NACIONALIZACIONES EXPRÉS

España suma más de 100 deportistas nacionalizados por decreto en el siglo XXI

En lo que va de año, el Gobierno ya ha nacionalizado a seis deportistas.

Malin Wilson acaba de recibir la nacionalidad española. /Instagram/Malin Wilson
Malin Wilson acaba de recibir la nacionalidad española. Instagram/Malin Wilson
Darío Ojeda

Darío Ojeda

Cambian los gobiernos, cambia la presidencia del Consejo Superior de Deportes (CSD), pero hay una constante en el deporte español: el goteo de nacionalizaciones de deportistas por carta de naturaleza.

Solo en lo que va de año 2024, el Ejecutivo ha concedido la nacionalidad con ese procedimiento a seis deportistas: la yudoca Malin Wilson, el luchador Moha Mottaghinia, el futbolista Dean Huijsen, el luchador Ilia Topuria, la atleta Yulenmis Aguilar y el jugador de baloncesto Abraham Juom Maker Bol.

Si se mira con perspectiva, en total ya son más de 100 los deportistas nacionalizados por carta de naturaleza desde el año 2000. Entre ellos destacan nombres como Sancho Lyttle, Orlando Ortega, Ansu Fati, Nikola Mirotic, Lorenzo Brown o Nikoloz Sherazadishvili.

Cuántas nacionalizaciones de deportistas hubo en 2023

Desde el 2000 se han llevado a cabo 107 nacionalizaciones de deportistas por carta de naturaleza. El año con más nacionalizaciones fue el 2015: ese año recibieron la nacionalidad por carta de naturaleza 13 deportistas. Entre ellos se encontraba el medallista olímpico en atletismo Orlando Ortega o la subcampeona mundial de balonmano Darly Zoqbi.

En 2023 se produjo la nacionalización, entre otros, del futbolista Robin Le Normand, la jugadora de baloncesto Megan Guftason o la atleta Majida Maayouf, que batió el récord nacional en la última maratón de Valencia.

Quién es el último deportista nacionalizado

El último caso de deportista nacionalizado es el de Abraham Juom Maker Bol, jugador de baloncesto de origen sursudanés de solo 15 años. Entre los últimos deportistas nacionalizados por España están el luchador de origen georgiano Ilia Topuria, el luchador de origen iraní Moha Mottaghinia, el futbolista de raíces neerlandesas Dean Huijsen o la lanzadora de jabalina Yulenmis Aguilar.

Antes que ellos, el 30 de enero, fue nacionalizada la yudoca Malin Wilson. Su caso sirve para explicar cuál es el procedimiento que se sigue en estos casos. Wilson, de 29 años, nació en Escocia, pero desde hace más de cinco años reside en Madrid, donde ha trabajado de profesora y entrena en el AJM de Móstoles. Su mayor logro internacional es una medalla de bronce en los Juegos de la Commonwealth de 2022, y este año se ha colgado también el oro en el Open de Dakar y el de Montreal.

En el momento de la nacionalización era la 53ª del ranking mundial en su peso (-57 kg), cerca de la mejor española en esa clasificación: Jaione Equisoain (49ª), de momento con plaza para los Juegos Olímpicos de París por cuota continental. El objetivo de Wilson era pelear por la clasificación olímpica, cosa que al final no logró.

"Lleva bastante tiempo en España y es una deportista de calidad", explicó a Relevo tras conocerse la nacionalización Sara Álvarez, directora deportiva de la Real Federación Española de Judo y Deportes Asociados. "Todo su desarrollo deportivo se está produciendo aquí. Ella quiere competir por España y nosotros siempre estamos abiertos a los deportistas que aportan y suman a nuestro equipo nacional. Y no me refiero solo a los buenos resultados, sino a que estén aquí y entrenen con el resto del equipo".

NACIONALIZACIONES A DEPORTISTAS POR CARTA DE NATURALEZA

En este tipo de nacionalizaciones, la iniciativa suele ser de las federaciones. Son estas las que contactan a los deportistas (o son contactadas) y ponen en marcha un proceso que luego llega al CSD. De ahí pasa al Ministerio de Justicia, encargado de tramitar la nacionalización. El último paso es la aprobación del decreto en el Consejo de Ministros y su publicación en el Boletín Oficial del Estado.

En el caso de Wilson, Sara Álvarez comenta que tras conocer la intención de la deportista, la Federación presentó la solicitud al CSD el 14 de febrero de 2023. "El proceso de solicitud es bastante rápido ―cuenta Álvarez―. Hablo con el técnico que lleva el judo en el CSD y me dice que adelante. Y me piden un informe técnico y un perfil de la deportista".

Esos informes técnicos luego son utilizados por el CSD para justificar la idoneidad de la nacionalización. La carta de naturaleza es una potestad del Gobierno para conceder la nacionalidad española de manera discrecional "cuando en el interesado concurran circunstancias excepcionales", según establece el artículo 21 del Código Civil.

La realidad es que el concepto "circunstancias excepcionales" es lo bastante ambiguo como para que encaje casi cualquier justificación que quieran utilizar las federaciones, que no dudan en recurrir a la carta de naturaleza para acortar un proceso que por la vía normal, la que utilizan decenas de miles de ciudadanos extranjeros, tardaría mucho más (a 31 de diciembre de 2023 había 218.237 solicitudes pendientes).

El Gobierno, además, da prioridad a las solicitudes que realiza el CSD. "En el caso concreto de las solicitudes de deportistas, desde la Dirección General de los Registros y del Notariado del Ministerio de Justicia se atienden de forma preferente las solicitudes cuya nacionalización solicita el Consejo Superior de Deportes", respondió el Ejecutivo en 2019 a una pregunta parlamentaria realizada por dos diputados de Ciudadanos.

No todos los casos son iguales

Según un análisis de Civio, que cifra en unas 120 las nacionalizaciones de este tipo desde 1993 (incluye a deportistas retirados en el momento de la nacionalización, como Javier Sotomayor y Zeljko Cicovic), en las tres últimas décadas son el colectivo con más nacionalizaciones por decreto (sin contar a los sefardíes, que cuentan con un procedimiento exclusivo).

Cada deportista tiene sus propias circunstancias y no todas las nacionalizaciones por carta de naturaleza son iguales, aunque el procedimiento sea el mismo. Los hay que llevan viviendo en España desde pequeños, como Roxana Popa, Ansu Fati o Thierno Diallo, o que llegaron siendo adolescentes y se formaron aquí, como Nikoloz Sherazadishvili o Astou Ndour. Otros huyeron de sus países de origen, como ha sido el caso de varios deportistas cubanos o de la ajedrecista iraní Sara Khadem.

Hay deportistas con más o menos arraigo en España que han sido nacionalizados tras haber competido y triunfado antes con sus países de origen, como la nadadora Nina Zhivanevskaya o el jugador de balonmano Talant Dujshebaev. También nacionalizaciones manchadas por el dopaje posterior, como la del esquiador Johan Muelegh o el atleta Ilias Fifa. Incluso deportistas que nunca llegaron a competir con España, como el jugador de balonmano László Nagy.

DEPORTISTAS NACIONALIZADOS DESDE 1994

Habrá más nacionalizaciones

Hay casos de nacionalizaciones ad hoc: deportistas sin vínculo previo con el país para reforzar selecciones nacionales. El caso más claro es el de Lorenzo Brown, jugador estadounidense de baloncesto que ni siquiera había jugado en España y que la federación pidió nacionalizar antes del EuroBasket 2022. Brown fue uno de los principales culpables del oro que ganó España en ese torneo. La federación de baloncesto repitió la jugada con la estadounidense Megan Guftason, olímpica en París.

También Real Federación Española de Fútbol ha utilizado en los últimos años las nacionalizaciones por carta de naturaleza para reforzar al equipo masculino, aunque en los casos de Aymeric Laporte, Robin Le Normand y Dean Huijsen sí había una relación previa con el país.