83 minutos que no parecieron un debut: Mbappé fue 'príncipe' e hizo pareja con Bellingham
El astro francés se estrenó con gol y título en su primer partido con la camiseta del Real Madrid.
Varsovia-. Kylian Mbappé sigue sin ponerse nervioso. Ya no hay marcha atrás. Tras su presentación con el Real Madrid, en la que manejó a las mil maravillas la escena, llegó su debut de blanco. Y tampoco. Ni un solo nervio. El francés salió a calentar al césped del Estadio Nacional de Varsovia como si nada. Como si de un día más se tratara. Y eso que era el primero.
Saltó al campo con botas amarillas y pronto se juntó con Jude Bellingham. Fue su pareja para los primeros ejercicios de pase, y justo fue el británico el que le regaló su primer gol en el Real Madrid. Mbappé se movía suelto y con calma en el calentamiento. En la grada, todo lo contrario.
Kylian destacó como el más aclamado por la afición merengue desplazada a Polonia. Su nombre resonó doble en la megafonía del estadio, las cámaras le buscaban y él también a ellas. En los segundos previos a que empezara el partido, Mbappé se quedó solo en el centro del campo, como si supiera y disfrutara que él era el protagonista.
Mbappé y Bellingham, compañeros de calentamiento. @relevo pic.twitter.com/xeCnC7IoHO
— Rodra (@Rodra10_97) August 14, 2024
Se colocó en la posición de delantero centro y esa será su posición. Su primer partido ya sirvió para mostrar su camino en el Real Madrid: jugará de 'nueve', con la misión de batir todos los récords goleadores. La banda izquierda ya está ocupada por la figura de Vinicius Junior.
"No hay ni príncipes ni reyes", dijo Ancelotti en la previa de la final de la Supercopa. Pero contra la Atalanta Vinicius demostró que por ahora él es el rey de este equipo junto a Bellingham, aunque haya llegado un príncipe llamado Mbappé al once titular del Real Madrid.
Bellingham, precisamente, fue el asistente de Mbappé en su primer gol de blanco. Y el atacante galo salió corriendo a abrazarle en la celebración. Rüdiger se dedicó a darle golpes en el culo mientras festejaban. No hacen falta más pruebas: ya es uno más del grupo.
Mbappé también dejó claro el día de su estreno que no va de divo. No tuvo ni un gesto de más, se dedicó a presionar y a sumar, sonrió con sus compañeros y ya saborea su primer título europeo. Tras siete años en el PSG no ganó ni uno; en el Real Madrid ya guarda la Supercopa de Europa en su casillero.
"Es una gran noche. Esperaba este momento desde hace mucho tiempo, quería jugar con este escudo. Es un gran momento para mí. Aquí tenemos que ganar siempre. Estoy feliz por el gol en el primer partido, pero más por el placer de jugar. Tenía muchas ganas de jugar con mis compañeros", dijo el francés a las cámaras de Movistar +.
En el minuto 83 fue sustituido, y pareció que llevase jugando muchos años en el Real Madrid. No pareció un debut. Sólo el primer día de una historia que amenaza con estar repleta de goles y títulos. Como la de este 14 de agosto en Varsovia.