"Pedían mi cabeza": transformó una Ávila inundada de carteles en su contra en un ascenso... ¡22 años después!

22 años. 8.030 días. 192.720 horas. 11.563.200 minutos. Esa travesía ha tenido que sufrir el Ávila para resurgir de sus cenizas. Una larga espera antes de volver a conseguir un ascenso y plantarse en Segunda RFEF. Un sueño que comenzó... en pesadilla. A la llegada de Joan Farias, su director deportivo, en noviembre de 2022, se oteó un horizonte esperanzador. Sin embargo, este decidió sustituir a Rubiato, un técnico muy querido en la ciudad, generando un clima tenso que desembocó incluso en carteles colgados por la ciudad pidiendo su dimisión.

Quién sabe si el idioma, quién sabe si la forma de entenderlo, quién sabe si un malentendido... El director deportivo expuso públicamente incluso que en un club hay jerarquías y que la marcha de Rubiato se debía a no meter a jugadores recién fichados en las alineaciones. ¿Debía la directiva dar esas directrices a un entrenador? ¿Realmente se le dieron?

Joan Farias lo niega. Atiende ahora a Relevo tras un año de resurgir que ha desembocado en un ascenso histórico para el Real Ávila y un cambio de tornas en el ambiente. Parte de responsabilidad tiene en ello: cambió cánticos de dimisión en admiración, carteles en aplausos y fichajes cuestionados en jugadores de referencia en la categoría.

Además, lleva la juventud por bandera. Con 29 años, es el director deportivo más joven de todo el fútbol español o, al menos, eso cree él. "Los haters en la ciudad… No es fácil", cuenta. Pero juntos han logrado acabar con la sequía y las metas son ambiciosas: "Mi sueño es llegar a Segunda División".

Cuando yo llegué aquí, en mi primera entrevista dije que en el momento en el que el proyecto fuera mío haría un equipo para ser primero de la Jornada 1 al final y que saldríamos campeones. Siempre lo he dicho igual. He hecho un equipo muy completo y no fue fácil. Traje jugadores que nadie conoce, los saqué de Preferente, de tal… Eran jugadores que conozco. El equipo ha demostrado lo que vale y la gente empezó a creer.

Llegué en noviembre en 2022, pero no quería cambiar nada porque ya estaba todo firmado con los jugadores. No podía hacer mucha cosa. Destituyo al entrenador que estaba. Cuando terminó la temporada, ya había estudiado al equipo. El inicio fue difícil porque había gente que llevaba aquí un cierto tiempo, no renuevo a jugadores que igual llevaban diez años, pero no los veía para el proyecto que teníamos. Los haters en la ciudad… No es fácil. Es una capital de provincia y la gente es muy muy fanática del club.

La destitución de Rubiato la tomé porque no veía que el equipo fuera a más. Con el cambio pensé que el equipo podía pelear en playoff, por el ascenso. Rubiato hizo su trabajo bien, pero el equipo no iba a más. Y a los jugadores no los renové por lo mismo. Eso te cansa mucho porque la ciudad ya estaba acostumbrada a ellos. Pero teníamos claros los objetivos cuando llegamos aquí. Teníamos que hacerlo.

No soy mucho de meterme en las redes, pero me ponían... (ríe) Como el peor. Tuve que aguantar. Tenía claro lo que quería hacer y seguíamos trabajando.

Unos que tenían mucho tiempo hicieron pegatinas por mi dimisión, algo así del fútbol negocio… Tenía claro lo que tenía que hacer. Yo traje a jugadores a este club y no podía dejarlos tirados. En ningún momento me planteé dimitir. He dicho en muchas entrevistas que si no conseguía ascender me iría, era mi palabra. Y es lo que ha pasado.

Al final mi idioma… Al no saber bien español, a veces hablo de una forma que la gente no entiende. Yo lo que dije es que en cualquier club hay jerarquías y que hay que entender eso. Yo en ningún momento le dije que pusiera a uno u otro. Había cosas que no veía. Yo trabajo en el fútbol con una idea. A lo mejor entendía él otra cosa. Hago sugerencias, puedo comentar que creo que puede ir mejor así. Ya está. Ellos ya tenían hecho su equipo y yo poca cosa podía hacer. A partir de ahí el proyecto ya era mío y yo era el principal responsable.

Fue que pedían mi cabeza. Metí a Chino Zapatera, que estaba por aquí. Cuando le destituimos no teníamos entrenador, nos reunimos con él por la tarde. Cogió un equipo que no conocía e hizo lo que pudo hacer. No era el entrenador que queríamos.

Claro. Empezamos la pretemporada, anuncié a gente y vi que no creían. Jugamos un partido contra el Leganés, empatamos; otro más… La gente ve que el primer partido es en Becerril y perdemos. La gente empezó a ser muy crítica, pero yo lo tenía claro. Desde entonces no perdimos más. La gente me empezó a tratar bien, me saludaban más en la grada. Es el fútbol al final.

Sé que si entrábamos en playoff era difícil. La única forma de subir era ser primeros y lo tenía claro. El Salamanca tiene un presupuesto altísimo, buenos jugadores, una plantilla muy muy buena. Nosotros teníamos que estar arriba desde el minuto 1. Cuando coges una buena dinámica, luego es más fácil.

La gente reaccionó mejor, vinieron a apoyar al equipo. Habíamos hecho ya grandes cosas juntos. Nunca tuve dudas del equipo. Siempre se coge algún pico a la baja…

Me asustaba que llevaran tanto tiempo sin ascender, un equipo de tantos años… Lo vi desde el inicio, que teníamos que ascender al equipo. Confié en los jugadores que traje.

Es una capital de provincia. Es un equipo que yo veía que le faltaba algo. 60.000 personas tiene la ciudad y la gente lo dejó un poco… Siempre era lo mismo, siempre estaban ahí, con el equipo en playoff. Es el equipo que lleva el nombre de la ciudad, eso es muy fuerte. Hablé con los dueños y les dije que era un club para ascender y hacer muchas cosas. Es centenario.

Como director deportivo es la primera. He hecho algo con el Manchego, pero directamente con el cargo no. He estado también de scout internacional… En los años que llevo en España, he adquirido experiencia del fútbol, he trabajado con el Leganés. He conocido todo, he ido a Portugal, he estado un par de años por la pandemia, volví… Quería encontrar un proyecto en el que realmente mereciera la pena invertir mi tiempo. Esa es mi historia.

Sí, recién cumplidos y el mejor regalo es el ascenso.

Creo que sí. Están los del Sanse, pero son mayores que yo. Ellos tienen 29 para 30.

Siempre me he involucrado con gente que ha creído en mí. En el Ávila conocían mi historia y cómo trabajo. No soy mucho de nombres, me gusta ver, conocer al jugador y dar oportunidad a jugadores que están en otras categorías. Prefiero apostar por los que yo vea que pueden tener nivel aunque no hayan tenido tanta oportunidad. En el equipo de este año, hay tres o cuatro jugadores que no conoce nadie aquí, otros de Preferente…

El lateral derecho que tenemos, Alpha, para mí es el mejor de la categoría y es un jugador que estaba en Preferente. Es el tipo de jugador por el que me gusta apostar. La gente que me contrató sabía de qué palo iba.

La gente cuando no te conoce te critica. Qué voy a decir, que si se fue injusto o no… Es el fútbol y son resultados. Cuando tienes resultados todos te quieren y cuando las cosas van mal no. La próxima temporada estaremos más tranquilos porque me conocen más y saben cómo trabajo. Pero el inicio no fue fácil, te escriben, no te ven bien… Es una capital de provincia y yo vivo aquí, te miraban…

Ahora es otra cosa. Ha cambiado. Es el resultado del fútbol.

Los dueños de este equipo son unos inversores suecos y uno de Valladolid. Son gente de fútbol. Lo que me han dicho es que hay que hacer un buen equipo para intentar ascender otra vez. Mi idea es ser ganador, me gusta competir. Yo voy a intentarlo otra vez.

Mi reto profesional es llegar por lo menos a Segunda División. Un proyecto a largo plazo, tranquilo. Ahora que me conocen más no me van a cuestionar por qué firmo a uno u otro. Es mucho trabajo, sí, pero como ya lo era cuando llegué aquí. Al principio no me conocían y tenía que aguantar… Mi meta es primero Primera RFEF y luego Segunda. La ciudad merece eso, es una capital de provincia, al lado de Madrid…

Entre Madrid y Barça y si no se puede… El mejor equipo. El Atleti o el Athletic. Siempre quiero ganar, llegar lo más lejos posible, pero para el Ávila es importante jugar contra un gran equipo.

La gente que me trajo aquí ya sabía de mi mentalidad. Quieren llegar lo más lejos posible. Era un equipo que estaba en Tercera desde hace no sé cuánto tiempo. El siguiente paso es pelear. Todo lo que venga, lo vamos a pelear. La Copa del Rey, el ascenso. Parece fácil llegar a Segunda RFEF, pero no.

Espero que la gente sí responda, porque hemos demostrado. Creemos en el club. Vamos a intentar hacer un equipo mejor. Si quieres ascender tienes que hacer un equipo de Primera RFEF jugando en Segunda RFEF. Y este año hemos hecho uno de Segunda RFEF jugando en Tercera RFEF. La gente nos está acompañando siempre, ha ido partido a partido y ha cambiado el chip. Hemos mejorado bastantes cosas, no solo lo deportivo, también la infraestructura del club.