Así consigue España 'fichar' deportistas extranjeros en tiempo récord

Thierry Futeu, Camerún. Megan Gustafson, Estados Unidos. Aleksander Cenic, Serbia. Majida Maayouf, Marruecos. Todos ellos, deportistas nacidos fuera de nuestras fronteras. Todos, desde este miércoles, y como ocurrió antes con Lorenzo Brown, Mo Katir o Sancho Lyttle, españoles de plenas garantías y a disposición de la selección nacional.

Así lo recoge el Boletín Oficial del Estado (BOE) de este miércoles. ¿Pero qué hay detrás de todas estas nacionalizaciones? "Lo principal, tratar de ampliar la base de talento con la que pueden contar los equipos nacionales, cubrir carencias y ayudar al crecimiento del deporte en cuestión", declaran a Relevo fuentes de la Federación Española de Baloncesto (FEB).

Ellos fueron los encargados de 'fichar' a Lorenzo Brown para La Familia de Sergio Scariolo —con excelentes resultados para España, campeona de Europa en 2022—. Ellos han sido ahora, menos de un año después, quienes han nacionalizado por carta de naturaleza a la ala-pívot estadounidense Megan Gustafson, nacida en Wisconsin hace 26 años y, como Brown, sin vínculo alguno con nuestro país.

"La normativa de FIBA lo permite y es una herramienta con la que contamos. Al final, no es solo cosa nuestra, lo hacen todas las selecciones del mundo", justifican desde el órgano federativo del baloncesto español. "En nuestro país tenemos una amplia tradición de nacionalizados: Mirotic, Ibaka, Luyk, Brabender, Thomspon, Sibilio, Lyttle, Ndour...".

En junio de 2022, ante las bajas en el puesto de base —Ricky Rubio, Carlos Alocén y Sergio Rodríguez—, Lorenzo Brown, que había coincidido con Scariolo en los Toronto Raptors, sonó como una opción real para La Familia. Menos de un mes después, se le concedió el pasaporte y el base pasó a ser 'Lorenzo de Albacete'.

Pero no siempre es así. El jugador de rugby Titi Futeu, nacido en Camerún y nacionalizado español este miércoles, llevaba cuatro años luchando por el pasaporte. El atleta Mo Katir, que llegó a Mula (Murcia) desde Marruecos con tan solo cinco años, no consiguió la nacionalidad por carta de naturaleza hasta los 21.

El proceso, en cualquier caso, tiene unos mecanismos que quizás no mucha gente conoce. "La dirección deportiva trabaja para encontrar jugadores que aumenten el nivel y que quieran jugar con España", aseguran desde la FEB, sabedores de que cualquier deportista que dé el paso deberá renunciar a su nacionalidad de origen.

Por ello, cada federación trabaja con una red de seguimiento desde edades muy tempranas. "A partir de los 16, cuando los niños ya empiezan a competir en campeonatos internacionales, observamos mucho a otras selecciones", cuentan desde la FEB. El objetivo, dicen, tener en el radar a varios jugadores que, nacidos fuera de España, puedan encajar con los requisitos de la selección nacional.

Con todo, no siempre es el país el que llama a la puerta del deportista. A veces, como sucedió con Brown, es el agente del jugador quien muestra interés por nacionalizar a su cliente. En cualquier caso, son excepciones. Lo normal es que sea la federación de un país quien comience el proceso.

Una vez se da con el jugador o el atleta que se quiere 'fichar', la federación deportiva en cuestión redacta una solicitud con todos los argumentos y envía los documentos al Consejo Superior de Deportes. Allí, el CSD evalúa la petición, prepara un informe independiente con sus técnicos deportivos y considera si se acepta o no. En caso afirmativo, elevan la solicitud al Consejo de Ministros a través del Ministerio de Cultura y Deportes y es entonces cuando, de forma argumentada y después de pasar varios trámites administrativos, el Consejo de Ministros decide si es de interés general que se produzca esa nacionalización.

"Son nacionalizaciones que, al fin y al cabo, concede el Gobierno por medida excepcional de acuerdo a razones excepcionales", aseguran desde la FEB. "Se salta el procedimiento habitual que tendría que seguir cualquier ciudadano si quisiera nacionalizarse por residencia u otros motivos".

Y sí, el ciclo se repite cada año. Según Newtral, España concedió 165 nacionalidades por carta de naturaleza entre 2012 y 2022. Es decir, una media de más de 16 pasaportes por año. Y no solo a deportistas, ojo. También a políticos, científicos o empresarios. Sin embargo, el deporte sigue siendo el principal reclamo, con cerca del 30% de las nacionalizaciones totales.

"Ahora mismo, con las lesiones que tenemos de Irati Etxarri y María Araújo, y más sin Ndour, que no está, hemos puesto en marcha el proceso [de Megan Gustafson] sin la urgencia de llegar al Eurobasket —que comienza este jueves—, pero sí pensando de cara al futuro", justifican desde la FEB, una de las cuatro federaciones que han 'fichado' deportistas extranjeros esta semana. "Al final, si hoy tenemos a una pívot joven y del nivel de Raquel Carrera es, en parte, por haber tenido antes a una Sancho Lyttle".