FC BARCELONA

En las profundidades de la desdichada historia de Ansu Fati, la estrella que dejó de brillar: "Iba sobradísimo"

El delantero del Barça quiere seguir pese a que Flick no cuenta con él y no está logrando recuperar aquella versión que maravilló a todos.

Ansu Fati, en uno de los entrenamientos de la temporada con el FC Barcelona. /GETTY
Ansu Fati, en uno de los entrenamientos de la temporada con el FC Barcelona. GETTY
Alberto Martínez

Alberto Martínez

El mercado de invierno del FC Barcelona, con la voluntad expresada de Joan Laporta de fichar al recuperar el 1:1 en el fair play financiero, señala indiscutiblemente a Ansu Fati. El delantero azulgrana no entra en los planes de Hansi Flick, apenas ha disputado 188 minutos este curso y ha perdido incluso la paciencia del técnico alemán, quien en septiembre, cuando se recuperó de la fascitis plantar, pidió que se le diera tiempo y, cuatro meses después, ha comentado que "no ha podido mostrarnos su 100%". Una declaración de intenciones que no merma a un delantero que no quiere salir: entre otras cosas debería renunciar a parte de su elevado salario, de 14 millones brutos, y aún le quedan años de contrato y confía en tener una oportunidad. Y no es fácil encontrar ahora mismo un destino después de que su estrella haya dejado de brillar.

"Era potente, vertical y rápido, tenía un buen uno contra uno. Podía jugar por la banda izquierda y por dentro, aunque en mi opinión era más extremo a pierna cambiada. No sé si era jugador de 100 millones, pero si no se hubiera lesionado habría alcanzado un nivel muy alto", explica uno de los scouters que ha seguido la progresión del jugador desde que era juvenil: "Iba sobradísimo". Pero llegaron posteriormente los problemas derivados de la rotura del menisco interno, ese maldito 7 de noviembre de 2020. "La primera lesión lo mató, la segunda ya ni te cuento...", resalta.

Para entender al Ansu Fati de ahora, mermado de confianza, sin oportunidades, hay que entrar en esa mente que le ha acompañado desde siempre, donde surgen ciertas divergencias. "Era buen chico, tenía buena cabeza y era muy profesional", explica otro de los scouters que lo siguieron mientras que desde antiguos responsables La Masia se destaca que "necesita un entorno que lo respalde, sentirse protegido, sino tiene más problemas de confianza, es más flojo de cabeza". "Es muy buen chico, nunca fue de divo", añaden excompañeros.

Una de las personas que lo conoció a fondo en La Masia, no solo a él sino a su entorno, valora que "era una chico muy trabajador, con la cabeza asentada. En aquella época los más populares eran Ilaix Moriba y él. Pero luego le afectaron las lesiones a nivel de autoestima, especialmente saber gestionar la incertidumbre de la primera a la segunda lesión".

"Le afectaron las lesiones a nivel de autoestima, especialmente gestionar la incertidumbre"

Entorno de La Masia

Da en el clavo. Hasta la lesión, a Ansu Fati le acompañaba todo. El talento, el físico y la cabeza, lo que lo convirtió en un futbolista que alcanzó la titularidad en el FC Barcelona, con Ernesto Valverde, y después en la Selección española. Pero la lesión ese noviembre, y todo lo que desembocó, propició un efecto dominó en el de Guinea Bissau. El día 9 de noviembre pasó por quirófano. Hay distintos tipos de tratamiento para una rotura del menisco interno, en este caso en la rodilla izquierda, la de apoyo, y el doctor Ramon Cugat optó por suturar, el habitual remedio en estos casos. Pero, y aquí empezaron las divergencias, a las dos semanas surgió un problema.

Las cuatro operaciones y la necesidad de jugar un curso entero

El delantero inició la recuperación en la Clínica Quirón mientras que a las dos semanas fue, reclamado ya por los servicios médicos del Barça, a la Ciutat Esportiva Joan Gamper. Y esa misma noche llamó alterado a la clínica. Se habían roto los puntos. "Trabajábamos aquí una vez al día, y allí le hicieron entrenar dos, por lo que se rompieron", dijo Cugat. Luego, se retractó, y dijo que no quiso culpar al club azulgrana de lo que vendría después. En enero de 2021 volvió a realizarse una operación y a empezar de cero todo el proceso. En abril de 2021 se hizo una limpieza de la zona por acumulación de líquido, lo que requirió de nuevo quirófano, mientras que también acudió a Oporto y finalmente, aunque nadie dio detalles de la operación, todo apunta a que le extirpó una parte del menisco.

"Tendrá que hacer entrenamientos preventivos centrados en esa rodilla durante toda su carrera para que esté estable y así los cartílagos no sufran", explican especialistas del Grupo Belman en un artículo de fondo donde se detalla que "si falta una parte del menisco hay que compensarlo con más masa muscular". Y el jugador, desde entonces, no volvió a ser el mismo, aunque la temporada 2022-23 llegase a jugar 51 partidos, solo 14 de titular, pero lejos de aquella versión que había obnubilado al mundo del fútbol unos años atrás.

Un paso de un año por el Brighton que no le valió para reivindicarse

Antes de salir cedido al Brighton el año pasado, en el Barça, tanto en el cuerpo técnico liderado por Xavi Hernández como en la dirección deportiva encabezada por Deco, se juntaron las opiniones, que señalaban que "estaba lejos del físico de antes de la lesión y lo mejor para él era poder jugar una temporada entera todos los partidos, para poder competir cada semana y recuperar el tono físico". Y con esa intención se marchó a la Premier, al Brighton, pero no cuajó aunque en los primeros meses De Zerbi sí le dio minutos; luego, en cambio, perdió también la paciencia (solo fue titular en siete encuentros).

"Fati está trabajando muy bien, pero tengo expectativas diferentes para él. Mi opinión sobre él no ha cambiado. Es uno de los mejores talentos en el mundo a su edad, pero necesita mejorar sus actuaciones, mejorar su condición física y mejorar su mentalidad, porque para jugar en la Premier League tienes que ser más fuerte mental y físicamente. Cuando nos muestre que está listo, podrá jugar con nosotros", añadió el técnico italiano. En la misma línea se muestra el sentir de varios técnicos que han visto de cerca a Ansu Fati, ya sea en el Barça o en la Selección, que señalan que "ha perdido un segundo en la explosividad. Mantenía la calidad y algo especial, pero le faltaba esa chispa".

A diferencia de Pedri, muy castigado el curso pasado por las lesiones, a Ansu Fati no le ha traído una mejora la nueva preparación física del FC Barcelona con la llegada de Julio Tous y Pepe Conde. El delantero no ha podido dar un paso adelante en las oportunidades que le ha dado Hansi Flick, y el técnico ya prefiere otros jugadores que a priori estaban por debajo, como Pau Víctor o Pablo Torre. La desdichada historia de Ansu Fati aún tiene muchos capítulos y el delantero no tira la toalla a sus 22 años. Necesita jugar pero en el Barça no encuentra el momento.