Ronald Araujo demuestra con su renovación y capitanía que se puede nadar a contracorriente en el Barça: "Tenía que acostumbrarse al riesgo"
Tras unas negociaciones turbulentas, el uruguayo firmó su nuevo contrato hasta 2031. Tiene el reto de adaptarse a lo que propone Hansi Flick.

Ronald Araujo cerró con la renovación unas negociaciones turbulentas que durante varios días lo tuvieron más lejos que cerca del Barcelona. "Te tienes que quedar", le repetía Robert Lewandowski durante la celebración de la Supercopa en Arabia Saudí. El uruguayo firmó hasta 2031 y en el comunicado oficial, a diferencia de otras ocasiones, el club no detalla si hay y de cuánto es la cláusula de rescisión. Araujo llegó a Barcelona en 2018 como un central contracultural y tras curtirse en los campos de la extinta Segunda B acabó convirtiéndose en uno de los capitanes del primer equipo.
En Uruguay han celebrado la renovación de su central. Durante la Copa América sufrió una lesión que le impidió disputar el tramo inicial de temporada con Hansi Flick. "Estamos muy contentos, especialmente la gente que trabaja en la selección. Sabíamos que si se marchaba, se iría a un equipo de primer nivel. El Barça le da un plus a los futbolistas, les hace crecer mucho", comenta el Turco Apud, el entrenador que le hizo debutar en el Boston River uruguayo, desde donde dio el salto a Europa.
En el Barça Atlètic de Garcia Pimienta desembarcó un central que nada tenía que ver con los que se cultivaban en La Masia. Compartió zaga con Jorge Cuenca u Óscar Mingueza. En Uruguay, el Turco le infundieron los valores del central de toda la vida. "Le inculcamos que el defensor tiene que defender y transmitir seguridad. Todo lo demás son accesorios. Lo más importante en un zaguero es ser seguro. Puedes salir muy bien con el balón, pero si no defiendes bien el equipo lo sufre", cuenta Apud, actualmente entrenador del Danubio.
El miedo a defender lejos de la portería
Antes de que Ramon Planes lo trajera de Uruguay, Apud y su cuerpo técnico destinaron cientos de horas a hacer sesiones individualizadas con Araujo. "A mí siempre me ha gustado defender alto. Trabajamos mucho con los centrales, porque había temor por defender en campo rival. Yo tenía jugadores que miraban atrás y veían el arco demasiado lejos. Los defensas de los equipos grandes saben hacerlo. Nosotros lo trabajamos mucho para que no tuvieran ese temor [Araujo y el resto de centrales]. Para jugar en un equipo grande tienes que saber jugar con la línea en media cancha. Tenía que acostumbrarse a ese riesgo, lo adoptó muy rápido", detalla el técnico.
A Araujo siempre le ha acompañado el runrún de no ser un central tallado en la cantera blaugrana. No tiene la facilidad para liderar salidas de balón del modo que lo hacen Pau Cubarsí, Iñigo Martínez, Eric Garcia o Andreas Christensen. A ojos del culer, de la cultura blaugrana, la valoración de Araujo puede ser distinta a la de un uruguayo. Apud no lo esconde. "Siempre hay que tener un equilibrio. Puede ser algo menos que los canteranos, pero en otros aspectos es mucho más. Por algo lo pusieron de lateral para defender a Vinicius", expresa. "Hay cosas que en el fútbol pesan más que otras. Capaz que le falta un poco de eso, pero en lo demás saca una gran ventaja a los otros", añade.
Más allá de la sensibilidad con la pelota, Araujo tiene ahora el reto de generar una buena química con Pau Cubarsí para que el equipo pueda seguir manteniendo la línea lejos de la portería. "Pasa en todos los sectores del campo. Lograr coordinación es fundamental. Ronald tiene una personalidad muy fuerte y es buen comunicador, eso acelerará el proceso. Pronto compartirán la misma energía", piensa Apud.
Las condiciones del «complemento perfecto»
El central tiene cierta tendencia a optar por defender hacia atrás más que dar el paso adelante y tirar el fuera de juego porque se fía de su físico. Sabe que en carrera hacia su portería pocos delanteros en el mundo pueden ganarle el duelo. Pero con Flick no siempre le servirá. Apud piensa que le sucede porque "está muy acostumbrado a trabajar los perfiles, se perfila muy bien y eso le permite estar siempre preparado para correr hacia atrás. No tiene que hacer giros violentos, demasiado grandes que le quiten velocidad. Si le juegan un balón largo tiene más posibilidades de ganarla que de perderla".
Para el técnico de Danubio, Araujo es imprescindible para el Barcelona. El punto contracultura que tiene lo compara con el fichaje de Luis Suárez, al que considera que "lo ficharon todos los equipos habían leído su forma de jugar y tenían que tener un delantero que aguantara pelotas sucias". "Cualquier equipo y cualquier entrenador querría tener a Ronald. En algunos aspectos tuvo que mejorar: la toma de decisión, la construcción... Pero las características que tiene como defensor son codiciadas por cualquier club del mundo. Defensores como él hay pocos. El Barça lo necesita porque es el complemento perfecto", remata.