SELECCIÓN

Las vivencias de las futbolistas desempolvan las vergüenzas del banquillo de la Selección: "Recuerdo las charlas técnicas con 12 fichas en vez de 11..."

Un viaje por las etapas de los cuatro entrenadores del combinado nacional: Teodoro Nieto, Ignacio Quereda, Jorge Vilda y Montse Tomé.

Ignacio Quereda durante un partido del Mundial de 2015. /Getty
Ignacio Quereda durante un partido del Mundial de 2015. Getty
Sandra Riquelme

Sandra Riquelme

"Yo recuerdo preguntar cosas de cómo hacer presión, cómo orientar presión y no te sabía contestar y hacer el comentario de: 'Confiar, tal, que tenemos plan A,B,C y D'. Mirabas a la de al lado y decías: '¿sabes alguno de los planes?'".

En apenas 15 segundos, Sandra Paños sintetiza -desde el punto de vista de muchas de las jugadoras a las que dirigió- los ocho años (2015-2023) de Jorge Vilda al frente de la Selección española femenina de fútbol.

Las hay más claras sobre el madrileño. "Él era consciente de que era un entrenador mediocre", sentencia Verónica Boquete en el documental '#SeAcabó: Diario de las campeonas' de Netflix, producido por You First Originals. La gallega desapareció del mapa -en lo referente al combinado nacional- tras liderar las protestas que obligaron a Ignacio Quereda, el antecesor de Jorge Vilda en el banquillo de la Selección, a dimitir. Verónica Boquete tan sólo volvió a vestir de rojo una vez más, en la primera convocatoria de Jorge Vilda como seleccionador nacional.

Él es el tercero -Rafael Muga merece un capítulo aparte por su excepcional desempeño por el fútbol femenino y porque cuando él dirigió a la Selección esta no era oficial- de los cuatro entrenadores en la historia del combinado nacional femenino de fútbol: Teodoro Nieto, Ignacio Quereda, él y Montse Tomé, la que fue su ayudante. En total, 41 años en los que se han conseguido un Mundial, una Nations League y un cuarto puesto en los Juegos Olímpicos (en un periodo de un año).

Los relatos de las futbolistas, extraídos de la cinta mencionada con anterioridad, sirven de excusa para viajar al pasado y desempolvar la precariedad que siempre rodeó al puesto de seleccionador nacional, tanto por la mayoría de sus protagonistas como por el entorno que les rodeaba.

Teodoro Nieto: «...creían que tenía poco trabajo como seleccionador nacional de fútbol sala»

El primero en la lista -con permiso de Rafael Muga-, es Teodoro Nieto (1983-1988). Nombrado en 1983, reconoció no haber visto nunca un partido de fútbol femenino. Además, compaginaba el puesto con el de seleccionador del combinado nacional masculino de fútbol sala. "En la Federación, tuvieron la ocurrencia de nombrarme seleccionador femenino porque creían que tenía poco trabajo como seleccionador nacional de fútbol sala", recordaba en El País hace unos años. Su primer partido fue en A Guarda (Galicia) ante Portugal.

Tampoco tuvo mucho más trabajo. A sus órdenes, la Selección tan sólo jugó tres partidos al año entre 1983 y 1986. Además, y según cita el mismo medio, la Selección se quedó fuera de las dos primeras competiciones de selecciones organizadas por la UEFA, en 1984 y 1987. El seleccionador nacional dejó fuera a la catalana Vicenta Pubill y a la madrileña Conchi Amancio. La segunda se había ganado a pulso el status de estrella en la liga italiana, convirtiéndose en una de las mejores futbolistas de la época. "Mi idea era defender a las jugadoras que jugaban aquí, que eran las que verdaderamente defendían el fútbol femenino español. Nunca vi jugar a Conchita Amancio, y no sé si la Federación me hubiera permitido viajar a Italia para hacerlo", justificaba Nieto en El País.

De Ignacio Quereda: «El entrenador tiene o tenía un sobrino que era torero...»

"Muy esperanzados, muy ilusionados, lógicamente, con este primer Mundial que las niñas van a jugar", afirmaba el sucesor de Teodoro Nieto, Ignacio Quereda (1988-2015), en una de las terminales del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas antes de partir hacia Canadá para disputar el primer Mundial del fútbol femenino español.

A estas alturas, pocas cosas quedan por contar de él. Las pocas que quedan dan para serie de Netflix. Y nunca mejor dicho. "Nos trataba como a sus hijas pequeñas y te agarraba del moflete...", recuerda Lola Gallardo en la cinta '#SeAcabó: Diario de las campeonas'. "... y del michelincillo y también apretarte... temas de homofobias, de comentarios groseros. A ti lo que te hace falta es un buen...", continúa Sandra Paños.

" ... un buen macho o un buen rabo. Siempre que hablamos de esta época, vamos a eso. Pero yo, lo primero que me viene a la mente, son las charlas técnicas, en la pizarra, con 12 jugadores en vez de 11 y eso no ha pasado una vez ni dos", remata Verónica Boquete.

A sus órdenes, España se tiró 27 años sin conseguir -casi- nada. En 1997, la Selección se clasificó para su primera Eurocopa, disputada en Suecia y Noruega. Una sucesión de carambolas permitieron a España colgarse la medalla de bronce al cuello al alcanzar las semifinales del torneo. El conjunto dirigido por Ignacio Quereda tan sólo sumó una victoria: 0-1 ante Rusia, en la fase de grupos. Después, tras 18 años de letargo y en 2015, la Selección se clasificó para su primer Mundial, el de Canadá.

"No hubo preparación...", recuerda Alexia Putellas. " Acuérdate del amistoso ese que jugamos en un campo de hierba artificial entre nosotras...", añade Jenni Hermoso. La Selección aterrizó en Canadá tan sólo cuatro días antes del debut en el torneo.

Sin embargo, las andaduras del desaparecido Ignacio Quereda -desde su dimisión apenas se ha vuelto a saber de él- alcanzan su punto álgido cuando Alexia Putellas y Jenni Hermoso recuerdan "la anécdota del torero". "El entrenador tiene o tenía un sobrino que era torero...", dice Alexia. "¡Que quería que fuese mi novio sí o sí!", interrumpe Jenni.

«Más de 10 años aquí y no habíamos ganado ni a las canicas»

Tras Nacho Quereda, llegó Jorge Vilda (2015-2023). El técnico madrileño se tiró otros cuantos años sin conseguir nada. A sus órdenes y antes del 2023, la Selección disputó un Mundial (2019) y dos Eurocopas (2017 y 2022). Pero España siempre acababa haciendo las maletas en primera eliminatoria, ya fuese en los octavos de final del Mundial o en los cuartos del torneo europeo.

"Volvemos a tener los mismos objetivos que en el anterior campeonato y el otro, que es ninguno. Más de 10 años aquí y no habíamos ganado ni a las canicas", se lamenta Alexia Putellas durante la cinta de Netflix. "Yo la sensación que tenía es que la Federación tenía el fútbol femenino porque lo tenía que tener. No apostaban por nosotras ni les importábamos", resume Aitana Bonmatí.

Hasta en el Mundial que España ganó el 20 de agosto de 2023 en Sídney, el papel de Jorge Vilda quedó en varias ocasiones en duda. Especialmente cuando la Selección sucumbió ante Japón (4-0) en el último partido de la fase de grupos. "Necesitábamos que alguien nos diera alguna instrucción para parar de recibir goles. Hacía falta algún cambio táctico porque, evidentemente, así no estaba funcionando", explica Irene Paredes. "Era bastante habitual del seleccionador no tener soluciones", señala. "Necesitamos ayuda y no la tuvimos", destaca Ivana Andrés.

"Aquí está una de las demandas de las futbolistas. Más intervención y más ayuda por parte del técnico y no se ha tenido. Y ahora se está repitiendo otra vez", sentencia Verónica Boquete.

A pesar de conquistar el Mundial y de sobrevivir al conflicto de 'Las 15', el caso Rubiales se llevó por delante a Jorge Vilda, que ahora se desempeña como seleccionador -y mandamás- del combinado nacional femenino de fútbol de Marruecos.

La última en la lista es Montse Tomé, la que fuera la ayudante de Jorge Vilda y que entró en la Federación de su mano. Tras un inicio convulso y con algún que otro episodio sonado en el vestuario, ha conquistado la Nations League, pero todavía se está reponiendo del batacazo en los Juegos Olímpicos. De momento, tan sólo acumula en el cargo 432 días.