FC BARCELONA

Dieciséis horas describen la cruel realidad de Ansu Fati y ponen a prueba la palabra de Flick

El delantero sufre una nueva lesión y acumula cinco temporadas en las que sus problemas físicos son constantes.

Ansu Fati, en uno de los partidos que ha podido disputar esta temporada. /GETTY
Ansu Fati, en uno de los partidos que ha podido disputar esta temporada. GETTY
Alberto Martínez
Jordi Cardero

Alberto Martínez y Jordi Cardero

Cuando parecía que había dejado atrás las lesiones y empezaba a sumar minutos en el Barça, aunque fuera paulatinamente, Ansu Fati ha regresado a las andadas. Y en su caso es visitar la enfermería, esa segunda casa de la que no puede olvidarse desde que se rompiera el menisco el 8 de noviembre de 2020 y estuviera más de 300 días sin poder jugar. El delantero ha sufrido un contratiempo en el entrenamiento de este miércoles, una rotura en el bíceps femoral, y estará un mes de baja. Su realidad, cruel, se explica en apenas 16 horas que le son tozudas.

El pasado martes, el Barça colgaba en sus redes sociales un vídeo en el que aparecía Ansu Fati junto a Sergi Domínguez y Pau Víctor sonriendo y celebrando la victoria en uno de los ejercicios del entrenamiento: "¡La victoria les queda bien!". Pero, apenas 16 horas después, las redes sociales de la entidad azulgrana se llenaban de ánimos después de que se confirmara una lesión inesperada. Es la segunda de la temporada después de la fascitis plantar que le impidió arrancar el campeonato. Y, lo peor, la sensación de que el futbolista que apenas tiene 22 años recién cumplidos no puede salir de su espiral peligrosa y que le merma.

La eclosión fulgurante de Ansu Fati, que recuerda ahora desde la distancia tanto por edad como por impacto a la de Lamine Yamal, se quebró rápidamente. En el curso 2019-20 marcó siete goles en 24 partidos, con solo 11 de titular, pero en la campaña siguiente tuvo esa grave lesión. Lo que iban a ser cuatro meses se convirtieron en 11 y en cuatro operaciones porque no funcionaban los tratamientos que se le practicaron. Una inactividad y un proceso que le alteró la musculatura y le hizo sufrir una serie de descompensaciones. "Hay un antes y un después de las lesiones, todos lo vemos. El jugador explosivo, con agilidad... no es exactamente el mismo después de todo lo que le ha pasado", dijo en su momento en Crónica Global el traumatólogo Miquel Llobet.

El calvario del delantero y la petición del técnico alemán

Y ocurrió en Ansu Fati, internacional con España pero poco a poco fuera de las convocatorias, ansioso por recuperar un nivel aunque su cuerpo no le respondiera y le seguían dando avisos. En la temporada 21-22 estuvo 181 días lesionado y encontrando la puesta a punto, en la siguiente solo tuvo un percance pero bajó el nivel y apenas pudo ser 15 partidos titular; y en la 23-24 se marchó cedido al Brighton donde de nuevo, en una competición más exigente como la Premier, estuvo 69 días lesionado y jugó solo siete partidos desde el comienzo. Son lesiones, además, que afectan a la explosividad, precisamente aquello que le catapultó a la élite. Al mismo tiempo que una premisa básica para jugar con Flick.

Roberto de Zerbi, que había convencido al futbolista en verano tras una llamada personal, comentó en sala de prensa que "Fati está trabajando muy bien, pero tengo expectativas diferentes para él. Es uno de los mejores talentos en el mundo a su edad, pero necesita mejorar sus actuaciones, su condición física y su mentalidad". Ansu tenía lo que necesitaba: un entorno en el que se sentía acompañado. Pero no logró alcanzar el nivel que le demandaba De Zerbi y su relación con el entrenador no acabó especialmente bien.

A su vuelta a Barcelona, y aunque desde la dirección deportiva intentaron buscarle acomodo teniendo en cuenta la situación con el límite salarial, el delantero se quedó en el club a la espera de reencontrarse. Y Hansi Flick, que le ha ido dando minutos a cuentagotas ante el rendimiento de sus delanteros y la poca producción de Fati, ya dejó claro en sala de prensa que "Ansu Fati merece que tengamos paciencia con él". Y ahora ha llegado ese momento que reclama el entrenador. El futbolista se planteará a comienzos de 2025 a la espera aún de poder recuperar el nivel óptimo y que esa fotografía de 16 horas antes sea la habitual.