Florentino Pérez y Joan Laporta, por primera vez juntos tras su alianza silenciosa con el caso Dani Olmo: "La relación es genial y siempre lo será"
Los presidentes de Real Madrid y Barça se ven las caras en Yeda, en una semana marcada por la cautelar al Barça por Olmo y Pau Víctor.
Yeda-. Todo está listo en Arabia para la final de la Supercopa de España. Sólo falta algo. "¿Sabéis cuándo llegará Florentino Pérez? ¿Sabéis cuándo el presi llegará?", preguntaban varios aficionados saudíes, impacientes por ver de cerca al presidente del Real Madrid. Ni Vinicius ni Lewandowski ni Bellingham ni Mbappé ni Lamine Yamal; aquí la estrella es Florentino.
Este sábado el máximo mandatario del Real Madrid representará a los blancos en Yeda. Y aquí está previsto que se reencuentre con Joan Laporta, con motivo de los actos institucionales de la previa del Clásico del domingo. Aún no se sabe si con cóctel entre directivas incluido, o no. Justo en una semana caldeada de polémicas. Será la primera vez que se les vean juntos tras su alianza silenciosa con el caso Dani Olmo.
Con la cautelarísima de fondo y todas las consecuencias del caso Olmo y Pau Víctor, que salpica a Liga, Federación, CSD y los clubes del fútbol profesional, la foto en Arabia entre ambos presidentes se espera con mucho morbo. Más aún cuando el madridismo le reprocha a Florentino su mutismo ante las peripecias de su eterno rival.
Laporta, por su parte, lleva días siendo protagonista en Yeda. Perdió los papeles en el estadio King Abdullah por partida doble, al festejar la decisión que el Consejo Superior de Deportes tomó en favor del Barça por las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor. En primer lugar, el presidente del club azulgrana celebró airadamente su triunfo a su encuentro con la directiva culé, con un comportamiento cuestionable, tal y como recogieron las cámaras de Esport3, con gritos y un corte de mangas. Después, y ya en el palco del campo, volvió a dejarse llevar por la euforia y cruzó la línea de la falta de respeto.
Después de darles un abrazo a Dani Olmo y Pau Víctor, sentados cerca del trono en el que iba a instalarse, el mandatario, fuera de sí y exaltado, comenzó a lanzar insultos al aire, gritos, a hacer aspavientos y a tener un comportamiento poco adecuado con presidentes de territoriales o protocolo de la RFEF. "Sinvergüenzas", llegó a decir, según afirman testigos presentes (y muy sorprendidos) en la zona privilegiada del estadio. Hubo momentos de tensión.
La reacción del fútbol español no se hizo de rogar. Louzán, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, estudia tomar medidas ante el comportamiento de Laporta, LaLiga ha recurrido la cautelar y varios clubes de Primera, entre los que se encuentra el Atlético de Madrid, han emitido comunicados mostrando su indignación por la resolución del Caso Olmo. Entre ellos, ni está ni se espera al Real Madrid.
'Amigos' en un momento delicado
Y eso enerva a la hinchada blanca. Muy molesta por no ver a su club reaccionar ante lo que consideran una injusticia. En la entidad merengue no planean publicar ningún comunicado al respecto y Florentino Pérez mantiene una postura muy clara: no dañar al Barça. "Al Barcelona hay que dejarlo tranquilo: es nuestro socio, no un rival", dijo el propio presidente del Madrid en un cóctel de ambiente distendido en los últimos meses. En el Bernabéu se prima lo estratégico y hace ya tiempo que se dejó la enemistad deportiva con los culés en un segundo plano.
En el Barça allanan el mismo camino. Y en un acto, también reciente, Laporta llegó a confesar: "La relación con el Real Madrid es genial. Y siempre lo será". Ambos equipos se necesitan, con la Superliga en el horizonte y como explicación a todos sus nexos de unión.