Una foto sin el oro traslada la guerra de Ucrania al deporte

Es una imagen inolvidable de los Juegos Paralímpicos de París. Este lunes 2 de septiembre los nadadores ucranianosIllia Yaremenko y Oleksi Virchenko se colgaron una medalla al cuello cada uno en la prueba de los 50 metros estilo libre. La plata y el bronce, respectivamente. Posaron orgullosos de su logro, pero no como estamos acostumbrados a ver.

El oro cayó en manos de Ihar Boki, toda una leyenda paralímpica de 30 años, en la categoría S13 (discapacidad visual). Este oro supone su vigésima presea desde Londres 2012, la cuarta en París 2024 tras coronarse en los 100 metros mariposa, 100 metros espalda y 400 metros libres, que lo consolida como el atleta masculino más laureado de la historia de los Juegos Paralímpicos (la estadounidense Trischa Zorn acumuló 32 entre 1980 y 2004, también en natación adaptada). Para cualquiera sería un honor aparecer en la misma instantánea que este mito, menos para los nadadores ucranianos que no quisieron posar al lado del campeón bielorruso.

Yaremenko y Virchenko se dispusieron para ser fotografiados uno al lado del otro, presumiendo del segundo y tercer puesto, y no junto a Boki, que compite bajo bandera neutral a causa de la implicación de su país en la guerra. Cabe recordar que Bielorrusia ha jugado un papel activo apoyando a Rusia en su invasión a Ucrania. Los ucranianos, que no firman ningún tipo de tregua a pesar de moverse en el ámbito deportivo, prefirieron no ser inmortalizados junto a un atleta del bando opuesto.

Primero se colocaron de manera habitual, cada uno en el lugar que le tocaba por su posición final en la clasificación (el campeón en el centro, con el subcampeón a su derecha y el tercero, a la izquierda), aunque guardando una distancia notoria. Después, Yaremenko se acercó al otro extremo del escenario, donde estaba Virchenko, para al menos guardar el recuerdo de que los dos representantes del país coparon el podio.