SEGUNDA RFEF

Se reanudó en Barcelona el "derbi de todos los derbis" que nadie pudo ver y que acabó 4-6

Europa y Sant Andreu disputaron los 43 minutos que restaban del encuentro aplazado el mes pasado.

El Europa - Sant Andreu se jugó a puerta cerrada. /RELEVO
El Europa - Sant Andreu se jugó a puerta cerrada. RELEVO
Marc Mosull

Marc Mosull

Unos minutos antes de las siete y media de la tarde del domingo 17 de noviembre, el colegiado balear Javier Sáiz Villares, por recomendación de Los Mossos d'Esquadra, puso fin al Europa-Sant Andreu de Segunda RFEF con 3-5 en el marcador y faltando todavía 43 minutos por disputarse. Se aplazaba el "derbi de todos los derbis" -así lo catalogó en la previa del encuentro Aday Benítez, míster escapulado- después de que tras el quinto local del Sant Andreu la valla del fondo donde estaba la afición visitante cediera y varios seguidores cuadribarrados se fueran al suelo, sin tener que lamentar heridos graves.

Ambiente en el derbi del mes de noviembre.

Antes de la suspensión, ya había pasado de todo; bengalas y ambiente de Primera en la previa a ambos lados de la calle, tifos en la grada, provocaciones y lanzamientos de objetos al césped que obligaron al árbitro a detener el encuentro unos minutos antes del descanso, y goles. Muchos goles. Tras el aplazamiento se vivieron momentos de tensión en la calle, con varias cargas policiales a un reducido grupo de aficionados locales, acusaciones cruzadas entre unos y otros, y denuncias públicas en contra del Ayuntamiento, responsable del estadio, que es municipal.

Un derbi más derbi que nunca. Y es que el Europa-Sant Andreu, el partido que enfrenta a la Vila de Gràcia contra el Poble del Palomar, es el partido más icónico del fútbol popular catalán y también uno de los más calientes.

Se reanudó a puerta vacía

Con la valla ya arreglada, 24 días después de que se iniciara, se reanudó el derbi de Barcelona; a las ocho y media del miércoles 11 de diciembre, coincidiendo en los últimos minutos con el inicio del trascendental encuentro del Barça en Dortmund de Champions League. Pero ningún seguidor lo pudo ver en directo porque la RFEF decretó que se disputara a puerta vacía, lo cual disgustó a ambos clubes, que mostraron su descontento a través de sendos comunicados y recurrieron la decisión, sin éxito. Se considera de ambos lados que la medida apunta contra sus aficiones y las criminaliza.

Aficionados del Europa animando fuera del estadio. RELEVO

Ambas aficiones, por cierto, estuvieron presentes aunque, evidentemente, fuera del estadio. Aproximadamente un centenar de seguidores del Europa, que prendieron bengalas y lanzaron fuegos artificiales, estuvieron animando fuera del campo, poniendo ruido y color a la fría noche barcelonesa. Y en la otra esquina, unos 50 hinchas del Sant Andreu, bajo la atenta mirada de la policía, también estuvieron animando a los suyos.

En el campo, apenas había un puñado de periodistas, y directivos y empleados de ambos clubes. En lo futbolístico, se volvieron a ver goles y muchas ocasiones. Del lado visitante anotó Lucas Viña y del local marcó Albert Martí en un encuentro que, 24 días después de comenzarse, terminó. Con 4-6. Tras el pitido final, los jugadores de ambos equipos celebraron desde el propio estadio con sus aficionados, fuera del campo.