La Francia de Wembanyama acaba con el sueño de Canadá y Jordi Fernández

Sufrieron ante Japón, necesitando la prórroga, se fueron aplastados por Alemania y las dudas alrededor de la selección francesa eran lícitas. Pero como las grandes selecciones, cuando llegó el momento, aparecieron. Dejaron atrás todas las incógnitas y se cuelan en las semifinales tras eliminar a la Canadá de Jordi Fernández en un partido que dominaron de principio a fin y que los manda directos a la lucha por las medallas. Espera Alemania en semifinales y Canadá pone rumbo a casa con la decepción de, tras haber barrido el grupo de la muerte, quedarse en blanco en el peor momento. 

La pareja formada por Guerschon Yabusele e Isaia Cordinier fue la clave. El pívot metió 22 puntos y Cordinier ayudó con otros 20, además de los 13 de Lessort y un Fournier que apareció en los minutos finales. Wembanyama se quedó en 7 puntos, con 12 rebotes, 5 asistencias, 3 reobos y 1 tapón. Por Canadá solo Shai Gilgeous-Alexander, con 27 puntos, estuvo a la altura de unos cuartos de final olímpicos con otra vez Jamal Murray, el segundo mejor jugador del equipo, desaparecido. RJ Barrett metió 16, el único que llegó a dobles figuras. Y el banquillo francés le ganó la partida a Jordi Fernández.

Vincent Collet hizo una apuesta total por Wembanyama. Quitó a Rudy Gobert del quinteto titular, como Evan Fournier, y le salió cara. Empezaron con un 19-5 de parcial para acabar el primer cuarto 23-10, con Lessort ocupando los minutos interiores desde el banquillo. Más físicos, acertados de cara al aro y con el gigante francés haciendo estragos en ataque y defensa, el Bercy Arena vibraba con el mejor arranque del equipo local en lo que va de torneo. A 7:41 del descanso, con Francia 15 arriba, por fin entraba a pista el reciente ganador del premio al mejor defensor de la NBA y llegaba el primer amago de remontada de Canadá, que bajaba la diferencia a solo 10 puntos con Shai Gilgeous-Alexander por fin apareciendo. El único para el equipo de Jordi Fernández que al descanso se veía 16 puntos abajo.

Ni en ataque, ni en defensa podían hacer su mejor juego. Vincent Collet acertó con Nicolas Batum defendiendo a Shai, invitando a un partido muy físico al que Canadá no supo responder. Mathias Lessort y Guerschon Yabusele jugaban a placer, y solo Dillon Brooks, encargado de frenar a Wemby, aguantaba el ritmo en defensa, con el juego interior canadiense desaparecido. Mala noche para que, además, los triples no entraran y quedarse en apenas 29 puntos al descanso, la peor anotación del equipo americano en todo el torneo en cualquier parte. Todo salía bien para los locales ante una Canadá desaparecida, efervescente, alejada del nivel mostrado en los últimos dos años desde que Jordi llegó al banquillo. Una que vive y muere en la defensa y un ritmo alto.

Tras el descanso nada cambió. Francia buscó la zona para proteger a Wembanyama, epicentro del plan de Collet, y Cordinier siguió apedreando el aro canadiense a base de triples. Seguía siendo un Shai Gilgeous-Alexander contra Francia y la diferencia se iba a los 19 puntos (48-29) pero aparecían ligeramente Lu Dort y RJ Barrett para ayudar a la estrella de los Thunder. Y tras la enésima canasta de SGA, con 22 puntos a mitad del tercer cuarto, bajaba la diferencia a un dígito (54-46). Solo el juego interior francés, liderado por Lessort y Yabusele, mantenían la distancia en 11 al final del último cuarto. Y todo por decidir en un partido que Francia podía haber matado. Un triple de RJ Barrett para abrir el último periodo dejaba el partido en seis puntos.

Y aparecía entonces, como siempre, Evan Fournier. Porque el nivel del escota francés en FIBA sigue siendo histórico, diferencial. Un triple, una bomba por encima de Dort y cerraba su obra de arte con una daga desde 10 metros sobre la bocina. Metió en total 15, aunque la mayoría llegaron en el último cuarto. Una que acababa con el sueño de Jordi Fernández en el que ha podido ser su último partido en el banquillo canadiense, acabando su contrato y empezando su aventura en Brooklyn Nets. Soñaba el país con la medalla, pero Fournier, Wemby y el resto de la selección anfitriona tenían otros planes. Avanza Francia.