Las Territoriales se saltan el reglamento y arrojan dudas sobre "la transparencia" en las elecciones de la RFEF
La elección de, al menos, los asambleístas árbitros no profesionales, no se hará con plenas garantías.
25 de noviembre de 2024. Fue el día elegido para celebrar las elecciones a la Asamblea General de la RFEF. Unos comicios de los que saldrán elegidos los 142 representantes que decidirán dentro de unas semanas quién presidirá el fútbol español. Todos los federados registrados en el censo electoral podrán votar, de forma presencial o por correo. Así lo garantiza el reglamento electoral de la RFEF. Sin embargo, Relevo ha acompañado en el proceso a varios federados para constatar la garantía democrática de los comicios y, al menos en el estamento arbitral no profesional, no se han cumplido. Vamos paso a paso.
El voto por correo, sin garantías sobre la identidad del elector
"Para la emisión del voto por correo, el elector o la persona física designada [...] acudirá a la oficina de Correos o al Notario que libremente elija, exhibirá el certificado original que le autoriza a ejercer el voto por correo así como ejemplar original de su DNI, pasaporte o autorización de residencia en vigor", es el texto que recoge el reglamento electoral en su artículo 14.
Sin embargo, Relevo puede confirmar que ese proceso no se ha llevado a cabo. Todos los electores que quisieron ejercer su voto por correo tuvieron que rellenar una plantilla publicada en la web de la RFEF y enviarla completa con sus datos personales a elecciones@rfef.es junto con una copia del DNI. Fue el único momento donde tuvieron que mostrar su identificación, pues la documentación electoral, junto con la papeleta y el sobre no se envió desde la RFEF por correo certificado.
Una vez recibida la documentación y debidamente cumplimentada la papeleta con su elección, acudieron a la oficina de Correos para enviar su voto —asumiendo el coste del envío— sin tener que identificarse en ningún momento a través de ningún documento oficial, pues nadie desde la RFEF había comunicado la existencia del proceso electoral ni los requisitos para ello. Vamos, se envió como una carta más. ¿Se imaginan que en unas elecciones para elegir a nuestros representantes políticos recibiéramos nuestra papeleta en casa, sin ninguna certificación, y pudiéramos ir a ejercer nuestro derecho al voto sin tener que acreditarnos?
Que el envío por parte de la RFEF de la documentación para poder ejercer el voto por correo no fuera certificado y, por tanto, sólo lo pudiera recibir el elector en el domicilio señalado, revela también escasas garantías sobre los tiempos en los que se ha enviado esa documentación, en ocasiones, fuera del plazo para poder acudir a Correos.
Las federaciones territoriales y su influencia sobre sus electores
Por primera vez en las últimas décadas el estamento arbitral, al menos en la categoría no profesional, tendrá que votar para elegir a sus representantes en la Asamblea General. Hasta ahora se habían presentado siempre tantos candidatos como representantes a elegir y, por tanto, no se había podido votar. Los representantes, compañeros y compañeras elegidos por el CTA (Comité Técnico de Árbitros), orientaban sus votos sin preguntar al estamento arbitral, a sus compañeros, que son al fin y al cabo a quienes representan.
Los representantes del estamento arbitral en la Asamblea siempre han cumplido órdenes de la directiva de turno, que les indica quién es el candidato a la presidencia a quién deben de votar en función de sus intereses para conservar el sistema hermético y opaco, y como consecuencia, sus altos cargos y enormes sueldos. A cambio, es una garantía para avanzar en su carrera arbitral y mantener su status durante cuatro años más. Hasta ahora —que por primera vez los colegiados no profesionales han podido escoger— los representantes han sido los elegidos por el CTA y sabían cuál era su función.
Pero más allá del sistema clientelar que inunda todos los procesos electorales de las federaciones deportivas en España —amparado por una Orden Ministerial que se resistió al cambio y perpetuó en el poder a los barones—, las elecciones que se celebrarán mañana no cumplen los principios democráticos recogidos en su propio reglamento. Para no perder el control del voto, muchos de los barones se han arremangado y han decidido influir en la elección de los árbitros no profesionales, pues los profesionales no tendrán opción de escoger.
Para ello, han utilizado todo tipo de estrategias. Algunas de las Federaciones territoriales han convocado reuniones presenciales para advertir de los candidatos a los que había que votar y, por supuesto, que no se hiciera por correo. Otras han realizado llamadas telefónicas. Y algunas han enviado mensajes de whatsapp para no perder el control de la elección. Uno de ellos, enviado a la mayoría de los árbitros y árbitras adscritos al comité técnico de árbitros de la Federación cántabra, ha ido más allá: "Aprovecho para informarte que entre los electos, está nuestro compañero Pardeiro. Y como es probable que no conozcas a ninguno más, te diré que salvo dos "compañeros" (Parera y Catalá), cuya oposición a la actual Junta Directiva del CTA es conocida, los seis restantes sí valoran positivamente seguir en la línea de trabajo vigente".
La influencia, desde los comités que deciden la progresión arbitral de los electores
Si desde el Comité Técnico de cada territorial, quienes después decidirán el voto de sus representantes en la Asamblea y quienes también deciden la progresión de cada uno de sus colegiados, pretenden influir en la intención de voto, ¿cómo es posible que el proceso respete los principios democráticos, como el de transparencia y publicidad en el desarrollo del proceso electoral, como recoge su primer artículo?
Además, en esos mensajes enviados desde la Federación cántabra, dejan constancia de la imposibilidad de realizar el voto por correo, una petición común a otras territoriales, y un derecho que la Comisión Electoral debió proteger para garantizar la transparencia del proceso: "Hasta tal punto ha habido cierto caos que, en su momento, la Junta Electoral desde Madrid exigió vuestra documentación para realizar el voto por correo. Peláez salió para la Ciudad de Fútbol con dichos documentos (al igual que el resto de Presidentes territoriales) y cuando llegaron allí se les comunica que las votaciones serán presenciales en cada sede territorial. De modo que, como colegiado de Categoría Nacional este próximo lunes, entre las 10 y las 17 horas deberás acercarte a la Federación para votar. ES MUY IMPORTANTE QUE ACUDAS". Les mintieron, por escrito, para evitar que sus árbitros optaran por votar por correo y así tener controlada su papeleta desde la sede territorial.
Relevo ha contactado con la Federación cántabra y aseguran que "es muy raro que haya voto por correo". Su presidente, José Ángel Peláez, explica que aunque en un primer momento la votación sería desde la sede central —sita en Las Rozas—, lo que obligaría a todos los electores que no se podían desplazar a votar por correo, finalmente se habilitó —y así consta en uno de los anexos del reglamento— las sedes territoriales para ejercer el voto presencial. Por ello, insiste, "salvo los jugadores a los que AFE les pide el voto por correo, la gente suele venir a la sede".
Cuando este medio comparte que a los árbitros se les ha enviado un mensaje diciéndoles que no podrán hacerlo por correo, el propio Peláez afirma desconocer la información pues "cada uno puede decidir si vota presencialmente o por correo. A mí me da exactamente igual". "La norma la tiene que saber cada uno", añade. En total, en la federación cántabra hay "127 peticiones de voto por correo".
Con el anuncio de candidatos externos a la RFEF, como Gerardo González o Juanma Morales, la tensión en el núcleo fuerte de la institución, la de los barones territoriales, ha ido en aumento. No quieren perder el control de un estamento que, históricamente, ha sido clave en las elecciones. Muchos recuerdan cómo Gil Manzano y Martínez Munuera cambiaron el voto a última hora desde el parking por petición de Carlos Velasco Carballo cuando Larrea y Rubiales se disputaron la presidencia del fútbol español. "Es vox pópuli", señalan a Relevo.
Por ello, algunos hablan de "caos" e indican a sus árbitros a quién deben de votar, señalando sin pudor alguno y por escrito quiénes son los opositores, cuestionando incluso si son "compañeros". Otros, sin intención alguna de informar como debieran para que todos los federados incluidos en el censo puedan ejercer su voto libremente, les aconsejan a quién tienen que elegir si quieren que sus carreras sigan evolucionando. También se evita que se ejerza el voto por correo, pues "la documentación no llegó".
¿Es un proceso democrático libre, directo, igual y secreto? Quizás tiene que tomar cartas en el asunto la presidenta de la comisión electoral, Ana Ballesteros —a su vez secretaria general de la Real Federación Española de Atletismo—. Algunos de los barones, que también son asambleístas no electos, han influido en la elección de los representantes de los árbitros no profesionales en contra de su propio reglamento. Juzguen ustedes.