El Real Madrid pasa de fusionar al Tacon a devorarlo

Noviembre siempre es especial para el fútbol femenino en el Real Madrid. Y no sólo porque hoy se disputa un nuevo Clásico en el Alfredo Di Stéfano (18:00h), el más igualado a priori desde que se miden en el mundo profesional. Durante un mes como éste, de hace ya nueve temporadas, empezó a gestarse un proyecto que la mayoría demandaba y que ahora ha puesto al club blanco en otra dimensión. Con un apoyo incondicional y, eso sí, reduciendo a su mínima expresión a aquel Tacon que fue absorbido oficialmente, tras un parto lento y doloroso, hace poco más de dos años.

Los datos están ahí. Si el 14 de septiembre de 2019, fecha en la que la Asamblea de Compromisarios aprobó la operación que luego se hizo efectiva el 1 de julio de 2020, entraron por la puerta de Valdebebas 68 miembros del Tacón, ahora quedan simplemente 12 supervivientes entre directivos, técnicos, ayudantes y jugadoras de diferentes categorías. Sólo tres en el primer equipo. Si en esos ilusionantes inicios el 68% de la cantera femenina estaba compuesto por promesas del extinto club de barrio, ese porcentaje se ha reducido en estos momentos al 11,9%. Y lo que queda. Son las consecuencias del "distanciamiento" del Tacon, como muchos familiares de las promesas consultados han notado en este tiempo, y también de la búsqueda de la excelencia con fichajes de tronío para recortar distancias con la locomotora que es el Barça. Con la llegada de Solari a los mandos de la Ciudad Deportiva no se descartan nuevas bajas en pocos meses. Ya sea por finalización de contrato (varios de ellos en junio de 2023) y, en algún otro caso, por la renovación de la confianza en los puestos de mando.

Para comprender esta difuminación del Tacon dentro del Real Madrid hay que remontarse al pasado, aunque sus protagonistas prefieran no pronunciarse públicamente. A mediados de octubre de 2013 Ana Rossell, actual directora deportiva del Real Madrid femenino, y Manuel Merinero, exdirector de cantera, se atrevieron a desafiar a Florentino Pérez en un partido del Castilla en Valdebebas. La complicidad entre estos dos visionarios era plena, pues eran vecinos de Pinar de Chamartín y habían coincidido en el mismo colegio. Así, repletos de valor y aprovechando la cercanía de un miembro de seguridad, le entregaron un papel con una inscripción para que se lo hiciera llegar al presidente, que estaba en el palco. El mensaje venía a decir algo así: "Si fichaste al mejor futbolista del mundo con una servilleta [por Zidane], de la misma manera te decimos que el mejor club del mundo no puede estar sin equipo femenino". El objetivo de llamar la atención se cumplió, como ya se sabe. De hecho, el documental Un sueño Real, relata varios detalles elegidos con mimo. De lo que no se conoce tanto es del camino hasta hoy.

Sólo dos semanas después de aquella servilleta, la secretaria de José Ángel Sánchez, director general del Madrid, telefoneó a Rossell para darle la alegría de su vida justo el día en el que había fallecido su padre. El club quería conocer de primera mano ese embriagador proyecto. Tras la suspensión en primera instancia de esa cita en el Bernabéu, a finales de noviembre JAS (así se conoce a la mano derecha de Florentino) recibió a Ana Rossell y a Merinero. Estos, tan agitados como esperanzados, le explicaron exhaustivamente sus planes para el futuro con una presentación titulada "11 motivos por los que el Real Madrid debe tener equipo femenino". 

JAS quedó tocado por la seguridad de sus interlocutores, les hizo ver con tacto que no era el momento para dar el paso y, para contrarrestar el frenazo, nombró a un responsable para que se mantuviesen las negociaciones. Quizás lo que no sabía todavía el dirigente ni nadie en la planta noble del Madrid es que tanto Rossell como Merinero andaban entonces involucrados en "Valores por el Madridismo", una asociación que había nacido como plataforma opositora a Florentino con Carlos Mendoza a la cabeza. Ni se imaginaban que, después, ella iba a ser contratada como empleada y posteriormente como asesora externa de LaLiga de Javier Tebas, el azote del Madrid.

El feedback de JAS dejó fríos a estos promotores, así que decidieron plasmar ese boceto de forma independiente al Madrid, mientras Florentino se animaba. Rossell, exfutbolista y una de las grandes luchadoras para catapultar a su lugar actual al fútbol femenino, dejó su trabajo en la empresa de aduanas ABQ para meterse de lleno en la gerencia a través de la Asociación de Deportistas Españoles, que presidió Cayetano Martínez de Irujo y que se enfrentó a Rubiales en los tribunales. Merinero hizo lo propio en ese 2014 con la compañía de movilidad eléctrica en la que era director de desarrollo de negocio. Ambos se pusieron manos a la obra, crearon una academia de tecnificación en el colegio El Recuerdo bajo las siglas AR10 y se movieron para integrarse en el Canillas en la temporada 2014-15 con la idea de gestionar un equipo femenino. Su primer entrenador fue Kenio González, ahora campeón del mundo con la Selección Sub-17, y quedaron subcampeones por detrás del Madrid CFF. Ahí comenzaron a aparecer a menudo en escena. Justo lo que pretendían.

Al año siguiente (15-16) se trasladaron al campo de Las Cárcavas, que reformaron, bajo la misma denominación de Canillas, con Diego Camacho como técnico. Y ya en la campaña 16-17 crearon el Tacon (al principio con tilde, en clara alusión al complemento femenino, y luego sin ella alegando, agobiados, que es un acrónimo para huir de polémicas innecesarias). Luis Rox era el tercer socio que se unió a la causa pero desapareció muy pronto del mapa. Sólo fue necesario para la constitución de la entidad. René Ramos, agente y hermano de Sergio Ramos, aportó 90.000 euros para impulsarles y pasó a ser su vicepresidente durante un año.

El Tacon logró entonces el subcampeonato con Marta Tejedor en el banquillo. Pero no era suficiente. Quería derribar la puerta del Madrid como un día dijo Camacho y, para ello, era necesario ascender a la primera categoría. En la 17-18, con la misma entrenadora, dieron un paso más y quedaron campeones. Pero cayeron en el playoff ante el Logroño. La prioritaria misión no podía detenerse, así que contrataron a David Aznar, con quien llegó el premio en la temporada 2018-19. Ganaron el partido decisivo al Santa Teresa y por fin se abrazaron a la élite.

Sólo unos días después, uno de los hermanos de Florentino Pérez, Enrique, llamó a Ana Rossell para informarle de que a finales de junio se comunicarían las intenciones de fusión del Real Madrid. El esfuerzo de tantos años por fin había merecido la pena. Y el Madrid tuvo suerte una vez que se convenció, porque desconocía un dato: ¡Desde febrero de ese curso la 'venta' del Tacon ya estaba apalabrada a un grupo inversor...! Trato que luego se rompió. El pacto era por una cantidad si ascendía y por otra, bastante inferior, si continuaba en la segunda categoría nacional.

La absorción del Madrid no fue inmediata. Como ha sucedido ahora con el C y el RSC Internacional. Fue necesario un año de transición porque el proyecto debía ser aprobado por los socios. La Asamblea no se podía convocar hasta septiembre, mientras que las inscripciones había que dejarlas obligatoriamente cerradas en agosto. Por eso, aunque de momento el Tacon mantuvo su nombre, se trasladó a Valdebebas en la temporada 2019-20 bajo el paraguas del Madrid (1,75 millones de euros de presupuesto) y hasta compitió con otra ropa que le entregó la entidad junto a un numeroso capital humano de la casa (fisios, psicólogos, utilleros...).

Al Real Madrid le vino bien ese tiempo de tanteo para requerir más información sobre el Tacon, y contrastarla, debido a que diversas informaciones periodísticas señalaban que la sociedad que gestionaba el club (Rosgran Sports -Ros de Rossell más Gran de Granados, su segundo apellido-, cuya marca era AR10 y donde también aparecía su madre) arrastraba deudas. En ese desembarco de transición del Tacon estuvieron Ana Rossell (como directora deportiva), Manuel Merinero (director de cantera), David Aznar (entrenador), Lidya Vizcaino (segunda entrenadora), Daniel Pérez del Campo (analista), Noe Morales (delegada tras colgar las botas) y Javier de la Casa (comunicación de cantera).

Otras 12 campeonas del ascenso también integraron el primer equipo: Sara Ezquerro, Joana, Samara, Lorena, Malena, Jessica Martínez, María Portolés, Marina Martínez, Lucía Suárez, Patri Carballo, Gema Prieto y Esther. Y quedaron décimas hasta el parón por la pandemia. A eso se sumaron todas las niñas que formaron parte de los otros equipos en la cantera (un filial, dos juveniles, un cadete, dos infantiles y un alevín). A 1 de julio de 2019 sólo Ana Rossell estaba inscrita como trabajadora del Real Madrid en plantilla. El resto cobraba del club a través del Tacon.

La desaparición del Tacon, vista desde el club como un proceso natural sin mala intención ni nada que ver con purgas, se aceleró desde que se hizo oficial la fusión por absorción, que no compra, algo prohibido por ley. Después de ese 1 de julio de 2020 histórico, en el que el Madrid pagó 300.000 euros por dar el paso, el Tacon se fue borrando poco a poco de la foto. En los puestos de mando siguieron en un principio los mismos pilares que habían aguantado la transición, hasta que comenzaron a caer. El caso más sonado, el de Manuel Merinero el 6 de julio de 2021, artífice de fichajes como los de Asllani, Jakobsson, Thaisa, Peter Babett, Marta Cardona o las campeonas Sub-17 Carla Camacho y Sofía Fuentes. Salió en noviembre de 2021, tras reconocer el Real Madrid un despido improcedente. Ahora es CEO de Rinmer Sport, asesor de clubes y propietario del Monte Soccer (Santander). Aznar, el entrenador, cedió su testigo a Toril por los malos resultados. Desde entonces no ha vuelto a dirigir y se le ve cada fin de semana viendo los partidos en la grada en esta etapa exitosa de su sustituto. Su ayudante, Irene Ferreras, fue destituida al acabar la temporada 21-22 y se marchó como primera entrenadora al Deportivo. Y del analista, otro cargo cercano a Aznar, también prescindieron.

Ana Rossell se mantiene, aunque cada vez tiene menos peso, según varias fuentes que han trabajado y trabajan a su lado. "Hay mucha gente alrededor del Madrid que, no se sabe bien por qué, reniega del Tacon", cuenta una exjugadora del equipo original a Relevo. Una anécdota que es vox populi podría reforzar esta teoría: el día de la aprobación oficial por la Asamblea, Florentino preguntó al acabar "dónde estaban los del Tacón", un directivo les fue a buscar al final del auditorio, entre el público, les acompañó a las primeras filas, donde el presidente les saludó de modo cortés y en unos segundos se despidió sin volver a verles mucho más. El mandamás pregunta frecuentemente por la sección, pero la realidad es que ha visto únicamente unos partidos en directo en tres años (ante el Atleti en la 20-21, contra el City en la 21-22...).

Hay quien señala, para explicar el distanciamiento con el Tacon, que la goleada que sufrió el equipo en el debut ante el Barça en el año del trasvase (9-1) dolió mucho por la imagen que el Madrid femenino, aún con el andamio puesto, ofreció al mundo entero. De hecho la directiva puso el grito en el cielo porque los dorsales de ese día llevaban serigrafiado el escudo del Madrid. A la siguiente jornada desapareció.

Lo cierto es que ahora, Ana Rossell ha viajado por su cuenta y no con el resto de la expedición en algunos de los últimos dos desplazamientos del equipo, e incluso antes ya tuvo que liquidar su empresa (AR10) el 4 de junio de 2021, una vez ya dentro del Madrid, por las incompatibilidades que señala el código ético del club. También era clave en los fichajes últimamente, con un gran ojo y mano de hierro, y esa parcela, según varios agentes, está ahora bajo una mayor dirección y supervisión de Juni Calafat y su equipo, que en un principio estaban sólo centrados en los equipos masculinos.

De las futbolistas que siguieron en la temporada 2020-21, la primera ya como Real Madrid a todos los efectos, sólo permanecieron ocho de las que ascendieron (cayeron Gema, Marina, y Lucía Suárez y Patri, que han dejado el fútbol). A ellas se unieron siete fichajes de esa temporada anterior en la que aún existía el Tacon (Asllani, Jakobsson, Thaisa, Lucía Suárez, Aurélie Kaci, Ari -que tenía ficha del filial y ahora está en el Barça- y Lorena Navarro). Pero casi todas han ido desapareciendo. En la 21-22 sólo quedaban cuatro. Y en ésta, donde el presupuesto se ha disparado a los seis millones y ya se puede fichar casi a dedo, únicamente queda Lorena Navarro, que no ha disputado aún ni un solo minuto en toda la temporada.

La aportación en la cantera del Tacon de entonces es, en estos momentos, menor. En 2020 el Madrid decidió reducir, siempre según las normas, los equipos que había heredado. Así que se quedó, además de con el de la Liga F, con un filial, un juvenil y un cadete. Si al principio 46 de las 67 canteranas venían del Tacon (68%), ahora quedan ocho futbolistas (11,9%): Andrea Rodríguez, Marina Salas y Paula Partido en el filial, donde ayer ninguna fue titular ante el Pradejón; Ana Salas, Paola Mikaela, María Bravo, Paula Cubero y Vitoria Rossi en el juvenil; y ninguna en el cadete.

Al Tacon no sólo se le ha caído la tilde en Valdebebas. Pasó de ser absorbido a verse devorado.