PREMIER LEAGUE

Detrás de la llegada a la cima de David Raya: un convenio del Cornellá, una familia de acogida y la osadía de Mikel Arteta

El catalán es figura clave en el Arsenal subcampeón de Premier League y ahora considerado candidato a todo.

David Raya, hablando con Iñaki Caña antes de parar el penalti del Atalanta. /REUTERS
David Raya, hablando con Iñaki Caña antes de parar el penalti del Atalanta. REUTERS
Daniel Knecht Escobar

Daniel Knecht Escobar

David Raya (Barcelona, 29 años) es una de las figuras de la presente temporada de la Premier League. El portero menos goleado de la liga junto a Alisson Bécker (Arsenal y Liverpool apenas han recibido un gol en cuatro jornadas), está presente en cada acción defensiva de los gunners, de las que sale bien parado. Ya está en las conversaciones en las que se discute cuáles son los arqueros más en forma de Europa y el mundo y desde anoche también es estrella en la Champions League.

Su doble parada en la pena máxima de Mateo Retegui no es moco de pavo. De hecho, por las redes sociales, que masifican y unifican opiniones, ya hay quien la cataloga como la parada de la jornada, de la temporada y del año 2024 (juntando las mitades de las campañas 23/24 y 24/25 que corresponden a esos 365 días). La espectacularidad de la acción merece los elogios: primero detiene el penalti y rápidamente cambia de dirección para detener sobre la línea un segundo remate que parecía difícilmente perdonable. La intervención valió un 0-0 final, su cuarta portería a cero del curso y un punto que coloca a los londinenses decimosextos en el estreno de la nueva Liga de Campeones que ha diseñado la UEFA.

La acción pone de nuevo a ojos del mundo el portero que es David Raya. El mismo que en la edición pasada de la UCL apeó con dos salvadas en la tanda de penaltis al Porto FC y que un día, en septiembre de 2024, fue objeto de debate en el Arsenal. Fue finalmente Mikel Arteta, paisano, el que avalado por el preparador de porteros Iñaki Peña, decidió que el club londinense pusiera algo más de 30 millones de euros sobre la mesa del Brentford para apostar por un relevo en la portería del Emirates Stadium.

Su dueño hasta entonces era Aaron Ramsdale: carismático, más o menos solvente y, lo más importante de todo, inglés. De vez en cuando cometía errores que costaban puntos, perdonados por una afición gunner que se veía más beneficiada que perjudicada (a su juicio) por las acciones del de Stoke-on-Trent. Por eso, cuando Arteta decidió dar un giro de volante inesperado, la grada no lo entendió. Tampoco convencieron las primeras impresiones, cuando varios errores lo pusieron en tela de juicio. Sin embargo, en su primer año ya se erigió como uno de los mejores de la Premier League (16 porterías a cero en 32 encuentros). Su seguridad y lucidez al otro lado de los 11 metros se ganaron a su nueva afición, que terminaron viendo con buenos ojos, nostálgicos en parte, la salida de Ramsdale rumbo al Southampton por algo más de 20 'kilos'.

Un convenio lo 'convirtió' en inglés

Aunque los meses le terminaron dando la razón, Arteta no solo apostó por Raya por una visión que tuvo en una noche de sueño reparador, ni una corazonada, ni mucho menos por el DNI. Lo cierto es que el portero barcelonés es casi más británico que español por su trayectoria futbolística.

Cuando todavía era un adolescente se valió del curioso convenio que mantenían el que entonces era su club en Cataluña y una importante entidad inglesa. Cambió las categorías inferiores de la UE Cornellà por las del Blackburn, lo que lo reubicó en un condado de Lancashire que se antojaba como la noche y el día respecto a su Barcelona natal. De la mano de una familia de acogida ('host family', como Raya la llamaría), pasó por una breve cesión por el Southport de quinta división que lo curtió antes de regresar al Blackburn, donde no ganó peso hasta 2017, cuando se asentó como titular.

Su gran temporada contribuyó al ascenso del equipo a Championship (segunda inglesa) y otro año de relumbrón le valió su marcha al Brentford, donde siguió ganando galones y atrajo la mirada de una vieja gloria en reconstrucción que necesitaba una garantía bajo palos. Créditos a Mikel Arteta por la osadía que supone en las islas sacar del once a un portero nacional para colocar en su lugar a un extranjero de, como por entonces se lo consideraba, más o menos el mismo nivel.

Aunque todo sea dicho, esta historia de subida a la cumbre se culmina desde el banquillo, pero no por parte del técnico principal. Iñaki Caña tiene el secreto del 'fenómeno parapenaltis' de David Raya. El extremeño es el entrenador de porteros del staff de Arteta y ya tuvo un papel principal en la mencionada tanda de penaltis que el Arsenal le ganó al Porto. Caña se plantó en la vuelta de los octavos de final con un gran folio que contenía toda la información necesaria para que su portero desempeñara un rol clave. La jugada salió a la perfección.

En la noche del jueves no le hacía falta una chuleta tan vistosa, apenas le sirvió con un gesto que a Raya le salió de dentro. "Tomé la decisión de ir al banquillo durante la consulta del VAR porque había una larga espera, así que hablé con el entrenador de porteros para tener más certeza de qué hacer. Me ayudó mucho, así que todo el crédito para él, es quien hace todo el trabajo", destacó en la entrevista post-partido el guardameta.

"Se necesita eso de un portero de este nivel y estoy muy feliz de que esté en esta forma (...) Es una de las mejores (paradas) que he visto en mi vida". Así se rindió en rueda de prensa el técnico donostiarra, que observa orgulloso cómo su apuesta no era una locura y ahora está en la cima.