 2021 -después de su accidente de Portimao-, cuando se dejó llevar por la mala vida. "Cuando subí a MotoGP me quedé soltero", recuerda el madrileño. "Gané en Austria mi primera carrera y empecé a salir de fiesta. Nunca había salido mucho y empecé ahí. Hubo un momento en el que terminaba una carrera el domingo y me iba a Barcelona de fiesta. Volvía a Andorra y el finde otra vez a Barcelona. Llegó un momento que me dieron una cuenta en una discoteca, no diré cuánto fue, pero en ese momento cuando la vi... ¡hostia!'. De todos los colegas que estaban conmigo, no quedaba nadie. Y dije 'pues me toca pagar a mí'. Y dije 'tío, se te ha ido la olla, ¿qué haces aquí?'. La pagué, pero desde ese día hubo un cambio en mí, ese no era yo, volví a mis raíces", añadía.

Precisamente, un escenario que obligó al vigente campeón de MotoGP a hacer reset y comenzar una nueva vida. "Ahí corté y se acabó. A los meses conocí a María, mi chica, y eso me ayudó mucho. Pero es muy fácil perderte. Tuve una educación muy buena, mis padres y mis abuelos siempre me tuvieron con los pies en la tierra, pero es un momento, y de todos esos que dicen ser tus amigos, no queda nadie, y estás sin un duro", relataba el ya piloto de Aprilia.

El resultado de ese cambio de vida fue la persecución de su primer título de MotoGP, tanto el año pasado donde terminó segundo, como este, en el que ha terminado de rematar la faena con la corona. "Yo con lo que tengo ya me podría retirar y vivir una vida de puta madre. Pero yo quiero ser alguien, el dinero es una consecuencia, yo lo que quiero es ser una leyenda de MotoGP, que se me recuerde", concluía.