JUEGOS PARALÍMPICOS

Los motivos de la queja a TVE del recordman que es la voz del atletismo paralímpico español: "Nadie me limita a decir lo que pienso"

Lorenzo Albadalejo atiende a Relevo tras lamentarse en directo de que los narradores y comentaristas de los Juegos no cubran la competición desde París.

Lorenzo Albadalejo, en su época de atleta. /Comité Paralímpico Español
Lorenzo Albadalejo, en su época de atleta. Comité Paralímpico Español
Marc Mosull

Marc Mosull

"Tenemos que darle las gracias a Televisión Española (TVE), estamos genial en Torre España", se arrancó el murciano Lorenzo Albadalejo (San Javier, 1990), comentarista técnico de las pruebas de Atletismo en los Juegos Paralímpicos de 2024, antes de quejarse elocuentemente sobre la ausencia de enviados especiales a París por parte de la televisión pública nacional, que solo ha mandado a dos corresponsales. Su mensaje se hizo viral. Lo lanzó en directo y durante una de las primeras retransmisiones que realizó junto a la madrileña Lourdes García Campos, que, como en los Juegos Olímpicos, asume las funciones de narradora. Juntos ponen voz al atletismo paralímpico español.

"Los que estamos aquí tratando de llevarles la información a sus casas deberíamos estar en el sitio de la competición. Aquí tenemos todo a nuestra disposición, todas las pantallas, estamos genial. Pero si quieres retransmitir una competición en directo con la mayor cantidad de datos posibles no tienes que estar mirando una pantalla en el sillón, tienes que estar ahí mojándote. Creo que es importante decirlo, es una opinión mía y personal, no hablo en nombre de nadie ni en referencia a nadie", expresó Albadalejo sobre una práctica que es cada vez más habitual en televisiones, radios y periódicos: prescindir de los enviados especiales para recortar gastos.

No es lo mismo narrar un partido para la televisión o la radio desde una cabina perfectamente insonorizada a 1.000 kilómetros del lugar donde está la acción que hacerlo in situ, en el estadio, con todas las incomodidades que conlleva. Lo mismo para los periódicos; escribir una crónica desde la redacción o el sofá de casa es mucho más confortable que en un pupitre de prensa, a menudo estrecho y con problemas de Wifi, sin hablar de las inclemencias meteorológicas. Pero desde la distancia se pierden muchas cosas, detalles que pueden parecer menores, pero que permiten que la fotografía sea completa.

El maestro Ramón Besa, jefe de deportes en Barcelona del periódico El País, suele decir que "hay que estar en los sitios para tener tu propia visión porque desde la tele ves lo que el realizador quiere que veas, mientras que en el estadio eres tú el que decides hacia donde apuntas la mirada", sin filtros ni restricciones ni censuras. Es por ello que el periodista de Perafita lleva más de media vida yendo cada quince días a trabajar al Camp Nou en lugar de hacerlo desde su mesa de la redacción. Y esa es la razón también por la cual Albadalejo levantó la voz el otro día.

«No tengo pelos en la lengua»

"Yo no tengo pelos en la lengua ni nadie me limita a la hora de decir lo que pienso. Así lo seguiré haciendo, y si no les gusta, pues, me echarán y me iré", declara Lorenzo Albadalejo, que atendió la llamada de Relevo poco antes de comentar la última jornada vespertina de atletismo en la primera semana de los Juegos Paralímpicos de París.

"Alba García Falagán ganó el otro día la primera medalla en atletismo para la delegación española, que fue un bronce en salto de longitud. Pues resulta que en nuestra televisión pública no se pudo ver ninguno de sus saltos. ¿Por qué? Porque la señal no depende de nosotros, es internacional. ¿Cuál es la diferencia entre estar allí o no estarlo? Pues que desde el estadio, puedes estar narrando lo que ves. Y decir, 'a ver si tenemos suerte y nos ponen un salto', como estábamos diciendo Lourdes y yo. Pero si no nos lo ponen, podríamos explicar que Alba se está preparando, que le hacen este gesto, que el viento ha cambiado y en vez de soplar de frente ahora sopla de lado y eso le favorece…. Lo puedes contar porque estás ahí", razona Albadalejo.

Y es que el clima no es un tema baladí: "El viento, la sensación térmica… es algo básico en deportes al aire libre. Por ejemplo, una de las cosas que se han quejado los atletas es que el público no se calla y eso es algo fundamental; los atletas de salto de longitud con discapacidad visual se orientan mediante la llamada del entrenador, con un grito o una palmada, y si en el estadio hay ruido no lo escuchan y no pueden saltar bien. Y si no estás allí no te enteras, claro".

Uno de los principales motivos de la queja del comentarista murciano es que sin periodistas a pie de pista no es posible escuchar las opiniones y reacciones de los deportistas españoles en París, razón por la cual pidió disculpas en directo el día de su alegato en contra de la decisión de TVE. Así lo argumenta: "Para la gran mayoría de participantes son sus primeros o segundos Juegos. Que en Tokio, no hubiera prensa era comprensible por el COVID, pero eso significa que desde hace ocho años no les hemos dado a esos deportistas la oportunidad de mostrarse. Porque hay que entender que unos Juegos Olímpicos o Paralímpicos suponen una ventana de exposición inigualable para ellos. Y nos preguntamos, ¿dónde están esas figuras del deporte olímpico y paralímpico que hacen que un patrocinador quiera entrar al comité o a las federaciones y haga sostenible el deporte? Pues es que no se está permitiendo que aparezcan".

"Algunas de las imágenes más chulas del atletismo español en los Juegos Olímpicos fueron en la zona mixta. Por ejemplo, con Águeda Márques, que fue una de las estrellas nacionales precisamente por su carácter y porque la gente la pudo conocer. Esa parte personal encandiló a la gente e hizo que muchos estuvieran después vibrando con su final. Si te pierdes eso, solo ves los diez u once segundos de los cien metros o los 15 minutos de un 5.000, pero se nos termina olvidando porque hay 20 pruebas al día. Pero si los conocemos, vemos cómo se expresan y como son... eso nos conecta con el deportista", lo ilustra Albadalejo.

Los motivos de la decisión de TVE

El comentarista de atletismo expone los motivos de la decisión de TVE, que son básicamente económicos, y cuyo origen parte de un cambio en la negociación de los derechos de la retransmisión. "Antes se compraban de manera conjunta a nivel europeo por parte de la Unión de Radio y Televisión Pública europea, pero esto ya no se hace así. Esta vez se vendieron de forma individual a cada país y en el caso de España fueron vendidos a una empresa ajena a RTVE que se dedicó a especular con el paquete pidiendo diez veces más de su valor. Entró el gobierno de España y se inició una negociación muy dura que derivó en que finalmente se consiguieron esos derechos hace poco, en el comienzo de los Juegos Olímpicos, muy tarde".

El tema es que "el gasto realizado por TVE en la compra de los derechos de los Juegos Paralímpicos fue más alto de lo que ellos estipulaban", lo cual provocó que se redujeran algunos gastos. "Y mientras en los Juegos Olímpicos se mandaron a París narradores y comentaristas para los deportes más importantes, caso del atletismo o la natación [no en el waterpolo, que se narró desde España], en los Juegos Paralímpicos solo se han enviado dos periodistas allí y el resto se hace desde España", a todas luces un agravio comparativo.

"Unos Juegos Olímpicos o Paralímpicos son cada cuatro años. Si de verdad el estado considera que se debe invertir para que el deporte olímpico y paralímpico se vea por TVE, que no es una obligación y si lo hacen es porque consideran que es de interés público, pienso que deben invertir de verdad. En fútbol, una semana y media después del oro en los Juegos ya empezaba la Liga, nunca va a perder ese foco, pero hay muchos deportes y deportistas que prácticamente hasta dentro de cuatro años no van a tener otro foco de atención así. Si asumes la apuesta de emitir los Juegos, tienes que emitirlos bien. Y hacerlo bien es estar allí", expone un Albadalejo que no cree que la situación mejore de cara a las próximas citas paralímpicas.

"Los próximos Juegos son en Estados Unidos, con la diferencia horaria que conlleva. Y los siguientes, en Brisbane, en la Antípodas, todavía peor. Con lo cual hasta 2036 no vamos a tener unos Juegos en el área europea. Teniendo en cuenta que París está a tres horas en avión de España, pienso que hemos perdido una oportunidad de oro y que el mensaje que nos están dando, sobre todo por parte de la administración pública, es que los tiempos que vienen no serán mejores", reflexiona el murciano.

Si algo destaca por encima de todo Albadalejo es la perseverancia y el papel que juegan algunos periodistas de la cadena pública en favor del paralimpismo español y su pelea contra la discriminación que a menudo padece. "Hay que dar las gracias a gente Lourdes García Campos, Julia Luna, también a Paloma del Río que ya está jubilada, porque han aceptado el reto de narrar los Juegos Paralímpicos diez días después de volver de los Juegos Olímpicos. Es fundamental que las voces sean las mismas en ambos Juegos, que no haya distinción. Es una victoria importante que así sea y es algo por lo que tenemos que seguir luchando", se congratula un Albadalejo, cuyo objetivo cuando se pone al frente de un micrófono es "tratar de que mis palabras no ensucien las imágenes. Porque ese trozo de vídeo el deportista se lo va a guardar para toda su vida y mi intención es aportar alguna cosa suficientemente significativa para que el protagonista decida mantener mis comentarios y no silenciar la voz o taparla con música".

El recordman español al que una cerveza le cambió la vida

Lorenzo Albadalejo es mucho más que la voz del atletismo paralímpico español. De hecho, antes de su exitoso paso por los medios de comunicación, fue deportista de élite y está considerado el mejor atleta con parálisis cerebral de la historia de España en pruebas de velocidad; no en vano, tiene el récord nacional de los 100, 200 y 400 metros lisos. La suya fue una carrera corta, pero muy laureada, con un palmarés que incluye 18 campeonatos de España y nueve medallas en campeonatos de Europa, entre otros muchos logros.

El murciano nació con una parálisis cerebral provocada por una hipoxia que le limita solamente a nivel físico, no mental. "Una de las afectaciones más importantes es la espasticidad en los músculos, que son muy rígidos. Y para mejorar la elasticidad te recomiendan que hagas ejercicio; así que desde pequeño probé todo tipo de disciplinas: fútbol, baloncesto, piragüismo…", desvela Albadalejo, que no practicó el atletismo hasta que cumplió la mayoría de edad, y que trata de combatir el falso mito de que en el deporte hay que comenzar de muy pequeño para triunfar: "Estoy convencido de que no es así. Yo empecé a correr con 18 años y a los 22 estaba en dos finales olímpicas, en 100 y 200 metros lisos".

El motivo por el cual se inició Albadalejo en el atletismo es una cerveza. Tal como suena: "Cuando estaba en primero de bachillerato, un amigo que se estaba preparando las pruebas físicas de Policía Nacional me dijo que fuera a correr con él una carrera de 2.000 metros. Le contesté que no, pero cambié de opinión porque me ofreció una cerveza como recompensa. Pues gané la carrera, y no lo haría tan mal si mi amigo consiguió plaza. El caso es que me enganché a correr porque me hacía sentir cada vez mejor y un día que estaba entrenando junto a él me vio Salva Romero y me propuso ser mi entrenador". El resto es historia.

Romero lo es todo para Albadalejo, que suele proclamar que está donde está porque su técnico vio en él "un deportista y no un discapacitado": "Fue un padre para mí. Había perdido el rumbo por completo de mi vida; ni iba al instituto… y él me motivó a retomar los estudios y a mejorar en lo deportivo, pero también en lo personal, a nivel de constancia y sacrificio. Me decía 'si quieres tener resultados, tendrás que hacer muchas series que no te apetezcan con sensaciones que no te gustaran. Y si no te lo aplicas también fuera de la pista, acabarás dejando el deporte".

Su ascenso hasta la cima fue meteórico, pero su carrera fue menos longeva de lo que a Albadalejo le habría gustado y se truncó, en seco y de golpe, en el año 2020, cuando preparaba los Juegos de Tokio: "Estaba con Jero García, que es el presentador de hermano mayor y con el que organizo charlas de prevención de la violencia, y se empezó a rayar porque me notó como que me costaba respirar, estaba como un poco ahogado. Y me convenció para ir al médico. Entré… y se dieron cuenta de que algo pasaba, vieron que mis pulmones se estaban muriendo poco a poco. Estuve unos días en la UCI. Me acuerdo de que vino un médico, y me dijo: 'No sabemos porque te pasa esto y te estamos bombardeando con medicamentos para intentar parar lo que te lo provoca'. Y también me comentó que, indistintamente del diagnóstico, con esa afectación tenía que dejar el deporte de competición".

Síndrome de Churg-Strauss, la enfermedad rara que retiró a Albadalejo

"Hacía apenas unos días que había logrado en Basauri el récord de España en salto de longitud… y en una noche me dicen que no saben qué me pasa y que acabo de perder mi trabajo y aquello por lo que llevaba soñando toda una vida. Porque en mi planificación estaba pelear por una medalla en Tokio y era uno de los favoritos", recuerda con dolor Albadalejo, cuya recuperación fue "muy, muy, muy jodida", según él mismo reconoce: "Cogí 30 kilos y, en dos meses, pasé de ponerme número uno del mundo a no poder subir las escaleras de mi casa porque me asfixiaba".

Al atleta le diagnosticaron Síndrome de Churg-Strauss, una enfermedad extremadamente rara que se caracteriza por la inflamación de los vasos sanguíneos y que puede provocar severos problemas respiratorios: "Me pusieron un tratamiento biológico que tendré que llevar el resto de mi vida y, en principio, me prohibieron cualquier tipo de práctica deportiva, también amateur. Pero poco a poco, a base de pequeños pasos consensuados con el médico, pude volver a hacer ejercicio y perdí esos 30 kilos. Parece ser que soy el primer paciente descrito con esta enfermedad por la ciencia que tiene la capacidad pulmonar suficiente para poder hacer deporte sin riesgo. El ejercicio, en mi caso, es más beneficioso que perjudicial y pasé de tomarme 20 pastillas por día al principio a tomarme ahora solo cuatro".

La forzosa retirada obligó a reinventarse a Albadalejo, que actualmente es streamer, pues tiene un programa en Twitch semanal, que se llama Deporte desde Dentro, en el cual charla con deportistas de élite. Tras el fatídico diagnóstico siguió con sus conferencias y encabezó un proyecto en Murcia, su tierra, bajo el paraguas del Comité paralímpico para captar jóvenes con discapacidad con el objetivo de convertirlos en futuros deportistas de élite. También comenzó a trabajar en algunos medios de comunicación, como Radio Marca y TVE, donde ya colaboró también como comentarista en los Juegos de Tokio. Está repitiendo en la cita de París, "sin pelos en la lengua" y diciendo siempre lo que cree que debe decir. Y si es necesario, denunciando injusticias como la decisión de la cadena de prescindir de corresponsales en los Juegos Paralímpicos.