El presidente del Olympique de Marsella: "Todo lo que decían de Mason Greenwood en Getafe es verdad, estoy orgulloso de haberlo fichado"

A pesar de sus apenas 38 años, el presidente el Olympique de Marsella, Pablo Longoria (Oviedo, 1986), habla con la tranquilidad del que puede permitirse decir lo que piensa. También calla, cuando le da la gana, porque ha vivido lo suficiente como para saber dosificarse. Sassuolo, Juventus o Valencia, entre otros, y tiene muy claro en qué jardines quiere meterse y en cuáles no. Sobre todo después de la desagradable situación vivida con los ultras del club que preside la temporada pasada.

Él sabía que fichar a Mason Greenwood sí que iba a ser meterse en un jardín: protestas de aficionados, algún que otro político oportunista y críticas por redes sociales que en ningún caso superaron la experiencia vivida con la temporada pasada con los ultras del club. Ellos tenían tomada la decisión de firmar al británico. Y, además, según explica a Relevo, fue muy sencilla: "Para nosotros es un jugador que marca las diferencias a nivel técnico. Su comportamiento está siendo excelente desde que ha llegado a Marsella. Se ha adaptado muy bien y fruto de ello es el impacto que ha tenido en las tres primeras jornadas de campeonato para nosotros, que ha sido masivo". Lleva cinco goles en los cinco primeros partidos.

En Getafe fue igual. Llegó envuelto en una fuerte polémica por su acusación de maltrato a su novia, por la que fue apartado por el Manchester United en enero de 2022. Se presentó en el club azulón acompañado por esa misma novia, Harriet Robson, y sin ninguna de las acusaciones que la Fiscalía, de oficio, había iniciado contra él. Dio igual porque las imágenes que Robson había difundido en sus redes sociales eran imposibles de olvidar. El jugador sostenía haber sido víctima de un juicio mediático y durante buena parte de la temporada fue pitado en cada campo al que iba. A pesar de eso, su afición siempre le defendió y terminó siendo uno de los favoritos de la hinchada del Getafe.

Terminó haciendo un año estupendo, lo suficiente como para que Longoria no dudase en desembolsar 23 millones de euros para hacerse con sus servicios (a cambio de un porcentaje del jugador). "Todo lo que me han dicho de él en Getafe es la realidad que veo en el día a día. La realidad hablando con gente de Getafe, que tenemos buena relación obviamente entre clubes, es que ves todos los comentarios de su día a día en el Getafe y lo que están transmitiendo es lo que estamos viendo nosotros aquí", asegura.

"Su llegada fue una cuestión muy rápida cuando lo hablamos con el entrenador. Él ya lo conocía y todo fue muy rápido, aunque obviamente hubo un cierto debate. Creíamos mucho en su talento y estamos muy contentos de lo que está haciendo ya con nosotros. Su comportamiento está siendo fantástico y estamos muy orgullosos de tenerlo con nosotros en Marsella", asegura el presidente español del Olympique de Marsella. "Teníamos toda la información que necesitábamos y creo que pudimos tomar la decisión correcta", zanja.

Mientras que en España el debate se centra, cada año, en si LaLiga hace bien o mal en el férreo control económico que sufren sus clubes, y que impide fichajes de relumbrón temporada tras temporada, en la Ligue 1 ha estado a punto de ocurrir una catástrofe para sus clubes: "La venta de los derechos audiovisuales ha sido un golpe muy duro no sólo para el Olympique de Marsella, sino para toda la Ligue 1. Al entrar a analizar lo que ha pasado, ves que en Francia una gran parte del dinero ha ido hacia las competiciones europeas, ha habido un incremento radical de la Premier League, que compite directamente con el campeonato francés, así que somos nosotros, los clubes franceses, los que estamos pagando las decisiones tomadas en los últimos años".

Al final, un operador ha salvado sus opciones y han encontrado un clavo ardiendo al que agarrarse: "Al mismo tiempo, con la llegada de DAZN ahora, tenemos que concentrarnos todos los clubes en hacer que todo funcione para que el producto mejore, que haya una mayor visibilidad y entender el respeto que tenemos que tener hacia ellos, que han llegado en el último momento".

A partir de ahí han empezado a ponerse las pilas: vídeos promocionales de la competición con "padrinos" de la talla de Thierry Henry, por ejemplo. Y las expectativas no son tan malas. Longoria lo tiene clarísimo: "Especialmente porque tú ves que hay diferentes competiciones, como las competiciones europeas, que han crecido. También es cierto que crecen aumentando el número de partidos, ojo. Hay nuevas competiciones que están llegando, como el Mundial de Clubes, y ya veremos cuál va a ser el montante total negociado pero al mismo tiempo si entiendo que una tendencia de caída dentro de los diferentes campeonatos nacionales eso tiene que abrir yo creo. Y en el caso del campeonato francés, debemos pensar en nuevas fórmulas para buscar formatos alternativos a tu competición. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que tenemos que reinventar una buena parte del producto porque al fin y al cabo este descenso también es la responsabilidad de todos nosotros".

En Francia, la burbuja ya se ha pinchado pero, mientras, en LaLiga cada vez son más las voces críticas con las normas del control económico que, en opinión de algunos, asfixian a los clubes en el mercado de fichajes. Pablo Longoria lo vivió en el Valencia pero, sin embargo, ahora añora (con matices) ese tipo de restricciones: "Soy favorable a un control económico, y eso siempre es uno de los aspectos importantes. Llevar el concepto al máximo creo que es una responsabilidad por parte de un presidente de Liga o por parte de la organización de LaLiga, sobre todo a la hora de proteger a inversores sobre el producto sobre el que están buscando invertir. Al mismo tiempo entiendo también un cierto tipo de flexibilidad. Creo que debería tener un poco más de mezcla y dar un poco más de importancia también al plan de tesorería", finaliza el presidente del Olympique de Marsella.