ARSENAL 1 (4) - OPORTO 0 (2)

El valedor de David Raya que le llevó al Arsenal... y le dio las pistas para ser el héroe de los penaltis

El portero español llegó cedido el pasado verano por insistencia de Iñaki Caña para competir con Ramsdale, pero pronto le quitó el puesto gracias a su juego de pies.

David Raya, en el partido contra el Oporto. /Reuters
David Raya, en el partido contra el Oporto. Reuters
Gonzalo Cabeza

Gonzalo Cabeza

Los asientos modernos de los banquillos son cómodos y ergonómicos, pero ni el sofá más sofisticado es suficiente si lo que tienes delante es una tanda de penaltis. David Raya e Iñaki Caña se refugiaron allí cuando había terminado la prórroga. Era un momento importante, un punto clave en una vida en común.

Caña sacó un papel grande y los dos empezaron a comentar. Muy lejos quedan aquellos tiempos en los que a estos momentos se iba solo con la intuición. En el banquillo visitante la imagen se repetía con el portero del Oporto, pero no todos pueden acertar, en el fútbol el estudio concienzudo tiene sus limitaciones.

Raya estaba jugando unos octavos de final de Champions y muy probablemente también disputará los cuartos. Su presencia ahí se explica desde su preparador, Caña le conocía desde tiempo antes y fue él quien dijo que tenía que ir al Arsenal. Ambos habían coincidido en el Brentford y cuando Caña llegó al equipo más histórico de Londres de la mano de Arteta fue él quién le explicó los motivos para ficharle.

Fue una decisión controvertida. El Arsenal ya tenía portero y, para los ingleses, un buen portero. Era Aaron Ramsdale, que no había desentonado la pasada temporada con los gunners, en un camino en la Premier en la que pasaron tiempo cerca de ganar el título. El equipo y el meta fueron la sensación de la temporada, muy por encima de lo esperado. El inglés estaba llamado a competir con Pickford por la portería nacional y era indudablemente el guardameta del Arsenal.

Raya celebra la victoria.
Raya celebra la victoria.

Cesión sorpresa

O eso pensaba la opinión pública, que se sorprendió sobremanera cuando al final del mercado el Arsenal empezó a pujar por Raya. Terminó llevándoselo cedido desde el Brentford. Porque aunque Ramsdale había estado a la altura, el cuerpo técnico español creía que se podía dar un paso más. Para eso necesitaba un portero que no solo supiese jugar con los pies, sino que fuese realmente bueno con ello. En una entrevista con La Media Inglesa el propio portero dijo que podría haber jugado en Tercera División en España por su juego de pies.

En los podcast ingleses de pretemporada se temían que Ramsdale saliera de la portería. Lo entendían poco y mal, no porque no fuese un buen portero, pero Ramsdale -que también tuvo un recorrido algo raro, pues el Arsenal lo había comprado de un Sheffield que acababa de descender y al que habían hinchado a goles- no solo era de casa, sino que había hecho una gran temporada en el Arsenal y contaba con un importante carisma.

Ramsdale y Raya empezaron combinándose en la portería, compitiendo. Con la boca pequeña decía Arteta que así iba a ser. Pero pronto se vio que no, que Arteta y Caña priorizaban la armonía del juego y la salida del balón y que para eso necesitaban al portero español. Raya ha jugado 7 de Champions y 22 de la Premier, le ha dejado a su rival sus migajas.

Lo del juego de pies, que siempre está bien, no fue lo que encumbró a Raya este martes en el Emirates. Habíamos dejado a Caña y a Raya en el comodísimo banquillo planeando la tanda. Después saltó al césped con nervios de acero, sin cambiar el rictus de la cara y acertó casi todo lo que le tiraron. Paró dos y rozó otro más. Penaltis todos difíciles, ajustados, en los que no solo tiró de intuición sino también demostró que es un guardameta con buenas piernas, algo básico para cualquier portero que quiera reaccionar y llegar al palo.

Las dudas que pudieron tener con Raya, que existieron, porque jugadores como él son también una apuesta de riesgo, se disiparon en buena parte contra el Oporto. Por eso le habían fichado, porque la Champions requiere algo más. 14 años después el Arsenal vuelve a los cuartos de final de la máxima competición, y aunque la participación de Raya en el partido fue escasa, pues su equipo vivió en el campo rival, lo que pasó después le grabará para siempre en la memoria de los aficionados gunners

Raya, que ahora va con frecuencia a la selección, cuenta con una carrera revirada, de esos caminos que sorprenden cuando llegan hasta la élite. Es canterano del Cornellá, le reclutó el Blackburn Rovers y solo entró en la élite con el Brentford, un equipo al que ayudó a ascender a la máxima división. Y ahora no solo está en la cúspide del fútbol, sino que es protagonista de los grandes partidos. Todo empezó con el deseo de Caña.