PRIMERA RFEF

La 'crisis' del Barça Atlètic empieza en Marc Casadó: "Es normal que el vestuario se haya removido"

El filial blaugrana encadena cuatro partidos sin ganar.

Guille y Toni Fernández durante el último partido de liga contra la Ponferradina./FCB
Guille y Toni Fernández durante el último partido de liga contra la Ponferradina. FCB
Jordi Cardero

Jordi Cardero

El Barça Atlètic sigue sin acabar de asentarse en esta temporada. Tras un curso extraordinario en el que los blaugrana acariciaron el ascenso a LaLiga Hypermotion, esta campaña el equipo no ha acabado de encontrarse. La inesperada salida de Rafa Márquez, pocos después de firmar la renovación, llevó al club a apostar por la continuidad de Albert Sánchez. En su primer año al frente del filial no está teniendo suerte. Ni en las lesiones, ni tampoco sobre el verde. El juego del equipo no corresponde con los puntos cosechados.

El filial inició la jornada 14º, fuera de la zona de descenso, con los mismos que Sestao River y Osasuna Promesas, ambos en el farolillo rojo, y uno más que Athletic B y Ourense -penúltimo y un rival con el que no pasó del empate este sábado-. El pasado fin de semana, el Barça Atlètic se llevó una dura derrota en el Johan contra la Ponferradina. Los visitantes, en plena lucha por puestos de playoff, se quedaron con uno menos y los catalanes, lejos de sacar ventaja, encajaron el 0-1. Al filo del descanso, una rigurosa expulsión de Pedro Soma igualó numéricamente el duelo.

El Barça Atlètic perdió en verano dos figuras clave: Marc Casadó y Pau Víctor. Y aunque hay piezas que han ganado cierta jerarquía, la ausencia principalmente del capitán ha dejado un vacío en el vestuario. Futbolísticamente, Pau Prim empezó ocupando el mediocentro a un buen nivel. Las negociaciones por la renovación avanzaban positivamente -acaba contrato en verano-, pero las últimas semanas ha desaparecido de las convocatorias. Pedro Soma ha sumado puntos.

La marcha de Marc Casadó

La ausencia de Casadó se nota a nivel interno. "Siempre te ayudaba en todo, en lo que necesitabas", recuerdan desde el vestuario. Al fin y al cabo, el Barça Atlètic perdió uno de sus jerarcas. "En el vestuario hay lealtades y alianzas que permiten hacer grupo. En el caso de Marc Casadó, con un perfil de liderazgo omnipresente, permitía a sus compañeros descansar en él", explica Marcela Herrera, profesora de psicología del rendimiento en UVIC.

Hay futbolistas que han dado un paso al frente este curso, más allá de los resultados. Uno ejemplo, es Unai Hernández, uno de los nuevos líderes y capitanes. Aleix Garrido, ya de vuelta tras la lesión, es otro. "Es natural que el vestuario se haya visto removido por la partida de Casadó. Es función del entrenador ajustar los nuevos liderazgos y dejar que emerjan nuevos articuladores dentro del equipo", reflexiona Herrera, partidaria de "asignar nuevos roles, reajustando formas de hacer y responder frente a los retos de la temporada". El equipo ha sufrido durante toda la campaña momentos de falta de madurez que le ha penalizado con puntos.

Puzles cada semana

Semanalmente, Albert Sánchez tiene que ir haciendo puzles para sacar equipos competitivos. Eso pasa, por ejemplo, por reconvertir futbolistas como Mbacke, Rubén López o Andrés Cuenca a los laterales. "Si estuviéramos todos sanos, lucharíamos para estar en playoffs", reconoce un futbolista del filial. Herrera opta por identificar nuevos roles "de cara a que el desarrollo de la plantilla no se detenga por la partida de un integrante. El desajuste puede ser brutal, y hasta traumático para el grupo y el club".

El Barça Atlètic está atravesando el curso paliando pérdidas -de puertas hacia dentro y en el terreno de juego-, con un nuevo entrenador, con las necesidades constantes del primer equipo de pescar para reforzarse y muchísimas lesiones. Las más representativas son las que ha sufrido arriba. Víctor Barberá, recuperado para ser una pieza importante, ha sufrido una recaída. Óscar Gistau, que emergió del juvenil para dar un paso al frente, estará fuera lo que resta de campaña. Y Dani Rodríguez, llamado a dar un golpe sobre la mesa, se lesionó en pretemporada y esta semana el club anunció que volverá a estar unos dos meses fuera.

El mensaje que sale del vestuario es el mismo que pronunciaban durante la peor racha que sufrió el equipo a finales de año: "Lo sacaremos adelante". Del mismo modo que el resultado nunca será prioritario en el filial -hay quien prefería no ascender a Segunda División-, caer a Segunda Federación supondría un golpe duro. Más arriba, todo brilla. Hansi Flick está encantado con La Masia, lo estuvo desde el primer día, cuando llegó con todos los nombres de los jóvenes aprendidos. Los Toni Fernández, Guille Fernández -jugando de falso nueve los últimos partidos-, Landry Farré o Diego Kochen 'sufren' con el filial. Entienden que es parte del camino y la excepcionalidad del curso. Marc Casadó, con el que varios tenían dudas sobre su futuro en Can Barça, les marca el camino.