Descubriendo a Rodrigo, el jugador sin redes que canta e imita bien: "De discreto y silencioso nada..."

"Es un chico que escucha". "Es un jugador súper ordenado". "Tiene un cociente de inteligencia bastante importante, algo parecido a ser superdotado". "Es una referencia a nivel futbolístico y es un chico súper educado. En todos los sentidos es un chico diez". "Estoy convencido de que va a ocupar cargos o estar en proyectos dentro del mundo del fútbol importantes, porque tiene la capacidad y la personalidad para ello". Podría decir que se refieren a Rodrigo Hernández (Madrid, 1996), el futbolista del Manchester City y de la Selección que este año ha visto su nombre escrito en el quinto peldaño del Balón de Oro después de ganar la primera Champions League de la historia citizen con un tanto suyo y después de levantar la Nations League, entre otros hitos, y estaríamos en lo cierto, pero ellos en verdad hablan más de Rodri. De su amigo, de su excompañero, del futbolista al que entrenaron en el Atlético de Madrid y el Villarreal.

Quienes nos desvelan cómo es la persona viajera licenciada en Administración y Dirección de Empresas, que cuenta chistes y que canta e imita muy bien que hay detrás del futbolista que lidera el centro del campo mundial a sus 27 años son Ximo Miralles, uno de sus mejores amigos de la cantera del Villarreal; Armando De la Morena, su último entrenador en la cantera del Atlético de Madrid; Javi Calleja, su primer y último técnico en el club groguet -en Juveniles primero y en Primera división después-; y Bruno Soriano, el exmediocentro del Submarino al que Rodri estaba llamado a suceder, como a Busquets en la Selección.

El colegio Kolbe de Villanueva de la Cañada (Madrid) vivió los inicios estudiantiles y futbolísticos de Rodri, aunque sus primeros pasos fueron en el fútbol sala. "Se le notaba que venía del fútbol sala, sobre todo, a nivel técnico. Era muy difícil, como ahora, que pierda balones. Es muy complicado porque tiene una calidad con ambas piernas muy buena, se perfila muy bien, juega a dos o tres toques, que parece fácil pero es bastante complicado. Parece que juega muy fácil, pero precisamente en el fútbol jugar fácil es lo más difícil", recuerda Armando De la Morena, quien durante 17 años fue entrenador en todas las categorías del fútbol base del Atlético de Madrid, donde coincidió con Rodri desde la llegada de éste en 2007, a los 11 años, en infantiles, tras un paso por el Rayo Majadahonda. "Era uno de los que llamaban la atención de esa quinta", dice De la Morena sobre una camada de la que también salieron, por ejemplo, los hermanos Theo y Lucas Hernández.

"Tuvo un poco de mala suerte. El primer partido que viene a jugar con nosotros en pretemporada, en un torneo que acabamos jugando la final contra el Real Madrid y que la ganamos, se lesiona el cúbito y el radio. Estamos en Urgencias del hospital de Majadahonda, porque le operaron, hasta las once y pico de la noche, con sus padres, con él, y ahí es cuando te empiezas a dar cuenta de su calidad humana. El chico, lógicamente, llorando porque el cúbito y el radio son tres meses que no puede jugar, más o menos, y su preocupación era que cuándo podía empezar a entrenar. De hecho, sin acabar del todo la recuperación ya se pone a correr. Se le veía corriendo cerca de Majadahonda, por parques. Él no quería perder el tiempo, y eso ya te llama mucho la atención de él", confiesa Armando, que fue su entrenador en la temporada 2012-2013, su último año formativo en el Atleti.

"Un periodo en el que aprobaba todo y con notazas. A él no había que decirle: 'Oye, como no te esfuerces en el colegio aquí en el fútbol es complicado'. Él lo tenía claro, que aunque quisiera ser futbolista, su educación y su formación al nivel de instituto y luego en la universidad iba a seguir. También con su familias tenía una vida súper estable, súper ordenada. Se les veía el cariño, que siempre estaban, una familia muy estructurada. Lo han ido apoyando durante toda su carrera, como es normal cuando las cosas son normales. También ha estado muy bien rodeado por la gente que a él le lleva, que a él le ha ido siguiendo los pasos. Por Pablo, su agente. Y él es un chico que escucha, que era muy importante a esas edades. Le decías cualquier cosa y quería aprender, quería rápidamente absorberlo para él y luego lo ponía en práctica. Es un poco también lo que diferencia a este tipo de jugadores", analiza De la Morena.

En el Atlético de Madrid militó entre 2007 y 2013, de los 11 a los 16 años, donde creció metafórica y literalmente, aunque esto segundo sigue generando controversia. "Fíjate lo grande que es ahora. Era un jugador que se desarrolló pequeño para lo que son los futbolistas a partir de infantiles y cadetes, pero sí llamaba la atención sobre todo la toma de decisiones. Era un jugador como ahora, que siempre está bien colocado, siempre da una línea de pase, luego tiene una muy buena toma de decisiones. Sobre todo al principio de su carrera era más un jugador que se posicionaba muy bien, tenía una buena toma de decisiones y siempre estaba dispuesto a que el balón se lo pasaran a él porque siempre quería la pelota. Eso te dice mucho del carácter que él tiene, de la personalidad, porque cuando otros chicos a su edad a veces cuando ven el partido un poco complicado como que no quieren mucho el balón. A él se le veía que continuamente quería el balón. Ahí es donde se marca la diferencia. Y luego, a partir de cadetes, para juveniles, desarrolló físicamente y también evolucionó a nivel ofensivo", explica De la Morena, que desmiente que la falta de altura de Rodri supusiera la salida del jugador del Atlético de Madrid, como siempre se ha dicho.

"El Villarreal le hizo una oferta muy buena y el Atlético de Madrid yo creo que ahí estuvo un poco despistado, sinceramente, y por eso se fue para allá. Yo lo tengo claro, no tengo duda, porque él ya en juveniles era uno de los más grandes del equipo. No fue por la altura, ni mucho menos. Y además en el Atleti no le echaron, no le echó nadie. Lo que pasa es que a él, lógicamente, le vino una muy buena opción del Villarreal, iba directamente al División de Honor Juvenil A, y yo creo que al fin y al cabo él decidió, y no le ha ido mal. Él quería ser futbolista a todas. Yo lo tenía clarísimo. En los entrenamientos se le veía, en cada partido, que él iba a poner todo de su parte para llegar a ser futbolista, y fíjate en el futbolista que se ha convertido", relata De la Morena sobre la salida de Rodri del Atleti, aunque su llegada al Villarreal tuvo un paso intermedio la temporada 2013/2014 por el C.D. Roda, que forma parte de la estructura del Villarreal para la formación de jóvenes futbolistas.

En ese junio de 2014 Rodri cumplió 18 años y empezó a cursar ADE en la Universidad Jaume I de Castellón. Y se mudó: se trasladó de la residencia del Villarreal a la residencia de la UJI, donde continuó con sus estudios mientras avanzaba aplicado en las dos carreras, la universitaria y la futbolística. Tras su paso por el Roda, llegó al Juvenil de División de Honor del conjunto groguet a las órdenes de Javi Calleja, actual entrenador del Levante. "No, no, no. Ahí ya me encuentro un Rodri crecido", dice el técnico madrileño entre risas cuando le pregunto si era bajito o no respecto a su 1,91m. actual. "Ahí ya tiene más o menos los mismos centímetros que ahora, no sé si habrá crecido algo más, pero ya es un Rodri hecho, prácticamente, un Rodri que físicamente ya llama la atención. Él es un jugador que por lo que me dijeron del Atlético de Madrid se había quedado un poco bajito y que por eso lo desestiman, y yo por lo menos ya cuando le tengo ya es un jugador alto, y aunque ha ido cogiendo cada vez más cuerpo, más fuerza, más físico, pero ya se le veía la capacidad de abarcar y de poder llegar a todos los lados de centrocampista", recuerda Calleja.

El técnico ejemplifica la personalidad de Rodri a la que aludía De la Morena en esta anécdota de la Copa de Campeones que logran ante el Espanyol en la temporada 2014-2015, en la que también se proclama campeón del Europeo Sub-19 a las órdenes de Luis De la Fuente. "Hizo una Copa de Campeones y una liga extraordinaria y en el último partido, que íbamos ganando 2-1, nos empatan en la última jugada, 2-2. Y tú veías cómo había influido en el resto, porque nos llevamos un palo en ese momento, porque ya lo teníamos prácticamente la mano para ser campeones de España, y a él le sale toda la rabia de dentro y empieza a tirar del equipo. Es el primero que empuja de la gente como diciendo: 'Esto no se nos escapa'. Levantó a todo el mundo. Y mira que es un chaval que suele ser callado en el vestuario, que no es de los que está bromeando y llama mucho la atención, no es un fanfarrón, sino que es un chico serio, pero tiene ese carácter diferencial a la hora de competir y cuando dice algo se le presta atención. Es el liderazgo silencioso, el del trabajo, el del ejemplo", recalca Javi Calleja.

Ximo se ríe cuando hablamos del liderazgo silencioso. El portero y el mediocentro de aquel Juvenil de División de Honor del Villarreal, al que llegan juntos desde el Roda, en el que compartirán otras dos temporadas y donde consolidarán una gran amistad, nos descubre a un Rodri divertido. "De discreto y silencioso nada. Le gusta imitar a la gente, contar chistes. Es uno de sus hobbies. De repente: 'Venga, te voy a contar un chiste', 'déjame que te cuente esto'. Sabe imitar, imita a todo el mundo, le encanta. Es imitador", cuenta también simpático Ximo, que prefiere no desvelar quiénes son los personajes imitados por el futbolista: 'Prefiero no decirlo. Le preguntas a él y que te lo cuente él. Y que te imite a alguien'.

Reímos como lo llevan haciendo ellos desde hace diez años, cuando el fútbol y los estudios enlazaron sus vidas. "Él estudiaba y mi hermano gemelo y yo también. Compartíamos el estrés de 2º de Bachiller en la residencia (del Villarreal) e hicimos mucha piña. Íbamos juntos al instituto Miralcamp, al lado de la ciudad deportiva, y también se venía muchas veces a nuestra casa y estudiábamos juntos para la selectividad. Hicimos muy buena amistad", reconoce el exguardameta de Logroñés, Alcorcón o Numancia, que el verano de 2022 a sus 26 años dejó el fútbol para dedicarse a la representación de futbolistas y a la música con su proyecto Dorsal 31, con el que compuso una canción cuyos beneficios fueron destinados a la investigación de la ELA y en la que participó Rodri, entre otros muchos futbolistas. Porque Rodri también canta. 

"Y canta bien. Rodri es un competidor. 'Naaa, si canto mejor que tú', me dice, o 'me voy a hacer una banda y te voy a quitar después a ti a los fans…' O con el inglés, porque mi hermano y yo hablamos el americano y él, el británico y se pica a ver quién habla mejor inglés. Es un tío que si se pone a hacer algo le gusta competir e intentar ser el mejor en eso. Y en el fútbol, se le han juntado las dos cosas, que lo es y que quiere serlo", revela Ximo, que ha vivido la evolución de Rodri desde sus inicios en el cuadro groguet, donde destaca que Javi Calleja ha sido un míster "importante en su carrera".

"Le dio su lugar en el Villarreal y nos dio la batuta del Juvenil "A". Ahí Rodri para mí creció mucho dentro del club y a raíz de ese año ganó una reputación tremenda en Villarreal. Fue unánime. Se acabó el año y yo me acuerdo que todo el vestuario decía: 'Este tío va a jugar en la Premier'. Si no se lesiona y no le sucede nada raro, porque en el fútbol hay miles de historias, va a llegar donde ha llegado. Es verdad que el Balón de Oro, hostia, hasta ahí no sé si lo diríamos", comenta entre risas. "Ahí él ha superado todavía más la expectativa que había con él, pero era unánime porque a su talento y a su pasión por el fútbol, por el gremio, como a mí me gusta llamarle, y por su posición se le une una capacidad de concentración muy grande. Muy, muy grande. Es decir, tú veíais a un tío que semana tras semana siempre era el mismo, y futbolistas buenos hay muchos en España, pero futbolistas buenos todas las semanas hay menos", matiza uno de los mejores amigos del futbolista madrileño.

"Rodri llegaba de no jugar mucho el año anterior. A mí es el jugador que en ese momento me llamó más la atención. Yo tengo también obsesión con los centrocampistas, entonces vi un potencial enorme en él, porque tú sabes que cuando uno empieza a entrenar a quien sea y ve que el fútbol lo ve más rápido que los demás, que a nivel posicional está en el sitio siempre, que cuando juega él y participa la jugada mejora… Siempre mejoraba cuando él estaba. Y después, es un jugador que hacía mejor a los demás. Yo intenté darle continuidad, confianza. Que se encontrase a gusto, porque las virtudes ya se ha visto que las tenía, era cuestión de sacarlas y de que creyese cada vez más en lo que hacía. El potencial estaba ahí y había que intentar explotarlo, desarrollarlo, sobre todo, a base de que se sintiese cómodo y siendo él mismo", comenta Javi Calleja, que refrenda la competitividad del mediocentro.

"Una cosa de las que más me llama la atención es su carácter. Muchas veces para llegar a ser un jugador de élite, top, o tienes un carácter como el que tiene Rodri o es imposible. Es un carácter ganador, un carácter muy competitivo. Un carácter de superación constante, de mejora. Él no es nada conformista con lo que hace, sino que siempre está mirando un poco hacia adelante. Es un chaval humilde, muy humilde. Esa humildad le hace dar lo máximo de él mismo. No se cree nunca ni superior ni inferior a nadie. Un ejemplo", comenta Calleja, que recuerda cómo es difícil encontrarle defectos a Rodri porque se ha dedicado desde bien joven, o bien niño, a pulir aquellos aspectos que pudieran requerirle más trabajo específico.

"Era un jugador que las pequeñas cosas donde él veía que tenía margen de mejora se quedaba trabajándolas. El desplazamiento en largo o el cambio de orientación, por ejemplo, se quedaba con nosotros trabajando para mejorar en eso. El tirar a puerta, pues también se quedaba mejorando. Tiene esa capacidad. No va a ser una de las cosas más destacadas, pero ya se ha visto que cuando te van saliendo las cosas y cada vez crees más en ello, más te atreves", rememora Javi Calleja sobre aquellos años.

"Siempre le bromeo y le digo: 'Macho, has empezado a meter goles de fuera del área y a mí de pequeño no me metías ningún gol de fuera del área en Villarreal'. Aprendió ahí a chutar. Si lo pones, le mando la entrevista", bromea Ximo. "Y ahí tenemos un reto: 'Un día de estos vamos a coger veinte balones, vamos a ir y lo vamos a grabar'. Él dice que sí me marcaba y yo digo que en aquel entonces no. A ver, alguno me metía, la verdad, pero muchas se las sacaba. Ha ido mejorando el golpeo de fuera del área con los años", reconoce el exportero.

En 2015 Rodri da el salto al filial groguet con Paco López al frente, con quien comparte una gran amistad y con el que mantuvo una costumbre que también recuerda Calleja. "Sí, se ponía muy cerca nuestro en el autobús. Nosotros nos ponemos adelante, los entrenadores, y él se ponían muy cerca. Y veías cómo iba hablando por teléfono y con quien hablaba iba analizando el partido como si fuese un entrenador en el campo. Cómo lo había visto, lo que había sucedido. Además, siendo bastante crítico y objetivo", reconoce Calleja.

Un criterio, una visión del fútbol y un talento que en esa campaña 2015-2016 le llevó a debutar con el primer equipo el 17 de diciembre de 2015 de la mano de Marcelino García Toral en un partido de Copa ante el Hueca (2-0). Estaba llamado a ser el relevo natural en el centro del campo groguet de Bruno Soriano. En la 2016-2017, con 20 años, se asentó en el primer equipo para sorpresa de nadie. "En la parte personal no coincidimos quizá demasiado, pero podías ver de él que es un chaval muy tranquilo, con los compañeros tenía siempre buena relación, no creaba problemas, siempre quería aprender de la gente veterana. Intentaba mejorar y le costó muy poquito adaptarse al primer equipo, tanto en el vestuario como luego en el juego. Nosotros veíamos venir lo que podía pasar, lo que ahora mismo está pasando. Siempre he dicho de Rodri que no me sorprende mucho el nivel al que está y el nivel que ha alcanzado, porque ya le veíamos mucho potencial en Villarreal y es un poco como que se veía venir lo que podía llegar a ser", reflexiona Bruno Soriano, excapitán groguet.

La lesión del tendón rotuliano de la pierna izquierda y sucesivas complicaciones que apartaron a Bruno tres campañas, 1.128 días, de los terrenos de juego (2017-2020) propició que en la temporada 2017-2018 Rodri se asentara en el centro del campo groguet, de nuevo con Javi Calleja al frente del equipo desde la destitución de Fran Escribá a finales de septiembre. El crecimiento del futbolista en el centro del campo continuó, pero él no varió su hoja de ruta personal. Con su mayoría de edad se había sacado el carné de conducir y comprado un Opel Corsa de segunda mano. No lucía -sigue sin hacerlo- ropa de grandes marcas ni destacaba por ninguna estridencia estética. "Para él eso no era importante y yo lo veía muy bien, la verdad. A lo mejor nosotros o muchos compañeros le soltaban alguna broma para dejarlo un poquito cortado, pero para nada, no se cortaba nada. Él tenía su personalidad e iba a su marcha un poco. Al final demostraba tener esa personalidad que luego también demostraba mucho en el campo", comenta Bruno.

"No era de llevar esos neceseres híper caros, de ropa de marca, de coches muy llamativos. No, no. Él era, es, una persona sobria y que mira mucho la practicidad de las cosas y no tanto la marca que tiene, lo que cuesta o lo que no, en el sentido de 'si prefiero tener un pantalón de no sé qué a tener un pantalón de no sé cuánto, ¿a mí qué más me da?, si el pantalón me va a vestir igual'. En su vida es súper práctico, es una persona que no malgasta, que lo que hace lo hace con mucha cabeza. Un tipo humilde, de no querer gastarse el dinero en cosas que a lo mejor no veía necesarias, de medir mucho cada gasto, cada inversión que hace, cada cosa. Que le diese un sentido práctico a todo ello y no tanto para ostentar ni nada de eso. Le daba todo igual, todo, todo, todo. Él era sus estudios y el fútbol, y lo único que le importaba era eso. Y ha sido así, y hay anécdotas en ese aspecto de que a veces hasta de más", ríe a carcajadas Javi Calleja antes incluso de desvelarnos algunas vivencias compartidas tanto en su etapa juvenil como ya en Primera División.

"Es que es muy peculiar Rodri en todo eso. Son anécdotas de despistado. A mí hay una que fue la bomba", sigue diciendo entre risas Calleja: "Ya en Primera, nosotros teníamos partido contra el Valencia con el Villarreal y de repente no aparece en el autobús para irnos. 'Falta Rodri, falta Rodri'. 'Bueno, esperamos un poco. Llamadle'. No le localizaban. Le terminan de localizar: 'Rodri, ¿qué haces?' 'Pues estoy aquí, estudiando', donde vivía, en la residencia de estudiantes. '¿Estoy aquí estudiando? ¿Pero cómo que estás estudiando? Que te estamos esperando para irnos, que tenemos que jugar contra el Valencia". Y me dice: 'Coño, es verdad. Pensaba que…' O 'se me había pasado, que tenía no sé qué… Pues ya voy'. Y le digo: 'Ya voy no', y fue directo a la concentración, al hotel de Valencia, el mismo día de partido".

Pero no fue la única situación de este tipo que protagonizó. "Hay otra que fue en juveniles, el primer año que coincidimos. Primer partido de Liga, también contra el Valencia. Jugamos en la ciudad deportiva del Valencia, y lo mismo. Voy a dar la charla en la ciudad deportiva para después irnos en autobús y 'bueno, vamos a hacer un poquito de tiempo, que me dicen que Rodri está viniendo'. Y 'que no viene, que no viene, ¿qué le pasa?, no sé qué', y de repente: 'No, que viene en tren, que ha tenido que coger el tren', y le veo por la ciudad deportiva en bici a todo trapo. Deja la bici tirada por ahí enfrente, en el parking, se viene corriendo, sudando, a la charla. Y ya entra y eso, que se había venido en tren, había perdido no sé qué, se había cogido la bici, había metido la bici en el tren, del tren había venido a la estación de Villarreal y de Villarreal se había venido a la ciudad deportiva en bici, corriendo. Un personaje. Estaba en su mundo", relata con cariño casi parental Javi Calleja sobre unos despistes sobre los que ya me había puesto sobre la pista Bruno.

"Aunque él dentro del campo es un jugador súper ordenado, siempre está donde toca, haciendo las cosas muy bien, fuera del campo no sé si ha cambiado un poco pero en el vestuario lo comentábamos: 'Es un poco desastre'. A veces iba a entrenar días que teníamos libres o cosas así que hacía. Había detalles en su forma de ser que se notaba desde un principio que era un jugador diferente y también una persona diferente. No le daba tampoco mucha importancia a muchas cosas que le dan los jóvenes. Yo creo que esa forma de ser le hizo muy bien para luego. Entraba en el vestuario como uno más, estaba con nosotros, hablaba, no tenía tampoco mucha timidez, cosa que normalmente suelen tener los chavales, y eso yo creo que le ayudó a adaptarse mucho antes", recuerda el exmediocentro groguet.

Rodri no sólo se adaptó sino que destacó en el centro del campo amarillo (47 partidos, 1 goles y 4 asistencias) hasta el punto de que el Atlético de Madrid volvió a por él y lo repescó de cara a la temporada 2018-2019 tras pagar 20 millones de euros. "La verdad que a mí me dolió mucho su salida, porque creo que era un jugador que si lo vendes, lo tienes que vender muy caro. Y también le pasó lo mismo al Atlético de Madrid, que creo que también hizo tarde en renovarlo y ponerle una cláusula más alta. Que si al final, como se dio, tiene que vender a un equipo como el City, que por lo menos paguen mucho, porque es un jugador de los que no hay", confiesa con pesar Bruno Soriano de los dos traspasos que dieron con Rodri en el Atleti, donde volvió a jugar otros 47 partidos, a marcar tres goles y dar una asistencia, y a levantar la Supercopa de Europa en Tallín tras imponerse al Real Madrid por 2-4. Y después, en la Premier. 70 millones pagaron los Citizen por el madrileño.

"Una pena, porque a mí me hubiera encantado que hubiera estado más años con nosotros aquí en el Atlético de Madrid y sobre todo porque él es muy atlético, siempre tenía un muy buen sentimiento atlético. Yo sé que para él era un sueño volver al Atlético de Madrid y estar ahí. Y bueno, lo consiguió, aunque luego le vino la oportunidad del City, que ahora mismo, pues imagínate la referencia que es también", reconoce De la Morena de la llegada de Rodrigo primero el Villarreal y luego, en la 2019/2020, al Manchester City de Pep Guardiola.

"El fútbol tiene estas cosas y al final junta a los mejores, y ha juntado al mejor centrocampista con el mejor entrenador. Eso le va a ayudar a conseguir la excelencia", dice Javi, que responde así cuando le repregunto qué le falta para lograr dicha excelencia: "Tener regularidad y constancia en los éxitos. A veces los éxitos no se miden por lo que ganas, pero es verdad que en un equipo como el Manchester City va a estar exigido a ser un número uno constantemente y a buscar ganar títulos constantemente. Si consigue eso en su equipo y sumarle títulos tanto en su equipo como en la Selección, y algún trofeo individual, sería de las carreras más exitosas del fútbol mundial".

"Rodri es fútbol en estado puro. Rodri es una persona que ama el fútbol, es un aficionado al fútbol y vive para su oficio. Es un profesional desde la parte del oficio, del gremio, a mí me gusta llamarlo gremio. Hay como una distancia entre quién es él como persona y qué hace para ganarse la vida y eso no lo ha perdido. Él quería jugar para Guardiola, porque sabía que es un míster que en su filosofía de juego le podía hacer mejorar y llegar a su máximo nivel, y ha sido así. Es verdad que él guarda mucha privacidad en eso. No es un tío que de repente venga y te cuente lo que sucede ni en vestuarios ni nada, pero él cada vez que habla de Guardiola lo hace con mucho cariño y con ciertos detalles. Alguna vez me ha contado: 'Hostia, ahora me está pidiendo esto y tal y cual', y él, en esa pasión de mejorar que tienen los grandes, como Kobe Bryant cuando hablaba de que 'joder, acabo un partido y voy y tal", pues él también es así de analítico con el fútbol. Como si cogiera un bisturí para analizar y decir: '¿Dónde tengo mi área de mejora?' Y eso lo tiene también Guardiola. Entonces, ha sido una simbiosis, yo creo se han ayudado mutuamente, tanto él a hacer el City que Guardiola quería como Guardiola a convertirlo en el futbolista que él quería ser", detalla Ximo Miralles, testigo de muchos de los viajes que Rodri hizo de Mánchester a Castellón para terminar la carrera de ADE. "De repente te decía: 'Oye, que estoy en Valencia, que tengo mañana examen en la UJI'. Yo le decía que por qué no trasladaba el expediente a cualquier universidad, pero no quiso. Se preparaba los exámenes a distancia y los hacía presenciales. '¿Pero tú no tienes partido el viernes?' 'Sí, pero tengo un examen que he venido a hacer', relata Ximo sobre su amigo.

Un Rodri que vive su quinta temporada en el Manchester City, donde ya suma tres Premier Leagues, una Champions League, una Supercopa de Europa y fue nombrado el mejor futbolista la temporada pasada, entre otros éxitos individuales y colectivos, en 222 partidos, 21 asistencias y 21 goles. El más importante hasta la fecha, el que el pasado 10 de junio les dio la primera Champions de su historia en la final ante el Inter de Milán con un tanto de Rodri tras un disparo duro, raso, ajustado, desde fuera del área en el 68'. 

"Me pilló en Senegal con la empresa de representación de futbolistas. Veníamos de ver un torneo y hay un faro en Dakar que tiene un restaurante en la parte de arriba, y justo en la entrada había una televisión enorme. Iba con mi hermano Jaime y con Juanma, mi socio, y ya íbamos tarde, la primera parte la vimos en el teléfono. Ellos se fueron al baño y yo entro, y nada más entrar mete el gol. 'Pues menos mal que no he ido al baño'. Y yo ahí celebrándolo como un loco, y eso que muchos iban con el Inter, había más del Inter que del City. La verdad que fue un momento tremendo. También verle, la celebración, cómo saca la euforia, y él siento que necesitaba también un momento de éstos, un gran momento, para ojalá los próximos años tener ya la confianza y la seguridad y terminar de explotar como futbolista, porque esos momentos te hacen mejor y te dan una confianza a ese nivel y en esas finales y esos escenarios que yo creo que él no necesitaba. Entonces, pues fue la hostia", dice Ximo con una gran sonrisa.

"¿Crees que le faltaba confianza o dudaba de sí mismo o de su rol…?", le planteo ante su comentario. "No, pero te estoy hablando de esos momentos en los que te juegas un Mundial, en los que te juegas una Champions… En la otra final de la Champions no lo puso Guardiola. Aquí ya estamos hablando de situarte en el olimpo de los dioses: los Zidane, los Mijatovic… Entonces para él yo creo que a una temprana edad entrar ahí como mediocampista, con ese tipo de gol, eso te da un poso y confianza para intentar convertirte en uno de los mejores jugadores de la historia, que es donde creo que está él ahora. A lo mejor también yo soy subjetivo, pero vamos, que está ahí con el Balón de Oro, está compitiendo por eso. Entonces, ese momento no deja de ser oxígeno, escaparate, que la gente también te respete, desde un punto de vista del club, de afición", analiza Ximo, que acaba de ver cómo su amigo es elegido quinto mejor jugador del mundo, después de alzar también la Nations League con España.

"Si no se lo lleva no es por capacidad, sino porque el Balón de Oro suele tener miras siempre para delanteros. Ojalá, ojalá. A nivel individual sería el remate, y si sigue en esta línea, si sigue en la progresión que lleva, que también es que es joven y encima en un equipo como el Manchester City, puede lucharlo, puede pelearlo", afirma Calleja.

"Esto del Balón de Oro es muy personal. Cada jugador o exjugador o cada entrenador tiene su opinión de quién es el mejor. Durante muchos años está claro que Leo Messi y Cristiano Ronaldo han estado ahí compartiendo este premio y este año sí que me esperaba que Rodri estuviese entre los mejores. Hizo el gol en la final de la Champions, ha sido un pilar fundamental en su equipo. Ahora mismo todos sabemos o la mayoría pensamos que es el mejor jugador en su posición, que es el mejor mediocentro del mundo. Ya desde hace un tiempo. Se merece todo lo que le está pasando. Ojalá lo hubiese ganado, pero ser quinto ya es mucho", valora Bruno.

"A nivel mediático no es ni como Messi ni como Mbappé ni como Haaland, porque son otro tipo de futbolistas, pero a él no le ha ido mal así, y también es cierto que al fin y al cabo quien hace los goles tiene más referencia. Es una pena porque para mí está claro: Messi ganó el Mundial, Mbappé ya sabemos quién es, Haaland, pero si se lo hubieran dado a Rodri el Balón de Oro, no se hubieran equivocado; es más, hubieran sido justos, porque jugar una final de Champions con el City, que era la primera vez en la historia que la ganaban, siendo el protagonista, siendo el mejor jugador de la final, metiendo gol, ganaron también la liga… Tenían más que argumentos para ganarlo", afirma su último entrenador en su etapa formativa en el Atlético de Madrid, que alude a uno de los aspectos más llamativos de la carrera de Rodrigo Hernández, en la línea de la normalidad y sencillez de la que nos hablaba Ximo: no tiene redes sociales. Ni Twitter ni Instagram ni TikTok ni nada.

"Ya no lo ganaron Xavi ni Iniesta… A lo del Balón de Oro le hemos prestado más atención desde fuera que él mismo. No lo veo obsesionado ni enfocado en recibir este tipo de premios. Evidentemente le enorgullece, pero es una anécdota más", comenta Ximo, que se muestra contrario a la ausencia en redes de su amigo. "Yo pienso que debería de tenerlas, aunque él no las gestionara, pero porque creo que él tiene valores muy bonitos y se podría mojar más en temas más allá del fútbol. Yo, por ejemplo, la canción que hicimos, 'Yo soy de aquellos', él participó porque yo le dije 'Oye, si cantas conmigo hacemos algo benéfico', entonces intentamos apoyar a la ELA y que hubiera ahí un movimiento. Entonces, él tiene esa sensibilidad y podría tener tirón en proyectos, tener alcance social, y por ahí pierde un poco. 

Pero también es verdad lo que dice: 'Pues también es marketing no tener marketing". Al final eso también lo hace distinto y también es una enseñanza en cuanto a que se puede ser Rodri y no tener redes y ser feliz. No sé si el marketing ha afectado tanto en el Balón de Oro, en cuanto a que estaba por ahí Messi y otros tantos que meten muchos goles", piensa Ximo, que nos cuenta los gustos y aficiones de Rodri que no comparte y que no vemos cuando está fuera del verde.

"Es un tío inteligente y muy curioso que de repente te dice: 'Hostia, tío, he visto un documental de la NASA' o 'cuando fui a la NASA', y ya empieza a investigar sobre la NASA. Es decir, es una persona curiosa que se apasiona por cosas, más allá del fútbol, le gustan buenos documentales, buenas películas, buenas series. Eso le gusta mucho, y comentarlo. Viajar, le encanta viajar. En cuanto tienen tres o cuatro semanas, tanto con la familia como con Laura, con los colegas. Nosotros vamos siempre una semana los amigos juntos, más de fiesta, pero ellos se van a Grecia, a Turquía, de repente están en Bali… Le gusta conocer sitios, culturas", reconoce el exportero, que también nos desvela que a su amigo le gusta estar "donde es uno más". Como me cuentan que se siente en el pueblo salmantino de su novia. "No le gusta, le agobia a veces el hecho de no poder tener más privacidad o ser uno más. Es que es un tío al que le gusta la vida, le gustan los detalles, saborear las pequeñas cosas: una cerveza aquí, una playa, una buena conversación, un buen restaurante. Esos entornos los sigue persiguiendo en cuanto puede, sitios donde la gente lo trata como más como un amigo y ya está", explica Ximo.

A Laura, su novia, hoy médico, la conoció en la residencia de la UJI en 2014 y se sumó al entorno "normal y estable" de la vida de Rodri. Todos los entrevistados coinciden en señalar la importancia del entorno del futbolista en su vida personal y profesional. De Antonio y Elena, ingeniero y directora de marketing, "unos cracks, toda la familia está formada", padres de Rodrigo, Gonzalo, "muy parecido a Rodri, también buen futbolista, se fue becado a Estados Unidos" y de Álvaro, "el pequeño, que está estudiando en Manchester", detalla su amigo.

"Te voy a contar una muy buena del pequeño, el pequeño es un máquina. Son gente súper humilde, la familia entera y Rodrigo es un reflejo de los valores de su familia. El pequeño se va a Mánchester, a Inglaterra, el año que Rodrigo firma por el City y pues se va a un instituto, estaba en una residencia de estudiantes, no vivía con él, y en la residencia de estudiantes un día ahí con la gente, con los chavales, se ve que él estaba jugando a fútbol y, claro, alguno de los amigos son del Manchester City, son fans, y hablando de fútbol salta el pequeño y dice: 'No, pues mi hermano ha firmado aquí en un equipo de Mánchester, también juega al fútbol, es futbolista'. Y dicen: ¿Ah sí? ¿Quién es tu hermano?", y dice: 'Se llama Rodrigo'. Entonces todos los colegas en plan: '¿Pero tú que dices?'", cuenta y se ríe Ximo.

"Refleja un poco cómo son él y su familia. Lo llevan todo con mucha normalidad. Son una familia muy talentosa en muchos sentidos, pero son gente muy sencilla y muy natural, y con muchos valores. Y Laura es una chica encantadora y diez. Llevan juntos ya mucho tiempo y comparten esa sencillez, esa naturalidad", cuenta. Ella sí tienes redes sociales, pero su cuenta de Instagram, por ejemplo, es privada y apenas tiene 460 seguidores. No ha utilizado su imagen como "novia de futbolista" para ningún fin publicitario. Tal para cual.

"Rodri no es el típico jugador de fútbol en el sentido de estrella, de que según va creciendo y ha jugado en equipos más grandes o ha ganado más títulos vas viendo que va perdiendo esa humildad. No, sigue con la misma sensatez. Sigue siendo la misma persona, valorando a los que siempre han estado a su lado. Para mí es lo más destacable de él", reconoce Javi Calleja, a quien no sorprende el rol de Rodri como líder de la Selección española.

"Parte de su éxito es saber eso: que el fútbol es su trabajo y que hay un Rodri futbolista y después está el Rodri de toda la vida. Los grandes jugadores tienen una capacidad de convertirse en el campo y de ser otra persona. También es un máquina como estrella porque es capaz (y le gusta) de seguir teniendo una normalidad. Su entorno más cercano, cuando te tomas un café con él o estás con él y compartes un rato nunca te hace sentir que es quién es a día de hoy y eso pues es una virtud importante. Te sigue trasladando esa energía de que 'oye, seguimos siendo los mismos que éramos hace tal, tú te dedicas a esto ahora, yo me dedico a lo otro, y ya está", explica Ximo, que el martes estuvo tomando un café con Rodri en la concentración de Las Rozas antes de viajar a Chipre con la Selección española, donde el mediocentro siempre tuvo el sueño de reemplazar a Busquets -aunque su ídolo era Zinedine Zidane-, y, como les contó a los compañeros de El Partidazo de COPE en pasado mes de octubre, "quería ser mejor que él, y estamos hablando del mejor pivote de todos los tiempos. Todo lo que venga va a ser bueno, acercarse ya es bueno".

"Es muy parecido en muchas acciones a Busquets. A nivel de técnica individual, técnica colectiva, visión de juego. Últimamente la evolución que ha dado Rodri es que es todavía más ofensivo que Busquets era en su momento. No le está superando, porque Busquets hizo también mucho, pero para mí sí, lógicamente", explica De la Morena en la comparativa con Sergio Busquets.

"A mí me gusta valorar a los jugadores cuando han estado en su mejor época, en su mejor momento, y Busquets ha tenido 15 años de mejor momento. Ha sido una locura. Increíble todo lo que ha conseguido. Y a Rodri le ha tocado compartir con Busquets no demasiado, porque a Busquets ya últimamente estaba en el final de su carrera y no estaba en su prime, digamos, pero son jugadores muy iguales en la forma de jugar. Creo que Rodri también hubiese encajado en cualquier equipo. En el Madrid o en el Barça. Lo que es una lástima es que no esté en España disfrutando nosotros de él", reflexiona Bruno Soriano, con el que también ha compartido muchas comparaciones.

"Yo creo que ahora mismo Rodri ya está un poco en su techo. Creo que lo que él tendría que hacer es intentar mantener ese nivel, que no es fácil, durante años, porque aún es joven. Y creo que le queda mucho fútbol por delante, muchas temporadas en el City, en la Selección. A ver si puede conseguir también conquistar un trofeo importante con la Selección, que supongo que también será su ilusión y ojalá lo pueda conseguir", concluye Bruno sobre dónde está el techo de Rodrigo Hernández.

"Yo me siento muy orgulloso y feliz de haber coincidido con él, de poder haber sumado un poquito aunque sea en esa trayectoria para que llegue donde ha llegado. Es algo súper enriquecedor y bonito el haberle visto, entre comillas, nacer, desde abajo. Haber visto cómo ha ido creciendo y hasta dónde ha llegado. Eso como entrenador para mí no tiene precio", asevera Calleja.

"Es que cada año te sorprende. Yo le sigo bastante en la Premier y él era un chico más de contención, era un chico con muchísima calidad pero que no perdía el sitio. Estaba más cerca de la línea defensiva que de la línea ofensiva y ahora es completamente al contrario. Ahora es habitual verle dentro del área, pisando el área, al borde del área y por eso está haciéndole goles. Es un jugador importante en ese sentido. Yo creo que el techo todavía es joven, va a seguir evolucionando y ojalá nos dé muchas alegrías con la selección española. Que con España volvamos a ganar el Mundial y que él tenga un protagonismo increíble", desea Armando De la Morena.

Nuevos roles como el que vivió con Luis Enrique en la demarcación de central durante el Mundial de Catar. "Con Pablo, su agente, que también ha tenido un papel muy importante en su carrera, analizaron cada partido de Puyol, de Piqué y de Ramos en Mundiales e hicieron un máster express para prepararse para el Mundial. Ahí está esa pasión suya que te digo de analizar con bisturí el fútbol y de prepararse para la competición como nadie, desde un punto mental, físico y táctico. Luis Enrique en la clasificación ya le había puesto ahí los últimos partidos porque Busi aún tenía algo que decir en ese Mundial, pero Rodri se preparó muy bien y para mí tuvo un rendimiento espectacular, de los mejores de la Selección en mi opinión. A él le ha venido bien la evolución del fútbol, para mí es una evolución de Busquets", razona Ximo.

Su amigo del fútbol y de la vida cierra esta conversación de esta forma: "Él tiene un talento individual y una pasión por el fútbol que es suyo, no es de nadie. Creo que sus valores, sobre todo, y ese cariño y pasión por el fútbol pueden hacer que consiga mantener durante, ojalá mucho tiempo, el nivel que está dando y dónde está ahora. Aún le queda mucho pero estoy convencido de que va a ser un tío que cuando acabe su etapa futbolística como jugador va a ocupar cargos o estar en proyectos dentro del mundo del fútbol importantes, porque tiene la capacidad y la personalidad para ello. También creo que sería un grandísimo entrenador, pero bueno ya con algún equipo de presidente o cualquier institución, yo creo que está muy capacitado. Ojalá, ojalá el día de mañana quiera seguir ligado en el fútbol, no lo sé, pero es un tío que si no fuera futbolista seguro que la vida le iría igualmente de puta madre en algún otro sector". Mientras, deportivamente, no sabe dónde está su techo, "porque el cabrón está llegando a un nivel…", dice y se ríe.