JORNADA PARA LOS ÁRBITROS

Otra semana infernal para los árbitros: Ultras Sur la vuelve a liar, una madre agrede en alevines, escupitajos en la cabeza y amenazas con un cuchillo

El fútbol español vuelve a protagonizar una jornada bochornosa con amenazas y tibieza de los clubes.

La roja a Muriqi./EFE
La roja a Muriqi. EFE
Jonás Pérez

Jonás Pérez

Una semana más tenemos mucho que reflexionar en el fútbol español. Un nuevo compendio de incidentes han sacado la peor cara de nuestra sociedad. Le damos demasiada normalidad a actos delictivos que jamás deberían ocurrir y menos con un balón de por medio. Este fin de semana ha habido escupitajos desde gradas, un entrenador de niños dando un cabezazo a un árbitro sin consecuencias o el conocido grupo radical Ultras Sur llevando un partido a su detención. Y ha vuelto a ver lío con el Sant Andreu. Por resumir en unas líneas, ya que podréis apreciar a continuación que los casos a lamentar se cuentan a montones.

Primera División es casi un oasis en los últimos tiempos. El Getafe-Valladolid puede suponer la excepción. Pezzolano fue expulsado por doble amarilla. La segunda de ellas fue por encararse con Bordalás en el túnel de vestuarios. El colegiado lo saldó con la amonestación más simple y los protagonistas no quisieron dar muchos más detalles, por lo que parece que no fue un incidente de gravedad.

Tampoco se lio en exceso para lo que se podría en el peculiar Las Palmas-Mallorca. El VAR avisó a Muñiz Ruiz de una peineta de Muriqi a Jaime Mata, algo que no había ocurrido hasta ahora. El colegiado, muy criticado en redes sociales, expulsó al kosovar, amonestó al delantero y señaló libre indirecta porque primero llegó la provocación del jugador local. Ahí acabó marcando el conjunto bermellón ante una sensación de incredulidad generalizada. Quizás por ello se mostraron más sosegados de lo que podría parecer normal en un caso tan sonado. Eso sí, Andrés Pérez Guerra, trabajador de Las Palmas, se dirigió a los colegiados con un "vaya robo" en el túnel de vestuarios.

La calma de Primera División también se replica en Segunda, donde poco hay que destacar más allá de la roja a Javier Manjarín, ayudante del Racing de Ferrol, por dirigirse al colegiado en los siguientes términos: "Es una vergüenza". Ojalá poder decir que en Primera Federación ocurre lo mismo, aunque no es el caso. Antes de dar el paso a la tensión, varias curiosidades del Arenteiro-Osasuna Promesas: Diego Espejo entró por error con el dorsal 34 cuando suele llevar el 18 y los árbitros no pudieron ducharse por un problema en el calentador.

La lluvia de papel higiénico

En el Tarazona-Celta Fortuna la tensión fue a más. Juanma Barrero fue expulsado por dirigirse a gritos al asistente diciendo: "Es una puta vergüenza, es una puta vergüenza". El Grupo I fue tranquilo en relación al segundo, donde pasó de todo. Pablo Álvarez vio la roja en el Alcorcón-Algeciras por dirigirse al gritos al colegiado: "¡Vaya arbitraje, vaya arbitraje!". José Juan Romero, en la misma línea, gritó: "¡Qué vergüenza, qué vergüenza". Sin embargo, Manrique Antequera decidió perdonarlo y dejar su castigo solo en amarilla.

El acta del Marbella-Yeclano fue eterna, de las más largas, si no la que más, de toda la jornada. Alberto Soto vio la roja por dar un codazo en el estómago a un rival, Carlos Tornero también se fue pronto a los vestuarios por correr protestando y chocando con el asistente. Los colegiados desvelan también que no está protegido el camino de los vestuarios y el vallado de la publicidad está demasiado cerca de las porterías. Nimiedades antes de desvelar que el partido comenzó tarde por tirar rollos de papel higiénico al campo. Después, se cayó una valla en la celebración de un gol, sin daños humanos. Una vez más, en el 57', se volvieron a lanzar rollos de papel higiénico. Se inició el protocolo y sirvió de poco: ocurrió de nuevo y el asistente esquivó uno que iba rumbo a su cabeza. Tal y como marca el sistema, el partido se tuvo que suspender durante diez minutos, antes de que el público cesara definitivamente su comportamiento.

En el Betis Deportivo-Antequera, otras dos tazas: Rafa Morales y Daniel Lima, ambos miembros del cuerpo técnico del equipo visitante, fueron expulsados por excesivas protestas. El primero protestó a voz de grito: "Vaya tela, vaya tela, cómo os habéis equivocado". El segundo también reclamó a pleno pulmón: "Esto es increíble, cómo la habéis liado".

Ultras Sur vuelve a actuar

El Fuenlabrada-Real Madrid Castilla ya había dado que hablar en la previa por la posibilidad de que el filial madridista cometiera alineación indebida por no contar con los suficientes jugadores disponibles para conformar un once de garantías. Raúl pudo salvar la papeleta finalmente y su partido fue noticia por otro asunto que lamentar. Ultras Sur, grupo ultra que en su día expulsó el club blanco, pudo acceder al Fernando Torres y su comportamiento dejó que desear.

En el 6', el encuentro tuvo que detenerse durante dos minutos por el encendido de dos bengalas que impedían la visión del asistente. El colegiado Palomares Gutiérrez data en cien personas los implicados y los unifica bajo el nombre de este grupo ultra después de que mostraran una pancarta con el lema en gigante 'ULTRAS SUR'. Continuó el partido con normalidad y no hubo que lamentar más incidentes.

Completa el 'show' del grupo, Abel Gómez, entrenador del Recreativo de Huelva, que decidió encararse con el cuarto árbitro tras ser expulsado. Se acercó a escasos centímetros de él, gritando a viva voz, señalando con el dedo "en actitud intimidatoria" y diciéndole: "Estás siendo muy injusto conmigo". No contento con eso, dio una patada de forma violenta a un balón en dirección a los vestuarios. Le caerá sanción.

“Malísimo, esto es una vergüenza”

En Segunda Federación también tuvo lo suyo. En el Utebo-Tudelano, el técnico Jonatan Risueño vio la roja aunque los suyos no lo notaron en demasía. Principalmente por esto: "Una vez expulsado permaneció en las instalaciones deportivas en la zona de la grada lateral de banquillos haciendo caso omiso a mis indicaciones de que abandonara la misma". Ramírez Marco tampoco fue especialmente respetado en el Real Sociedad C-Alfaro. Mario León, expulsado por dar una patada sin balón, se rebotó y gritó: "Eres malísimo, esto es una vergüenza. Sois muy malos".

Otro capítulo más de lanzamiento de objetos en el Almería B-UCAM Murcia. En el descuento, se lanzó una botella al terreno de juego, con líquido y tapón. No impactó en nadie. Como corresponde, se activó el protocolo, pero no había megafonía. Conclusión: el colegiado reunió a los entrenadores para informarles de lo que había y que suspendería el partido si volvía a ocurrir. Dos minutos y medio de parón en consecuencia. Y otra expulsión más para cerrar el Grupo 4 de Segunda Federación: Juan Carlos Giménez, por gritar y gesticular en demasía.

Escupitajos que dan a los árbitros

Vaya fin de semana. Y lo que aún queda por contar. En el Coria-Guadalajara, Luis Telles se marchó antes de tiempo a los vestuarios por gritar al asistente: "¡Es increíble lo malos que sois!". Era una forma de hablar lo del vestuario, ya que se quedó justo en la bocana, haciendo caso omiso a las indicaciones de los árbitros. En ese mismo minuto, Raimundo Rosa, del Coria, también se tuvo que marchar por gritar al asistente: "¡Qué te ha dicho para que lo expulses, qué te ha dicho, hostias!".

Una vez expulsado, enfureció todavía más. Encarado a escasa distancia del rostro del asistente, grita: "Que me digas qué te ha dicho para que lo expulses, hostias". Le tuvieron que separar miembros del banquillo para evitar males mayores. Desde la grada también lo vivieron con tensión. Tanto que cuando los árbitros se estaba dirigiendo al túnel de vestuarios, cayeron varios escupitajos y dos de ellos impactaron sobre la cabeza y el pecho del asistente.

Visto esto, parece poca cosa que dos técnicos del Navalcarnero (Óscar Martínez y Roberto Ortega) vieran la roja en su partido ante la Unión Deportiva Melilla por protestar en exceso.

Racismo, escupitajos que golpean a jugadores y árbitros y un “tengo un cuchillo, te voy a matar”

Toca el capítulo semanal de escándalos en el Grupo III. El Lleida Esportiu-Badalona Futur vivió un presunto incidente racista. Según revela el acta, en el minuto 60 de partido, Yaroslav Meykher, portero ucraniano del Badalona Futur, comunica al árbitro que está recibiendo insultos racistas del fondo, donde se identifican aficionados locales. El partido se detuvo durante dos minutos y no se volvió a repetir. Cabe recordar que no tienen por qué haber existido porque a los colegiados no les consta: solo la denuncia del afectado.

Y hubo otra vez un enorme lío con el Sant Andreu. A los 89 minutos, el fondo norte del Sant Andreu lanzó varios escupitajos sobre el portero visitante y le dieron varios en la cabeza y la espalda. Se pidió por megafonía que parasen, pero no hicieron demasiado caso. En el tiempo de descuento, vuelve a ocurrir y se comunica una vez más. Pero el público no parece especialmente arrepentido y un asistente recibe la siguiente amenaza por parte de un individuo: "Tengo un cuchillo, te voy a matar".

Este mismo asistente recibió entonces escupitajos, impactándole. Dado lo ocurrido, el partido se suspendió. Tras minutos de tensión, se reanudó sin que ya ocurriese nada. Incomprensiblemente, se calmaron los radicales. Desgraciadamente, todo apunta a que volverán a actuar en semanas próximas.

El entrenador al que no echan tras intentar un cabezazo al árbitro en juveniles y la madre que agrede en alevines

Esto ha ocurrido en las cuatro principales categorías del fútbol español, pero no es lo único. Desgraciadamente, allá donde haya un balón se da rienda suelta a comportamientos de lo más desagradables. En un partido de ALEVINES (entiéndase la mayúscula como una forma de verbalizar el despropósito), una madre de un chico del Español de Albolote entró al terreno de juego a agredir al árbitro en el partido ante el Alhendín. Vaya ejemplo:

Y atención a esta última para terminar. El entrenador del Atlético Espeleño juvenil se encaró con el colegiado y tras ver tarjeta amarilla, le intentó dar un pelotazo, se encaró a él y le profirió un cabezazo que afortunadamente no le pasó factura. Juvenil. Otro gran ejemplo para los chicos a los que entrena.

El vídeo es motivo suficiente para que el entrenador no vuelva a ejercer o, al menos, reciba un severo castigo. Sin embargo, el Atlético Espeleño emitió un comunicado bastante tibio que se reproduce a continuación:

"Desde nuestro club queremos elevar nuestra disculpa por lo acontecido en el partido de juveniles celebrado este sábado. Una vez hablado con nuestro entrenador nos consta que asume la responsabilidad del momento de nerviosismo que sufrió y que le llevó a encararse con el árbitro. Su actitud de arrepentimiento es total, como el reconocimiento de su equivocación.

Como institución lamentamos lo acontecido, somos un club muy humilde, todo nos cuesta "Dios y ayuda" y desde nuestra creación hemos intentando que la humildad, el esfuerzo y el respeto sean nuestras señas de identidad. Este hecho aislado no puede ni debe empañar el nombre ni la historia de nuestro club y por supuesto que se tomarán las medidas adecuadas para que no vuelva a suceder".

Parece ser que un "momento de nerviosismo" justifica lo ocurrido. Por supuesto, se arrepiente. Como no podía ser de otra manera. Queda por ver si ese último lema del Atlético Espeleño se acaba traduciendo en su destitución o todo continúa como si aquí no hubiera pasado nada. Lo que faltaba ya para esta semana de infierno para el cuerpo arbitral.

Así se dio la jornada arbitral en las cuatro principales categorías del fútbol español. Desde Relevo, no hemos detectado más episodios de especial gravedad en Tercera Federación o fútbol base, lo que no quiere decir que no existan. En caso de que conozcas alguno, háznoslo saber a través de nuestras redes sociales.