El abandono de Kipchoge provoca un efecto Forrest Gump en París: "He regalado todo menos el pantalón corto"

Ganó el etíope Tola, convocado por su selección a última hora, uno de los maratones más exigentes de la historia de los Juegos. De hecho, el vencedor batió el récord olímpico fijándolo en 2:06:26 pese a subir un muro inhumano con rampas hasta del 12%. Pero todas las miradas estaban puestas en dos hombres: el keniano Eliud Kipchoge y el etíope Kenenisa Bekele, dos leyendas que vivieron uno de sus episodios más duros como atletas.

Kipchoge tuvo que abandonar aquejado de "unas molestias en la parte baja de la espalda", que se acrecentaron sobre el km 20. Un "dolor que hizo imposible que continuase". El momento del adiós fue pasado el km 30; el keniano caminó durante dos kilómetros más y provocó unas imágenes maravillosas en la historia de la distancia de Filípides, un efecto Forrest Gump en la gente.

"Había unas 300 personas caminando a mi lado, me pedían de todo: el dorsal, la camiseta, las zapatillas... He dado todo salvo el pantalón corto, no iba a venir desnudo", bromeaba en la línea de meta una hora después de su abandono. "El maratón es como el boxeo y hoy me ha noqueado. Ha sido el peor maratón de mi vida", reconocía un hombre (semidesnudo en la zona de prensa) que no quiere hablar de su futuro: "Toca analizar y ya veremos qué pasa mañana". Pero el otrora recordman de la distancia deja la puerta abierta a correr algún maratón más.

Kenenisa Bekele, la leyenda etíope, también sufrió problemas "desde el km 10, en la zona de los isquiotibiales". Acabó con orgullo por tratarse de unos Juegos. "Esperaba hacer top 10 en esta prueba", afirmaba antes de reconocer un secreto a voces: "Este maratón ha llegado demasiado tarde en mi carrera".

El etíope, otrora referente en el tartán, confirma a Relevo que continuará su trayectoria en el maratón, pese a sus 42 años. Se ve con fuerza para nuevos retos en una distancia en la que acredita una marca de 2:01:41 (Berlín, 2019). Este sábado en París, terminó la carrera en el puesto 39, con 2:12:24, sólo dos plazas y 19 segundos mejor que el español Yago Rojo, primer atleta patrio en meta.

El propio Rojo y otros muchos atletas contaban a la llegada la experiencia de adelantar a leyendas de la talla de Bekele y Kipchoge. El español no se pudo retener y alentó al keniano con un come on que mostraba respeto y admiración. El chileno Carlos Díaz (53 en la línea de llegada) tampoco olvidará jamás el día que adelantó a una leyenda como Kipchoge. Uno a uno cada maratoniano contaba una experiencia similar.

Bekele y Kipchoge tuvieron la humildad de dar la cara ante la prensa mundial en uno de los días más complicados de sus vidas deportivas. Bekele estaba más entero. Kipchoge, a sus 39 años y con 2:01:09 de plusmarca (Berlín, 2022), tendrá que decidir si todavía le quedan balas en la recámara. Entre los maratonianos son pesimistas al respecto, al menos en grandes competiciones. Otra cosa será lo que finalmente decida Eliud, porque el maratón es como una caja de chocolates.