Arnau Tenas calcó el error de Arconada, pero un grito de rabia cambió el destino de España

La Selección Española ha hecho historia en los Juegos Olímpicos. El combinado dirigido por Santi Denia ha logrado el primero oro olímpico en fútbol masculino desde Barcelona 1992 y el primero en equipo desde el conseguido por el equipo de waterpolo en los Juegos Olímpicos celebrados en Atlanta de 1996.

Una victoria que ha tenido como principal protagonista a Fermín López, máximo goleador del equipo y autor de un doblete que certificó la remontada de los chicos de Denia, y con un Sergio Camello que se vistió la capa de héroe en la prórroga con un doblete, pero que comenzó y acabó con sustos importantes. El primero fue en el minuto 11 de partido cuando los franceses, dirigidos por una leyenda como Thierry Henry, se adelantaron en el electrónico.

Enzo Millot, jugador del Stuttgart, recogió el balón en el costado derecho de la meta defendida por Arnau Tenas y ejecutó un disparo prácticamente inofensivo para el portero catalán. Pilló a todos por sorpresa el momento en el que el cuero se introdujo en la meta del equipo español. El guardameta del PSG había tenido un error impropio de un portero de su calidad.

Un fallo que, por contexto, calca al de una leyenda del fútbol español. Hay que remontarse 40 años en el tiempo, al 1984, al mismo escenario, el Parque de los Príncipes. Aquel partido era entre los mismos equipos en la final de la Eurocopa. Francia logró el triunfo con un tanto de Michel Platini.

Un lanzamiento de falta que quedó en la memoria colectiva de los aficionados españoles. Luis Miguel Arconada, uno de los mejores guardametas que ha dado nuestro país, cometió un fallo garrafal que condenó a la Selección dirigida por Miguel Muñoz. Un tanto con una intrahistoria del mítico centrocampista galo. "Siempre me acuerdo del gol de la final. Después del fallo, Michel se acercó y dijo: 'No me gustó marcar esa falta'", confesó en Relevo Luis Fernández, compañero de Platini en aquel partido.

Por fortuna, el error de Arnau Tenas no será más que anecdótico gracias a la remontada del equipo español y también al propio portero catalán. Con 1-3 favorable en el marcador, Tenas realizó la parada del partido. Antes del descanso, Mateta recogió un balón en la frontal del área pequeña y remató a quemarropa. Arnau se hizo gigante y con unos reflejos felinos envió el esférico a córner. Todos sus compañeros se acercaron a celebrarlo con un Tenas que gritaba con rabia.

Una muestra más de la personalidad de Arnau Tenas. El guardameta canterano del Barcelona estuvo todo el encuentro seguro de sí mismo. No le quemó el balón en los pies para ser la punta de lanza de la construcción del equipo de Santi Denia y con seguridad en todos los duelos.

Francia logró equilibrar el choque, en un final dramático para el combinado dirigido por Santi Denia, con dos acciones en las que el guardameta no tuvo nada que hacer. A pesar de ello, el catalán realizó varias intervenciones en la prórroga y llevó la voz cantante para alentar a sus compañeros. Arnau Tenas, para bien, ya es parte de la historia del fútbol español.