UFC

La única desventaja del salto de Ilia Topuria al peso ligero

El todavía campeón de la UFC del peso pluma afirmó en El Partidazo de Cope su intención de subir de categoría. Muchas ventajas se encontrará, pero tendrá un factor en contra con el que tendrá que lidiar.

Ilia Topuria, tras noquear a Max Holloway en el UFC 308./
Ilia Topuria, tras noquear a Max Holloway en el UFC 308.
Álvaro Carrera

Álvaro Carrera

Ilia Topuria soltó la bomba informativa este lunes en un especial de El Partidazo. El Matador, campeón de la UFC del peso pluma, aseguró que no volverá a pelear en su categoría y subirá a la superior, el ligero. Ese es su plan, aunque no cerró la puerta del todo si aparece "una pelea apetecible". No se vislumbra, por lo que se supone que su decisión será definitiva. Pese a ello, también reveló que todavía tiene "algunas conversaciones pendientes".

El cambio de división supone un terremoto dentro de la UFC. El hispanogeorgiano, de 27 años, entiende el negocio como nadie y ha visto que lo mejor es abandonar el pluma. El primer factor, y el más importante, es la salud del luchador. Topuria puede llegar a estar alrededor de los 80 kilos de peso cuando inicia una preparación y debe descender hasta los 65,7 kilos. La dieta y los entrenamientos están medidos al detalle para que nada falle. Es cierto que su equipo ha revelado que en su último combate fue "el mejor recorte de su vida", pero el esfuerzo que le pide a su cuerpo es muy grande.

Por tanto, un menor recorte de peso le permitiría entrenar con menor déficit calórico y tener entrenamientos más duros cuando se acerque la pelea. Topuria debe marcar en el nuevo peso 70,3 kilos. Esos casi cinco kilos irán a favor de la salud y desempeño del luchador. A menor corte de peso, mayor cardio si la pelea se alarga. Además, Topuria rebotaba tras el pesaje unos 10-12 kilos porque le limitaban a subir más peso. Podría pelear, tranquilamente, cerca de los 80 en el peso ligero. La velocidad, con mayor tonelaje, podría bajar, pero no es un factor que se pueda valorar en la previa. Hay luchadores que con un recorte mas liviano mejoran sus capacidades atléticas.

Fuera de su propio cuerpo, encontramos el negocio. La pelea contra Volkanovski puede vender, pero tras lo sucedido este mes de febrero no tiene tanto interés. Topuria va por leyendas para crecer dentro de la compañía y una pelea que no sea ante el australiano no le haría continuar con su línea. Ni Evloev ni Diego Lopes tienen su nivel y arriesgaría más que ganaría. Eso se traduce en dinero, un pleito frente a Charles Oliveira sería mas lucrativa, sin título en juego, que alguna defensa contra las promesas en ascenso del pluma. Tiene lógica el camino. Con Oliveira en su lista para seguir reafirmándose (es uno de los mejores ligeros de los últimos años) a Makhachev no le quedaría otra salida que aceptar el pleito. Además, yendo a por esa pelea atractiva y difícil solucionaría el problema del ranking. Si le gana lo próximo sería el título.

¿Todo son ventajas? Prácticamente. El movimiento demuestra una vez más la inteligencia que muestra Topuria en cada paso que toma. El único factor en contra sería el de tamaño. El Matador es un peso pluma en la media de tamaño por debajo. Al subir al peso ligero sería de los mas pequeños, lo que podría ser determinante contra luchadores habilidosos en el striking. Le vimos sufrir, por única vez, en el peso ligero en marzo de 2022. Aún así, Holloway era más alto y no se notó.

La altura, eso sí, será clave. Topuria mide 1,73 de altura y 1,75 de envergadura (distancia entre la punta de cada dedo corazón con los brazos estirados). Charles Oliveira, por ejemplo, es cinco centímetros más alto y con 13 más de rango de golpeo. Es un factor que deberá trabajar, pero que se puede superar. Hay muchos ejemplos de luchadores más pequeños que se han sobrepuesto y han triunfado. El último, en el boxeo (la envergadura es más importante), Olek Usyk. El Matador siempre ha meditado mucho sus pasos y habrá valorado todos los pros y la única contra. Aunque el principal factor que persigue está claro. Quiere dejar el mayor legado que pueda y para eso reinar en una segunda división es clave.