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Primer gesto de Rafa Louzán como presidente de la RFEF: viaje exprés a Catar para acercarse a Florentino Pérez y el Real Madrid

El nuevo presidente vuela a la Intercontinental, donde "celebrará" su victoria con el equipo blanco y la plana mayor de FIFA.

El nuevo presidente de la RFEF, Rafa Louzán, rodeado de afines que le han aupado al cargo y recibiendo felicitaciones. /REUTERS
El nuevo presidente de la RFEF, Rafa Louzán, rodeado de afines que le han aupado al cargo y recibiendo felicitaciones. REUTERS
Sergio Fernández
Alfredo Matilla

Sergio Fernández y Alfredo Matilla

Después de unas semanas electorales de locos, con reuniones por toda España, pactos con representantes de todo tipo y pelaje, alianzas, traiciones, acuerdos, desacuerdos y, en definitiva, estrés, uno pensaría que lo más normal para el flamante nuevo presidente de la RFEF, Rafa Louzán, sería tomarse unos días de descanso... Pues no. El reloj corre para todos. Para él incluso todavía más. Es oficialmente el presidente de la Federación, pero ni él mismo sabe hasta cuándo.

Ganar las elecciones no ha sido fácil, pero más complicado es lo que le viene por delante. El 5 de febrero tiene un match point: el Tribunal Supremo juzga de nuevo su condena por prevaricación que le supuso una pena de 7 años de inhabilitación para cargo público. Si salva ese (durísimo) escollo, todo ok y podrá disfrutar tranquilamente de su mandato al frente del fútbol español. Si no, tendrá que meterse en otra pelea argumentando que la inhabilitación para cargo público no afecta su nueva posición en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas... pero con el Gobierno como enemigo, intentando por todos los medios quitárselo de encima como ya hizo con Pedro Rocha. Y el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) va lento, pero firme.

Dicho todo eso, sería del todo humano tomarse un tiempo para reposar la victoria electoral y celebrar con su gente su aplastante triunfo sobre Salvador Gomar por 90 a 43 votos. Pues él no. Al revés: lo primero que va a hacer es subirse un avión y dirigirse a Catar, donde se disputa la Copa Intercontinental que enfrenta al Real Madrid contra el Pachuca mexicano... con un objetivo claro: acercarse a Florentino Pérez y al Real Madrid.

Es la primera oportunidad que tiene de limar asperezas con el conjunto blanco. En la zona noble del Santiago Bernabéu están profundamente en desacuerdo con la política arbitral de la RFEF y su presidente, Luis Medina Cantalejo, cuyo puesto parece más en el aire que nunca en estos momentos. Además, otro punto de fricción entre ambos está en el decidido apoyo del archienemigo institucional del Real Madrid, el presidente de LaLiga Javier Tebas, a Louzán. El gallego intentará tender puentes entre ambos o que, al menos, esas dos vías puedan fluir sin entrar en colisión, dado que cotas mayores de pacificación parecen imposibles ahora mismo entre la patronal y el conjunto blanco.

Felicitación de Infantino

Ayer todo eran abrazos y felicitaciones. Incluso Salvador Gomar, su propio rival en las urnas, no quiso postularse en caso de que el Supremo y el Gobierno consigan echar a Louzán dentro de unos meses. "No es el día, ahora el presidente es él", aseguró elegante a pesar de que Louzán le había olvidado de manera muy gráfica en su primer discurso oficial después del nombramiento, horas antes de su primer acto oficial, aunque menor, con árbitros.

El resto no faltó al peloteo: Presidente por aquí, "te dije que arrasábamos" por allá. Miembros de Territoriales que le habían puesto ojitos a Gomar celebraban sin pudor ninguno la victoria de su presidente como el más entusiasta de sus familiares. Y lo mismo ocurría con trabajadores de la propia RFEF, expertos supervivientes que lo mismo aupaban discretamente al secretario general, Álvaro de Miguel al cargo, que escribían a su tronco Gomar o daban palmaditas en la espalda al ya elegido presidente gallego. Ayer todo eran sonrisas. A ver cuántas facturas se pasan en las próximas semanas...

No faltó la felicitación del presidente de FIFA Gianni Infantino, que habló por teléfono con Louzán nada más terminar el discurso y en el que encontró un apoyo y una invitación a saludarse en persona en Catar, si finalmente el nuevo mandatario de la RFEF podía acudir a la Intercontinental, donde además se celebrará una peculiar entrega telemática de los premios The Best.

«No guardéis todo esto muy lejos»

En cualquier caso, la sensación ayer en la Ciudad de Fútbol era más de tregua que de batalla ganada. Algunas personas se abrazaban, aliviadas, al conocer el resultado de la votación, quizá temiéndose que de haber sido otro el resultado habrían tenido que buscarse la vida fuera de la RFEF. La cita en el Tribunal Supremo es dentro de más seis semanas, lo que parece un espectacular oasis de calma tal y como están las cosas dentro de la casa.

"Ya veremos..., de momento nos comemos las uvas tranquilos", decían. Ahora Rafa Louzán y sus aliados dentro de la RFEF pueden rearmarse, tomarse las cosas con más calma e incluso cambiar algunos estatutos que les beneficien a la hora de preparar su defensa contra la inhabilitación que les pueda llegar del Supremo. "Por si acaso no guardéis las traseras muy lejos", bromeaban algunos, en referencia a que podrían tener que volver a celebrarse elecciones presidenciales en poco tiempo. Está bien: es importante reciclar.

¿Y cómo se haría si el Supremo o el Gobierno consiguieran quitarse del medio a Louzán? Pues mucho más sencillo que hasta ahora: sería la misma Asamblea que acaba de elegirse la que votaría a otro presidente. Si el gallego fuera inhabilitado o tuviera que cesar, se haría cargo de la RFEF, temporalmente, su vicepresidente primero y después se convocarían elecciones sólo a la presidencia. Se reunirían otra vez, como ayer, los mismos 140 miembros de la Asamblea y votarían. Y esas elecciones sí que tienen "peligro": ahí se puede presentar cualquiera sin demasiada campaña electoral. Y, en caso de tener el suficiente prestigio y apoyos, hasta ganar.