Tres amigos y un hasta luego: diez años, seis categorías, dos títulos... y una medalla
Abel Ruiz, Sergio Gómez y Juan Miranda dicen adiós tras ser líderes de las inferiores los últimos diez años.
Se suele escuchar a los futbolistas decir que si algo agradecen de ser parte del deporte rey son las amistades que este deja por el camino, y en la Selección existe el mejor ejemplo de que la posibilidad de llegar a la élite de la mano de tus colegas de la infancia no es ni mucho menos una utopía. Ni siquiera compartir 10 años con ellos en la Selección española.
Eso son Sergio Gómez, Abel Ruiz y Juan Miranda. Los tres han compartido vestuario juntos desde infantes en el FC Barcelona, a los tres la vida les llevó por diferentes caminos (uno a Braga, otro a Sevilla y otro a Manchester), pero la Selección siempre ha sido su punto de encuentro. Casi diez años, desde 2015, cuando empezaron con la Sub-16, siete categorías (Sub-16, Sub-17, Sub-18, Sub-19, Sub-21, Sub-23 y Olímpica) y más de 60 partidos cada uno en las inferiores después, el viernes se dirán hasta luego, un hasta luego que puede estar bañado en oro.
Porque Abel Ruiz (92 partidos, 54 goles), Sergio Gómez (65 partidos, 22 goles) y Miranda (79 partidos, 11 goles), han encontrado siempre en la Selección su refugio, incluso cuando en sus clubes no les iba tan bien como les gustaría. Tanto es así que el propio Gómez admitió en este medio que "no cambiaría la Champions o las Premier que he ganado por lo que he vivido con la Selección".
No es de extrañar si tenemos en cuenta que en los últimos dos años, Sergio Gómez ha jugado casi lo mismo con la Selección (1145 minutos), que en su club (1400 minutos) o que Abel Ruiz ha marcado más goles con la Selección en su carrera (54 goles), que con sus clubes (50 goles). Ellos dos, incluyendo Miranda, que sí ha tenido un rol parecido en la Selección y su club, han sido los líderes de una generación, la del 2000, que deja en su camino por las inferiores un campeonato Sub-17, un campeonato Sub-19, un campeonato Sub-21... y una medalla segura.
Fue precisamente esa relación entre los tres lo que llevó a Santi Denia a convocarles como los únicos Sub-23 de la lista. Para el entrenador, que los ha dirigido durante los últimos años en las inferiores, como lideran, como hacen grupo, como unen y su indudable calidad, fue motivo suficiente para darles las riendas de la Selección. Más si tenemos en cuenta que para Denia, más que el fútbol en sí, era importante "hacer una familia" en este torneo, como ha repetido mil veces. De hecho, cuando peor dadas han venido, han sido ellos tres los que han sacado la cara.
El viernes se dirán adiós o, al menos, hasta luego. Lo harán porque los tres acaban su participación con las inferiores de España y luego llegar a la absoluta es un mar mucho más profundo que el de llegar a las inferiores. Curiosamente, los tres han cambiado de destino este verano a lugares donde apuntan a titulares (Real Sociedad, Sergio, Girona, Abel y Bolonia, Miranda), por lo que la vida les sigue llevando a un ritmo claramente parecido.