360 preguntas y 12 euros de comida para "vivir los Juegos desde dentro": así es la cita olímpica para un voluntario
45.000 trabajadores de 120 países trabajan de forma gratuita para que nada falle en los Juegos.
Entre vallas y miembros de los cuerpos de seguridad, otra de las imágenes que deja París durante estos Juegos es la de sus calles, estaciones de metro y trenes llenos de camisetas verde azuladas con 'Paris 2024' serigrafiado en la espalda. Son los 45.000 voluntarios que durante más de tres semanas han sido clave para que todo haya salido bien en una cita que es observada en todos los rincones del mundo. Más de 40.000 personas que han dedicado su tiempo a ayudar a la organización y a los espectadores y que, como dice la propia página de los Juegos, "la cara, el alma, el corazón y la sonrisa de los Juegos Olímpicos".
Un proceso que empieza muchos meses antes de la ceremonia inaugural. Y lo hace con un test. "Rellené un doble formulario de 180 preguntas. Es decir, 360 preguntas. Era como psicotécnico. Me llevó tres o cuatro horas rellenarlo". Es Fernando Vicente, atleta, profesor universitario y preparador físico que vive su tercera experiencia como voluntario en un evento deportivo. "Luego te hacen como otro formulario para ver cuáles son un poco tus habilidades personales y si has estado de voluntaria en otros campeonatos importantes. Básicamente es eso".
Fernando tiene experiencia en eventos de esta índole. Empezó en Budapest en 2023 y luego hizo también estuvo en los de Glasgow de pista cubierta. "Todo nace del Mundial de Belgrado, el primero al que fui como espectador. Hablé con un voluntario español y le pregunté qué había que hacer para apuntarse. Yo lo hice para Budapest y me cogieron como acomodador en la zona VIP y fue una experiencia superbuena".
La palabra voluntario, en la tercera acepción de la RAE, se refiere al término como "que se ofrece por propia voluntad para algo". Es decir, que lo hace sin obligatoriedad y en estos casos, sin remuneración. Las tres semanas se trabajan de manera altruista, pero claro, como en todo, hay diferencias entre lo que reciben en un campeonato y en otro.
"Siempre te pagan la comida durante tu turno. Siempre. Aquí yo trabajo haciendo acreditaciones en el aeropuerto y me dan 12 euros, que allí dan para un sándwich y poco más", reconoce Vicente, que compara las condiciones entre los Mundiales de atletismo y los Juegos. De hecho, "es algo específico en estos Juegos de París, te pagan una comida por turno de trabajo", reconoce Judith, una veterana con 12 años de experiencia como voluntaria.
"Aquí no pagan nada, ni el vuelo, ni el alojamiento… nada más que esos 12 euros. Eso en el aeropuerto da para un sandwich y poco más"
Voluntario"En Budapest, por ejemplo, nos pagaron el alojamiento, además del desayuno. Aquí no pagan nada, ni el vuelo, ni el alojamiento… nada más que esos 12 euros. El hecho de que no te den absolutamente nada nada más que la comida cuando vas a trabajar ayer nueve horas pues me parece muy poco".
Las condiciones no son las mejores, pero se saben antes de viajar. Sin embargo, hay un tema que no sabían antes de llegar a París y que también se diferencia de, por ejemplo, las citas internacionales de atletismo. "Es lo de poder entrar entrar en los recintos de competición", explica Fernando. "Es un poco, no sé sorprendente cuanto menos o sea, venir a los Juegos Olímpicos de voluntario, trabajar nueve horas y no poder ver nada salvo que te toque en el estadio. Y depende de donde te toque puede ser duro. Hay gente que está literalmente en la calle ocho horas al sol indicando cómo se va al estadio o te toca, yo que sé, en una de las tiendas ayudando. La cruda realidad es que no puedes entrar a ningún evento que no sea el tuyo".
Ahí toca tirar de picaresca para que te dejen entrar simplemente por llevar el uniforme de voluntario. Algunas veces funciona y otras no. Sin embargo para Fernando igual que para el resto de voluntarios, la experiencia no la cambian. "Al final estás en unos Juegos Olímpicos y es la oportunidad de vivirlos, más o menos, desde dentro, aunque no puedas entrar entrar a todo".
Además, no sólo vives la oportunidad desde dentro. El ser voluntario te permite también 'hacer negocio'. La ropa de los voluntarios ha causado auténtico furor y por eso muchos de ellos intentan hacer el agosto ante la demanda que hay. "El sombrero está muy cotizado, entre 120 y 150 euros. Las camisetas unos 70, 50 por los pantalones, 100 por la riñonera y 130 por el chubasquero. Y las zapatillas rondan los 80 euros". El único 'chollo' económico de ser voluntario. El vital se lo llevan puesto, como reconoce Judith.
"Los Juegos Olímpicos de París han sido tremendos. No he podido llegar a ver muchos de los lugares o muchos de los deportes, porque he trabajado en el hockey. Ha sido un maravilloso. Ha estado lleno, todas las semifinales y finales con muchos fans de los alemanes. Todo lo que se veía era amarillo", apunta la experiodista, que ha cerrado unos Juegos para el recuerdo tanto personales como por lo que han supuesto. "París en sí mismo ha sido tremendo. Será un recuerdo maravilloso".