SEGUNDA RFEF

¿Cuánto cuesta y cómo se compra una plaza en el fútbol español?

El Andorra de Piqué, el Badalona Futur de Freixa o el Madrid de Florentino lo hicieron en su día.

Piqué, con la camiseta del Andorra. /EFE
Piqué, con la camiseta del Andorra. EFE
Marc Mosull

Marc Mosull

El martes 23 de julio se sorteará el calendario de la Segunda Federación 2024-25 en la Ciudad del Fútbol de las Rozas. A muy pocos días para que se conozca el orden de todos los partidos del curso en la cuarta categoría del fútbol nacional, todavía faltan por concretar algunos de los equipos que entrarán en el bombo.

La plaza del CD Ursaria, descendido administrativamente a Tercera RFEF por impagos, todavía no se ha adjudicado; también existen muchas dudas acerca de la viabilidad y la continuidad del Badalona Futur de Toni Freixa, aunque su caso es algo distinto.

En Tercera Federación también hay dos plazas en liza que todavía no se han adjudicado. Son las del Vélez, el decano de Málaga que ha sido descendido de manera administrativa por las deudas que tiene con sus jugadores, y el Mar Menor, también relegado por impagos.

Pero, ¿cómo se compra una plaza en el fútbol español? Básicamente, hay dos maneras para hacerlo: a través de la RFEF o directamente negociando con el club vendedor -siempre y cuando esté en condiciones de hacerlo-, aunque esta fórmula implica mucho más que la adquisición del simple derecho de competir en una categoría.

Compra de una plaza vía RFEF

El caso del Ursaria, el Vélez o el Mar Menor responde al primer supuesto: cuando se libera una plaza por un descenso administrativo o la disolución de un equipo, esta pasa a manos de la RFEF, que fija los criterios para comprarla y establece un precio basándose en las deudas de la entidad. Entonces, se abre un proceso para que los clubs opten a ella. Si nadie puede asumir el montante en el plazo determinado, se reduce a la mitad. Ya explicamos detalladamente en Relevo cómo funciona el proceso y cómo se determina qué equipo aspirante se queda con la plaza.

Contamos también que la plaza del Ursaria cuesta 208.541,57 euros y la del Vélez y el Mar Menor, de categoría inferior, parte de una base de 255.033,38 euros. Es paradójico, pero tiene una explicación. Por cierto, en primera instancia nadie pujó por la plaza del conjunto murciano y su precio fue reducido a 127.516,69 euros. En los próximos días deberían resolverse las tres incógnitas.

Esta primera fórmula, la de comprar una plaza que pone a la venta la RFEF, fue la elegida por el Andorra de Piqué para ascender administrativamente a Segunda B en 2019 al sustituir al Reus, que fue descendido a Tercera y, meses más tarde, disuelto por decreto del juez ante la inexistencia de propuestas viables para saldar las deudas acumuladas con los acreedores. En aquella ocasión, el Andorra pagó los 452.022 euros fijados por la Federación, que eligió al conjunto del Principado por delante del Zamora y el Intercity alicantino.

En 2022, también el Estepona ascendió a Segunda RFEF de este modo, tras pagar 512.000 euros por la plaza del desaparecido Extremadura que, inicialmente, salió a la venta por más de dos millones de euros.

Fusión por absorción

La otra manera de adquirir una plaza es, directamente, comprar un club. La fórmula jurídica más habitual para hacerlo es la fusión por absorción, lo cual le otorga a la entidad absorbente la totalidad de los derechos y obligaciones de la sociedad absorbida. La plaza en una categoría concreta es un derecho, por ejemplo, y las deudas contraídas, una obligación. Dado que es un negocio entre dos empresas -clubes, en este caso-, que debe ser aceptado en asamblea, el precio lo pactan entre ambas partes.

A veces, ese precio es lo de menos. Sin ir más lejos, el Badalona Futur salió a la venta por un euro hace justo un año. Eso sí, con la condición de que el nuevo comprador asumiera el pago de las deudas, que ascendían a 600.000 euros. Ya explicamos en Relevo que el Atlètic Lleida tenía el compromiso de adquirirlo, pero finalmente se echó atrás.

Recientemente, también se lo planteó el Hospitalet y así lo anunció a sus socios, pero descartó tal posibilidad porque, entre otros motivos, advirtieron que, más allá de la deuda, existía una demanda del CF Badalona al Badalona Futur que podía materializarse en un millón de euros. En su día, por cierto, el Badalona se fusionó por absorción con el Llagostera, dando lugar al actual Badalona Futur, cuyo futuro está en el aire. Los próximos días también serán claves.

El caso del Madrid y el Andorra

El Andorra de Piqué también ha adquirido una plaza por medio de una fusión. Lo hizo a finales del mes pasado al absorber el Artesa de Lleida a través del Gimnàstic de Manresa, un club formador de la Cataluña central comprado en 2020 por el grupo Kosmos, que desde entonces funciona como cantera del Andorra, pese a que compite bajo otro nombre.

El Gimnàstic de Manresa no tenía primer equipo, pero sí que lo tendrá a partir de la temporada que viene: sustituirá en Primera Catalana al citado Artesa de Lleida, que ya no existirá como tal, tras asumir su deuda de 18.000 euros. Este nuevo equipo, que jugará en la séptima categoría nacional, funcionará como nuevo filial del Andorra, pues el actual compite en Tercera Catalana.

En su día, también el Real Madrid utilizó esta solución para tener presencia en la Liga F. En lugar de crear un club desde cero, Florentino Pérez optó por absorber el CD Tacón previo pago de algo menos de medio millón de euros, en la que fue otra de las recientes operaciones del fútbol nacional para adquirir una plaza en la estructura de ligas de la Federación, una práctica cada vez más habitual en España.