Marta se desahoga tras ser plata en sus JJOO más complicados: "Hablaron mal y no era el momento"
La leyenda brasileña se despidió del fútbol mundial con un discurso profundo. "Pierden el tiempo en criticar en vez de ayudar", afirmó.
Estados Unidos ganó el oro en el fútbol femenino olímpico, pero todas las miradas apuntaban a lo más profundo de Brasil, que firmó su tercera plata en unos JJOO. Al alma de la Canarinha. A su Rainha. Y a la de todos. Marta Vieira da Silva cerraba en esta final olímpica su carrera como internacional brasileña. Como ella misma sabe. Con esos discursos que tantas mentes han despertado. Que tantas puertas han abierto. La legendaria jugadora, una de las mejores futbolistas -hombre o mujer- de todos los tiempos, volvió a jugar tras su sanción de dos partidos -vio una roja ante España en la fase de grupos-. Salió al campo en el segundo tiempo y puso en pie al Parque de los Príncipes. Aplausos y emoción que le dan honor a una jugadora eterna. A la primera gran estrella de esta categoría a nivel mundial.
Con el pitido final, y con el 0-1 en el marcador, Brasil se quedó a las puertas de firmar ese primer oro como regalo para la que consideran su 'Pelé' en fútbol femenino. Una figura a la que halaban rivales y aficionados de todos los rincones del planeta. "Sentía que teníamos que estar aquí (ganando el oro), pero a la vez es un honor jugar contra una mujer tan talentosa y estoy muy feliz de poder estar en el mismo campo que ella", aseguró Trinity Rodman, estrella de la selección estadounidense tras la final.
A sus 38 años, Marta fue la última en abandonar el campo tras el partido. Entre lágrimas, se abrazó al seleccionador Arthur Elias, y antes de meterse en el túnel de vestuarios saludó a la grada en medio de una gran ovación. Era su día, aunque el oro no luciera en su pecho. Tras esto, fue la ceremonia de entrega de medallas. La atacante brasileña, que peleaba hoy por igualar el mejor registro goleador en el fútbol femenino olímpico y se queda a un gol de lograrlo, se colocó en el centro de sus compañeras.
Sin buscar el foco. Como siempre ha sido: un gran líder que nunca pide atención. En el momento en el que recibió su medalla, se encogió el Parque de Los Príncipes.Un suspiro generalizado y con brillo en los ojos que mostraba el final de una era inigualable.
Sonrió Marta y su nombre fue el más repetido en zona mixta. Daba igual quién hubiese ganado, todos querían a Marta. Por ello, cuando apareció, escoltada y con un paso acelerado, se instauró la locura. Una marabunta de periodistas se agolpó a su pies, con micrófonos, móviles y una gran expectación. No hicieron falta muchas preguntas. Habló Marta y se hizo el silencio.
"Cuando gané la medalla de plata dos veces en 2004 y 2008, no terminé con mi objetivo de repetir esa medalla de plata. Porque fueron dieciséis años esperando volver a una final olímpica. Y basándonos en la historia de las competiciones anteriores del equipo, seamos honestos, casi nadie creía que Brasil llegaría a la final olímpica. Y que Brasil saldría de aquí con la medalla", empezó diciendo Marta.
É PÓDIO! É BRASIL! 🥈
— CBF Futebol (@CBF_Futebol) August 10, 2024
Fim de jogo em Paris.
🇧🇷 0 - 1 🇺🇸 pic.twitter.com/BfeSGzdAfu
A esto, añadió esta reflexión sobre lo que ha sido llegar hasta aquí para la selección brasileña y sobre todo lo que ha vivido en estos JJOO, los últimos en los que participaba y en los que protagonizó un difícil capítulo tras su expulsión frente a España. "Creo que la confianza que depositamos en el trabajo del técnico Arthur y la forma en que supimos lidiar con los altibajos de esta competencia, las jugadoras lesionadas, tuve que perderme dos partidos, la gente empezó a hablar mal, como: 'oh, Marta tiene que jugar, Marta no tiene que jugar'. Y no era el momento para eso e intentamos minimizar esos obstáculos al mínimo para llegar a la final", subrayó.
Marta: «Oro aquí y plata en la vida»
Y continuó: "Esta medalla aquí representa el rescate, el rescate del orgullo que tenemos de ver que el fútbol femenino en Brasil sí puede ser competitivo, tiene talento, pero necesita ser más valorado, carajo. Porque hay mucha gente que no ve el fútbol femenino, pero cuando perdemos, son los primeros en comentar, son los primeros en ir ahí y decir: ¿A quién le gusta el fútbol femenino? ¿a quién le importa? Critican en lugar de ayudar".
Al mismo tiempo, dedicó esta medalla y todo lo que han ganado en los JJOO a aquellas personas "que siempre creyeron desde el primer momento". "Muchos de ellos ya estaban aquí en las gradas dándonos este apoyo, ya saben, familiares, amigos, a estas personas aquí se lo debemos y les comparto el agradecimiento. A estos otros que aprovechan el momento y dicen mucho, lo siento, mierda, no debemos nada, en la vida seguimos, en el estadio aplaudiendo a las chicas", apuntó, antes de apuntar a que seguirá de cerca a su selección a pesar de retirarse como internacional.
Por último, fue recordado su famoso discurso en el Mundial de Francia de 2019. Mismo lugar y cinco años después, Marta valoró aquellas palabras con perspectiva. "Vamos por el camino que pedí. Lloro aquí de agradecimiento, de felicidad, no lloro aquí lamentando haber ganado la plata. Mira lo mucho que tuvimos que superar en esta competición para llegar a esta final. Esta plata, como dije, es la redención del orgullo que tenemos que sentir cuando nos ponemos la camiseta de la selección brasileña, representamos a nuestro país, y jugamos con alegría, con ganas, con determinación, con perseverancia, como lo hicimos en cada partido. Y eso es todo chicos, plata aquí, oro en la vida, gracias", sentenció.