SELECCIÓN SUB-21

Los vaciles entre Hugo Álvarez y Yeremay que simbolizan el resurgir de Celta y Dépor: "Está claro quién es el mejor equipo de Galicia…"

Ambos, estrellas precoces en sus clubes, atendieron a Relevo tras debutar a la vez con la Sub-21.

La amistad entre Hugo Álvarez, crack del Celta, y Yeremay, joya del Dépor. /RELEVO / MANU AMOR
La amistad entre Hugo Álvarez, crack del Celta, y Yeremay, joya del Dépor. RELEVO / MANU AMOR
Manuel Amor

Manuel Amor

La Línea de La Concepción (Cádiz).- Hugo Álvarez está a punto de estampar una renovación de crack con el Celta a sus apenas 21 años. Ya ha fabricado cuatro goles en Primera. Yeremay Hernández, también de 21, tiene a A Coruña loca: lidera al Deportivo y es de lejos el jugador de Segunda con más regates. Si los proyectos de los dos grandes de Galicia cotizan al alza es, en parte, por ellos. Y el destino quiso que su primera llamada para la Selección Sub-21 llegase a la vez… y que debutasen de la mano: Santi Denia les sacó a falta de media hora para terminar el España-Kazajistán y les permitió vivir juntos un momento inolvidable para ellos y sus familias.

A la conclusión del partido, y todavía con trazos de emoción tras pasar por la ducha, ambos volvieron a unirse para atender a Relevo en las entrañas del Municipal de La Línea. Se conocen desde hace cinco días y en la expedición dicen que ya no se separan. Los dos, jóvenes, ídolos y referentes, simbolizan el buen rollo institucional que prima entre ambos clubes pese a la rivalidad y demuestran que los colores jamás deben estar por encima del cariño.

Hugo Álvarez, que ya había probado las mieles de la Sub-19, festejó su debut acompañado y sólo transmitía palabras de agradecimiento. "Es para estar contentos; me enorgullece que el míster (Santi Denia) me haya dado la oportunidad. Me ilusiona mucho poder representar a mi país. Tuve la suerte de que mi novia estuviese aquí y pudiese verme", aseguraba. Yeremay, que espera a su entorno el martes en Algeciras para quizá verle de inicio y jamás había jugado con las inferiores, tampoco cabía en sí: "No han podido viajar, pero he hablado ahora con mi madre y estaba superfeliz. Me siento muy satisfecho por haberme estrenado en esta convocatoria".

Las bromas entre Hugo Álvarez y Yeremay: «No me acuerdo de quién ganaba los derbis...». RELEVO / MANU AMOR

El deportivista fue el último en sumarse a la concentración. Lo hizo por la lesión de Moleiro y para romper la regla no escrita de que un futbolista de Segunda tiene casi imposible formar parte de la Sub-21; es decir, que estrechó su mano con la de Hugo el lunes y este jueves sus gestos y miradas ya demostraban una relación cómplice. "Sólo nos conocíamos de enfrentarnos", reconocía Álvarez, ya cansado de sufrir a Peke en los Celta-Dépor de categorías inferiores: "Es muy jodido enfrentarse a este… Prefiero tenerlo en el equipo".

A la pregunta de quién solía vencer los derbis en cadetes y juveniles, el balbuceo con gracia de Hugo pareció decirlo todo: "La verdad es que… no me acuerdo. No tengo ni idea (risas)". Yeremay aclaró rápido el porqué de la negativa de su compañero a contestar: "¡Ganábamos nosotros, el Dépor, el Dépor!". El ourensano prefiere quedarse con que sus cara a cara con Yeremay supusieron "duelos bonitos". Aunque el canario le tiró luego un cable ("los derbis molan; contra Hugo he jugado muchas veces y en algún caso nos han ganado ellos y en otras nosotros"), al celtista no le acabó quedando otra que admitir la evidencia: "Nos ganaron casi todos…".

En aquellos choques en A Madroa y Abegondo ya iba quedando claro que Hugo, el ojito derecho de Claudio Giráldez, y Yeremay, el grancanario revoltoso que ahora se maneja como nadie bajo la lluvia, tenían algo especial. Álvarez no deja de crecer: se salió en el Juvenil de División de Honor con Claudio, promocionó al filial de la mano del míster, rozó el ascenso a Segunda y desde la salida de Benítez se ha convertido en un pilar para el primer equipo. Yeremay, que avanzó piano piano, destacó sobremanera en el ascenso del Dépor del curso pasado y ahora enarbola la bandera del ataque junto a David Mella. En ocho partidos ha marcado tres goles y repartido dos asistencias.

Hugo Álvarez y Yeremay hablan de su debut: «Es complicado, porque es la primera vez que venimos y no hemos tenido muchos días de entrenamiento». RELEVO / MANU AMOR

Ambos, sobre todo Peke, desean que la próxima vez que midan fuerzas con sus clubes sea en Primera. Eso significará que el Dépor ha regresado a donde se merece… y permitirá dilucidar de nuevo la batalla de quién es el mejor equipo de Galicia, otra pregunta a la que ambos respondieron sin titubeos y entre carcajadas. "Yo creo que está claro… el Celta"; "Qué va, qué va, ¡el Dépor!".

"Cuando me llamaron me puse muy contento. No me lo esperaba. Es un premio a lo que hago con mi club"

Yeremay Hernández Jugador del Deportivo y la Selección Sub-21

En lo deportivo, Hugo, habitualmente carrilero en su equipo, salió en La Línea para jugar como extremo izquierdo. "Estoy adaptándome a la idea y a lo que me pide el míster", admitió. "Es algo diferente. Aquí es complicado venir, por mucho que me lo hubiese ganado. Hay un nivelazo. Todos se esfuerzan mucho en sus clubes y se lo merecen tanto o más que yo". Yeremay, que no se "esperaba" entrar en la lista, vive días de tremenda emoción y partió como extremo derecho tras sustituir al valencianista Diego López: "Cuando me llamaron me puse muy contento. Es un premio a lo que hago con mi club. Y apoyo lo que dice Hugo: es complicado entrar, porque es la primera vez que venimos y no hemos tenido muchos días para entrenarnos".

Ahora, ya con el choque del martes ante Malta entre ceja y ceja y la mente a futuro puesta en hacerse un hueco para el Europeo del próximo verano, los dos trabajarán para continuar con su progresión y hacer sentir orgullosos a los aficionados celestes y blanquiazules. El Celta experimenta momentos felices, a sólo un punto de Europa y con un equipo renovado en el que manda la cantera, y el Dépor ha vuelto al fútbol profesional después de cuatro años en el infierno del bronce. Sus perlas y Abegondo ilusionan a una hinchada que nunca se bajó del barco. En Vigo y A Coruña siguieron ayer con ilusión cómo España asistía el debut de sus dos joyas… y celebran que den ejemplo con su amistad.