Raúl Asencio saca las garras y entierra para siempre las dudas que hubo en el Real Madrid por su carácter
Fuentes del club aseguran a Relevo que en la cantera le faltaba presencia, pero que la ha conseguido en los últimos años.

Raúl Asencio (21 años) fue protagonista en la tangana final del Real Madrid-Mallorca. El central salió por un golpe en la cabeza de Tchouameni y desde sus primeras acciones demostró estar concentrado y agresivo para cortar cada acción de peligro del rival. Incluso se le vio jaleando a la grada después de una buena intervención.
Con el gol de Rodrygo y el pitido del árbitro entró en el ojo del huracán encarándose con jugadores rivales como Morlanes o Dani Rodríguez. Maffeo le llegó a decir "vete a difundir vídeos", en relación al caso que sigue abierto sobre un presunto delito de revelación de secretos de índole sexual en el que estuvieron implicados cuatro canteranos blancos, entre ellos el canario, que ni siquiera estaba en el lugar de los hechos y que, salvo gran sorpresa, no será juzgado por decisión del juez y sólo sigue como testigo, como publicó Relevo. El de Las Palmas, al recibir el ataque de Maffeo, le tiraba besos desde la distancia y le contestaba. "Tira para allá, que eres muy malo", gritaba.
Este carácter fue aplaudido por parte del madridismo, aunque no gustó a todos. Lo que resulta más curioso es que en sus primeros años en Valdebebas, donde llegó con 14 años, los informes indicaban que necesitaba mejorar en este aspecto, según comentan fuentes del club a Relevo. Afirmaban que le faltaba presencia sobre el terreno de juego, incluso algo de agresividad. Mezclar su buen nivel defensivo con más personalidad.
Esto pudo costarle seguir o no en el Real Madrid. Hubo algún año en el que se puso en duda si, sin ese carácter, podría llegar al nivel que ahora demuestra en el primer equipo. Sin embargo, se puso por delante sus grandes dotes defensivas y con el paso de los años fue evolucionando. Ya en juveniles empezó a convertirse en otra persona, incluso en un líder, y en los últimos años ha terminado de erigirse como tal.
Bien es cierto que otras personas que pudieron seguir muy de cerca a Asencio aseguraban que sí tenía ese toque de 'locura' que sacaba a relucir en algunos partidos. Que por momentos se mostraba desafiante con los rivales, consciente de que era superior a la mayoría de delanteros a los que se enfrentaba. Una muestra en categorías inferiores de lo que ahora enseña como jugador de élite.
Aunque a Ancelotti no es de los que aplaude que sus chicos se metan en líos, le ha gustado la personalidad que su nuevo pupilo ha demostrado sobre el campo. No para encarase a rivales, sino para frenarlos con suficiencia. Liverpool, Bilbao y ahora Yeda demuestran que Asencio está preparado para plantarla cara a cualquiera.