Tola, el campeón que no esperaban ni siquiera en su país: "Lloré al cruzar la meta"
El etíope, campeón y récord olímpico en maratón, en un principio no estaba seleccionado para los Juegos.
Tamirat Tola fue uno de los últimos grandes nombres de los Juegos. Mientras el mundo se fijaba en el desplome de Bekele y el abandono de Kipchoge -dejó una de las imágenes de París 2024 andando en un tramo del recorrido- el etiope corría por el corazón de París viendo a todos sus rivales por el retrovisor. Así lo hizo cuando cruzó la línea de meta en primer lugar, conquistando el oro y fijando un nuevo récord olímpico de maratón, con un tiempo de 2:06.26.
"Estaba feliz. Lloré cuando crucé la meta". Tola cuenta sus primeras sensaciones al coronarse campeón olímpico. Lo hace con la medalla al cuello en la Adidas House de la capital francesa. Allí descansa y reflexiona sobre un triunfo impensable hace apenas cuatro meses, cuando su nombre no estaba siquiera entre los seleccionados para acudir a la cita parisina.
Porque el último ganador del maratón de Nueva York tuvo que esperar para llegar a París. Fue la renuncia de Sisa Lemma la que le abrió las puertas del equipo olímpico de su país. "Trabajamos juntos durante tres meses y me dijo que estaba mejor que él en ese momento y que tenía que ir yo a París", apunta el flamante ganador de la prueba en la capital gala, exultante aún pero relajado tras conseguir el objetivo para el que tanto se había preparado.
Tamirat Tola 🇪🇹 y una imagen inolvidable
— Eurosport.es (@Eurosport_ES) August 10, 2024
Oro con récord olímpico tras un tramo final espectacular 🥇#Paris2024 pic.twitter.com/OTEvSzWALu
"Dije que ok, que lo iba a intentar. A partir de ese momento empecé a pensar en cómo podía hacerlo, qué tenía que hacer para ganar y qué necesitaba para conseguir el oro. Estoy muy feliz", apunta un Tola que también asegura que parte de esa medalla que hoy luce en su cuello es también de su compañero. Aquel "tú estás mejor que yo" puso en marcha el cerebro y las piernas de Tola, que desde que recibió la noticia solo tenía una idea en la mente: ganar.
Ni siquiera las pendientes (llegaron al 13% de desnivel en la Rue de Sevres) que desmontaron a Kipchoge pudieron con el etiope. "Cuando entrenaba en Etiopía todo el mundo me decía que era una subida muy dura y que iba a hacer mucho calor. Pero no me quería obsesionar", revela el campeón olímpico sobre cómo afrontó mentalmente una subida rompepiernas que, sin embargo, no difieren mucho de las rampas y temperaturas en las que él entrena en su país.
Tola venció al temido muro y a partir de ahí convirtió los 13 kilómetros restantes en un paseo en solitario hacia la gloria y en un baño de masas. "Hice lo mejor que pude y gané. Me ha hecho muy feliz", concluye un atleta que hace solo unos meses iba a ver el maratón de París desde su casa y que ha terminado conquistando con la mejor carrera de la historia de los Juegos.