JJOO | FÚTBOL | FRANCIA 3 - ESPAÑA 5

¡España reina en el Olimpo del fútbol 32 años después!

El equipo de Santi Denia se cuelga el oro por primera vez desde 1992.

Los jugadores de España se abrazan. /RFEF.
Los jugadores de España se abrazan. RFEF.
Nacho Sanchis

Nacho Sanchis

32 años, tres finales, y siete Juegos Olímpicos después, la Selección española de fútbol se cuelga el oro en el cuello. El combinado de Santi Denia venció a Francia, la anfitriona del torneo, en una final en la que quedó claro por qué Fermín López y Álex Baena son campeones de Europa pero también por qué el equipo nacional se ha ganado a pulso esta medalla: uno de los reservas, de los mal llamados 'descartes' fue el que marcó el gol decisivo.

España estuvo cerca, muy cerca, de vivir un 'deja vu' de aquella final olímpica del año 2000 en la que se puso dos goles por delante y los terminó desperdiciando ante Camerún. De hecho, cuando Mateta anotó el penalti en el minuto 92, todo hacía indicar que o bien el partido se lo llevaban los anfitriones o bien se decidiría en penaltis. Pero esta vez la historia no iba a repetirse, esta vez el oro tenía los colores rojo y amarillo impregnados.

Francia y los 40.000 aficionados reunidos en el Parque de los Príncipes se hicieron de notar en los primeros minutos. La presión alta y valiente del combinado de Thierry Henry llevaba a pérdidas en zona peligrosa del equipo de Denia y en una de esas Millot aprovechó para disparar en el área tras un mal despeje de Baena. Realmente el disparo no era demasiado complicado pero Arnau Tenas se colocó mal, puso las manos blandas y el balón entró en la portería. Tocaba remontar.

Pero España ya ha demostrado su fortaleza mental a lo largo del torneo y en la final no fue algo diferente. Comandados, como no, por Baena y Fermín, el combinado nacional le dio la vuelta al partido en diez minutos. Literalmente. En el minuto 18, Baena encontraba a Fermín en el área y este con un remate mordido superaba a Restes. En el minuto 25, Miranda centraba, Abel remataba, Restes blocaba, pero de nuevo Fermín aparecía para adelantar a los suyos. Y en el minuto 28, Baena con una falta extraordinaria, alejaba al equipo español a dos goles de diferencia.

Francia no sabía por donde le venían, pero no se rindió. No podía hacerlo, pues la anfitriona olímpica nunca en la historia había perdido la final, 4 finales, 4 triunfos, no podían caer sin al menos dar batalla. Pero ahí apareció Arnau Tenas. Si en el primer gol se podría decir de forma coloquial que se la 'comió', si España se fue al descanso con una renta de dos goles fue gracias al portero del PSG: Mateta cazó un balón muerto en el área pequeña, a bocajarro, con toda la portería para él, pero Arnau metió una manopla de foto y privó al francés del gol.

La segunda parte fue un asedio Francés. El equipo de Henry lo intentó de todas las formas y aunque Arnau Tenas volvía a lucirse con otra intervención soberbia a un remate de Koné casi a la altura del punto de penalti y el larguero se ponía del lado español para evitar que el propio Koné anotara, el gol, los goles, iban a llegar. Maghnes Akliouche desvió una falta lo suficiente como para cambiar la trayectoria y hacerla imparable para Arnau, Francia recuperaba la esperanza y a 20 minutos del final ahogaba a España.

Y entonces empezaron los agarrones o los piscinazos, depende quien lo lea interpretará una cosa u otra. Hasta en tres ocasiones algún jugador francés se dejó caer en el área y reclamó penalti, en ninguna de ellas el árbitro lo consideró pena máxima, pero en el último de todos los mencionados el VAR le llamó por el pinganillo. Es cierto que Miranda agarraba sin sentido alguno a un jugador francés, pero no dejó de ser una jugada de córner como otras tantas que acaban sin penalización, de hecho el árbitro dijo que 'nada de nada' inicialmente. Pero en el fútbol a cámara lenta del VAR, dicho agarrón fue penalti y del penalti llegó el gol de Mateta.

La prueba de fuego sin Fermín ni Baena

A la prórroga se llegó no sin antes un remate de Turrientes al larguero y un disparo escorado de Francia que despejaba Arnau. Ambas selecciones tenían el miedo en el cuerpo, pero el equipo de Santi Denia afrontaba la prórroga sin Baena ni Fermín. O dicho de otra forma, España llegaba al momento decisivo del torneo sin sus dos líderes, sin los que más han tirado del carro. Era el momento de que otras caras salieran a relucir. Y a Santi Denia le salió el plan perfecto.

España sufrió, de hecho por ímpetu fue mejor el equipo de Henry en los 30 minutos adicionales, pero España ya sabe lo que es perder un oro pese a llevar dos goles de diferencia en una final. Le pasó a Marchena, Xavi y compañía en el año 2000 y esta vez no iba a volver a ocurrir. Y los focos del gol decisivo fueron para uno de los reservas cuya convocatoria se puso en entredicho y un jugador con poquísimo foco mediático pero en el que Santi Denia siempre ha confiado. Adrián Bernabé encontraba con un pase mágico a Sergio Camello y el del Rayo la picaba perfectamente para poner el 3-4.

Y España ya no se iba a dejar remontar. Francia lo intentó con ímpetu pero realmente no tuvo demasiadas ocasiones claras y en un contraataque, Camello de nuevo volvió a cazad un cuero largo y a picarla por encima de Restes para poner el definitivo 3-4 y desatar la locura en el Parque de los Príncipes. La locura en el verde, en la grada todo fueron caras largas porque esperaban que el oro fuera francés, pero no. El oro es español.

Ficha técnica

España: Arnau Tenas; Pubill (Juanlu), Cubarsí, Eric García, Miranda (Miguel Gutiérrez); Barrios, Fermín (Bernabé), Baena (Turrientes); Sergio Gómez, Aimar Oroz (Jon Pacheco), Abel Ruiz (Camello).

Francia: Restes; Sildillia, Badé, Lukeba, Truffert; Koné (Magassa), Chotard (Akliouche), Millot; Olise, Mateta, Lacazette (Kalimuendo)

Goles: 1-0, Millot (11'). 1-1, Fermín (18'). 1-2, Fermín (25'). 1-3, Baena (28'). 2-3, Akliouche (79'). 3-3, Mateta (92'). 3-4, Sergio Camello (100').

Árbitro: Abatti Abel. Árbitro VAR: Guzman. Amonestó con amarilla a: Koné, Badé, Adrián Bernabé, Baena, Miranda, Pacheco.