JJOO | BÁDMINTON

Todas las lesiones que Carolina Marín ha sufrido en su carrera

Carolina Marín es una de las mejores jugadoras de bádminton de la historia, pese a tener que lidiar con varias lesiones graves en su carrera.

Carolina Marín se retiró entre lágrimas de París 2024./EFE
Carolina Marín se retiró entre lágrimas de París 2024. EFE
Javier Mercadal

Javier Mercadal

Lamentablemente, los Juegos Olímpicos de París 2024 también serán recordados por la lesión de Carolina Marín. Una imagen que dejó helada a toda España, que hasta entonces se volcaba en torno a la televisión con la esperanza de ver a la onubense meterse en la final del torneo de bádminton. Lo tenía prácticamente en el bolsillo, de hecho. Ganaba 21-14, 10-7 cuando su cuerpo dijo basta. Una lesión de rodilla le obligó a retirarse del partido y pusó fin al sueño de repetir el oro que ya logró en Río 2016. Todo a causa de una pesadilla recurrente a lo largo de su carrera.

Por su palmarés, Carolina Marín es una de las mejores jugadoras de bádminton de la historia. Campeona olímpica y tres veces campeona del Mundo, la suya es una historia única. En una disciplina que en los países asiáticos es mayoritaria, no solo logró colarse entre las mejores sino que las doblegó en varias ocasiones. Sin embargo, varios son los contratiempos serios en forma de lesión con los que ha tenido que lidiar a lo largo de su trayectoria. Muchos de ellos, en la forma y el momento más cruel posible.

Carolina Marín debutó en unos Juegos Olímpicos en Londres 2012, aunque fue en Río 2016 cuando su nombre se hizo conocido en todo el mundo. En Brasil, logró el hito de ser la primera y única campeona olímpica no asiática. Antes, ya había ganado el Mundial en 2014 y 2015, por lo que era la favorita. Sin embargo, fue el escenario más grande de todos el que la encumbró de manera definitiva. Tenía 23 años y el mundo por delante. Lamentablemente, en las cosas se iban a torcer.

2019: rotura del ligamento cruzado anterior en la rodilla derecha

El 27 de enero de 2019, mientras disputaba la final del Masters de Indonesia, Carolina Marín cayó lesionada tras romperse el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha. Iba 9-2 en el marcador frente a la india Saina Nehwal e intentó regresar al partido. Finalmente, con 10-4 a su favor se retiró. Fue la primera lesión importante de su carrera, y le mantuvo en el dique seco durante siete meses. Se trató de un grave revés no solo físico, sino también mental.

Marín, que en el momento de su lesión era vigente campeona olímpica, mundial y europea, tuvo que lidiar con la soledad inherente al periodo de recuperación. Contó con la ayuda de hasta dos psicólogos, además de enfrentarse a sesiones interminables de unas 10 horas diarias para tratar de volver en el mejor momento posible. Entonces, los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 eran el objetivo claro.

2021: rotura del ligamento cruzado en la rodilla izquierda y dos meniscos rotos

La pandemia del Covid-19 puso al mundo en pausa y retrasó los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 un año, celebrándose finalmente en 2021. El 28 de mayo de 2021, apenas un mes antes de la ceremonia de inauguración, Carolina Marín volvió a caer lesionada, en esta ocasión de la otra pierna. La resonancia además descubrió que la onubense tenía los dos meniscos rotos.

"En el momento en el que hice el gesto escuché el crujido. Me he roto, me he roto, le dije a Anders. Me agobié muchísimo. Ya sabía que todo estaba en peligro y más cuando me llevaron al hospital y me hicieron la resonancia. Lo que no me esperaba es que, además, tuviera los dos meniscos rotos", contó la propia Carolina Marín en un acto promocional del Banco Santander celebrado el 30 de junio de 2021.

La lesión no solo le privó de defender su oro olímpico en Tokio, tampoco pudo disputar el Mundial de bádminton que se celebró en Huelva, su ciudad natal, en diciembre del 2021. Un evento que, obviamente, orbitaba en torno a su figura y en el que se esperaba que pudiese ganar un trofeo frente a su gente. Sin embargo, Marín decidió no forzar. Sobre todo, para no arruinar su salud a medio plazo. "Lo que más me importa, además del bádminton, es también mi salud. Quiero que mi rodilla, cuando deje la raqueta, pueda andar bien, por lo menos", dijo en declaraciones a El País.

2024: rotura del ligamento cruzado en la rodilla derecha

Pese a todas las dificultades, Carolina Marín logró reponerse a las dichas dos lesiones consecutivas. "Todavía en mi rodilla no tengo una flexión máxima. Yo, por ejemplo, no me toco con el talón el culo. Entonces pasar mucho tiempo de pie a mí no me conviene mucho por mi circulación. Las piernas se me hinchan, con las rodillas a veces estoy incómoda", contó la propia jugadora de bádminton en una entrevista con Relevo.

Sin embargo, en la pista alcanzó su mejor nivel e, incluso, los premios Princesa de Asturias alabaron dicha resiliencia a la hora de justificar el fallo a su favor en 2024. "Es un ejemplo de superación, fuente de inspiración y transmisora de valores, dentro y fuera de la pista", dijo el jurado presidido por Teresa Perales. Marín llegó a París 2024 como una de las grandes favoritas al oro, papel que hasta su lesión en las semifinales estaba refrendando de sobras. Ahora, el lado oscuro del deporte se vuelve a cruzar en su camino.