Pablo Longoria: "Elegí venir al Marsella porque aquí puedo reproducir lo que viví en Valencia"
El joven presidente asturiano desgrana su proyecto en Marsella y repasa su pasado en la capital del Turia detalladamente.

Pablo Longoria (Oviedo 1986) ha pasado unas horas por su querida España para enfrentarse al Villarreal en Europa League. El joven presidente del Olympique de Marsella confiesa, nada más sentarse con este medio, que echa de menos "el sol de Valencia" pero que no puede estar más feliz con lo que está construyendo en Marsella. Es cierto que no ha sido, ni está siendo, un año fácil con el lío de los ultras, la salida de su amigo Marcelino y la destitución "dolorosa" de Gattuso. Pero en sus dos temporadas completas como presidente, Longoria cuenta con un segundo y un tercer puesto, la mejor racha de resultados de la entidad en 13 años. A ello se le suma que su equipo acaba de pasar a cuartos de final de la Europa League.
Quizás por ello, lo que iba a ser una charla breve se acaba alargando por más de media hora y Longoria habla de su etapa en el Valencia de manera profunda como algo extraordinario porque "no había querido hacerlo hasta ahora por respeto total al club". Marsella reúne pasión, mucha afición y la lucha contra un gigante (PSG) que bien le relacionan con el proyecto de club que es históricamente el Valencia CF. Longoria no esconde que pensó en ello antes de dar el 'sí' a los franceses, es más, fue clave: "Elegí venir a Marsella porque era un lugar donde podía reproducir lo vivido en Valencia".
Tres entrenadores, un amigo como Marcelino que se va, altos, bajos... Pero ahora en cuartos de Europa League y en la pelea en Ligue 1 ¿Qué año, no?
Es una temporada para mí muy atípica. Siempre hay un punto que es clave, que es que en un club todos deben ir en una misma dirección, incluso en un aspecto emocional. Para mí esta temporada ha sido una temporada con unos altos y bajos muy claros. Ha habido muchas frustraciones, emociones... Pero en este punto es bueno recalcar que estamos en emociones positivas y por fin está todo mucho más calmado, eso sí ahora no nos cabe el aspecto a la relajación. Vamos bien, pero hay que tratar ir a mejor.
¿Qué está intentando construir Pablo Longoria en Marsella?
Yo creo que hay varios aspectos en el Marsella. Hay un primer paso que es buscar una estabilidad económica buscando el resultado deportivo, creo que en estos momentos hay que pensar en un proyecto a medio plazo y buscar un futuro en el que la palabra más importante es estabilización para buscar el crecimiento.
Suena como todo lo que dicen los clubes de LaLiga y todos en Europa salvo el Madrid, el PSG y la Premier League...
Y en Inglaterra ya está llegando por un acuerdo que llega desde la propia política. Es clave encontrar las dos cosas al mismo tiempo, pero economía y resultados deportivos no son cosas que se puedan desligar. Hay que buscar un resultado económico positivo para crecer, mientras mantienes el resultado deportivo positivo.
¿Cómo se explica a la afición un modelo de club que no solo se basa en lo deportivo, sino en lo económico?
Para mí es muy importante que todos tengamos claro hacia donde queremos ir, porque si todos remamos en la misma dirección es la clave para el éxito en el fútbol. Cuando existe la pasión cabe menos espacio para la razón, es una gran realidad y este es un club muy pasional. Pero creo que pese a ello hay que explicar muy claramente a donde vamos, que nuestros aficionados lo sepan. En Marsella uno tiene que entender la idiosincrasia del club, tenemos siete diferentes grupos de aficionados que no son ultras como tal, es una simbiosis diferentes a la que te tienes que adaptar en la relación y has de explicarles las cosas. Obviamente con límites, yo soy dirigente y tengo que dirigir, pero también tengo que hacer pedagogía con la gente para que entienda nuestro camino.
Pues haz pedagogía conmigo... ¿Qué pasó con Marcelino?
Es complicado porque dentro de la pasión hay ciertos límites que no se deben pasar. Ningún dirigente de fútbol puede aceptar la amenaza, como fue el caso que ocurrió. Yo me reuní con los grupos ultras y luego le expliqué a Marcelino como se había producido la reunión que tuve con los ultras. Entiendo que para él fuera una situación difícilmente aceptable. Yo entiendo su posición a posteriori de marcharse, pero para mí en ese momento no podía priorizar mi posición personal con él, sino que traté de salirme de mi relación personal y centrarme en todo lo que había trabajado aquí hasta la fecha. No podía marcharme y dejar caer todo lo que estaba y estoy intentando construir, sino intentar cambiar la situación y que el club funcione.
"Un día en el hotel todos los jugadores nos dieron un abrazo a mí y a Mateu, eso te demuestra la unión que teníamos"
Presidente Olympique Marsella.
¿Él lo entendió?
En un primer momento, obviamente, cuando eres fruto de las emociones es el tiempo el que te hace llegar a las conclusiones adecuadas. Tras eso, nuestra relación personal y profesional se ha mantenido intacta.
Vamos que en un primer momento no...
El tiempo te hace llegar a las conclusiones adecuadas.
Fichó a Marcelino, a Kondogbia... ¡Hasta a Marco Otero! ¿Entiende que se dijera que buscaba construir un Valencia 2.0?
¡Solo nos faltaba Mateu! (ríe). Lo que logramos construir en Valencia fue algo muy especial. En Valencia se produjo un grado de respeto personal y profesional entre todos los integrantes del club: jugadores, directivos, comunicación, scouts... Que es algo fundamental y que nunca he vivido. Un proyecto lo construyen muy buenos profesionales pero a la vez muy buenas personas y tener ese tipo de afinidad personal para lograr objetivos común es un ingrediente importante. Ese tipo de confianza personal y profesional es algo especial y eso es lo que teníamos en el Valencia.
¿Qué recuerda de aquella época? Si no me equivoco para usted el 25 de mayo de 2019 es el mejor día de su vida... Al menos hasta que gane un título con el Marsella.
¡Sigue siéndolo! Ha sido muy bonito todo. Mira, yo nunca hablé de esto, para mí el segundo día más especial que yo tuve en mi ciclo en Valencia fue cuando empezaron los problemas en la pretemporada, cuando Mateu Alemany y yo estábamos en una situación extraña -serían despedidos a los pocos meses-. No viajamos con el equipo a Brighton a un amistoso y acudimos directamente a Leverkusen. Al llegar al hotel, cuando llegaron todos los jugadores y el cuerpo técnico, el abrazo sincero que nos dieron todos y cada uno de ellos, especialmente los jugadores, fue lo que más me ha marcado. Fue un abrazo sincero y definía la relación que había ahí dentro.
Tú te hiciste conocido por ir a las entrañas del fútbol a fichar jugadores poco conocidos, sin embargo ahora te has 'directivizado' como presidente...
Trato cada día de ver el fútbol con una óptica más diferente. Lo que más me ha aportado estar en el Marsella es poder ver el fútbol 360 grados, no solo desde la parcela deportiva.
¿Has podido entender algo de vuestro despido del Valencia ahora desde otra perspectiva?
(Piensa durante varios segundos en silencio) Era tan bonito, era tan tan bonito, que nunca me he parado a pensarlo ni analizarlo porque me haría mucho mal personal. Habíamos logrado algo muy difícil de lograr en el mundo del fútbol y pensar en ello me hace estar triste porque... Uf, porque prefiero pasar esa página. Había tal grado de unión de todos nosotros, que tocar a uno era tocar a todo el grupo.
Ha pasado más de 24 horas en Valencia, ¿ha notado el cariño de la gente?
Sí, al llegar varias personas me pararon y me dijeron "gracias", yo pensaba "gracias a vosotros". Y eso lo agradezco mucho, yo hago fútbol para la gente y creo que es clave mantener ese tipo de relación. Si tú actúas sin sentimientos, en el fútbol es imposible, has de tenerlos, siempre y cuando mantengas la racionalidad en tu plan.
Un estadio que aprieta, una afición entregada, un club que pelea con transatlánticos... Hay muchas similitudes entre Marsella y Valencia, ¿no?
Existe una pasión brutal en Valencia. Te digo más, para mí, la decisión de venir a Marsella era recrear muchos de los sentimientos que viví en Valencia, por eso, a pesar de tener muchas ofertas de clubes importantes encima de la mesa, me decanté por Marsella. Traté de reproducir esos sentimientos positivos que tuve en Valencia, realmente el único club donde podía hacerlo hoy día era en Marsella.
"En 2019, cuando entramos en Champions, nos fuimos de fiesta juntos la plantilla y la directiva. Nos apetecía celebrar cosas juntos"
Presidente Olympique de MarsellaO sea, que no voy desencaminado con lo de construir en Marsella un Valencia 2.0. Cuéntame, si recuerdas, algún ejemplo que demuestre ese buen rollo del que me hablas.
Sí, fue tras entrar en Champions en 2019, tras ganar en Valladolid. Nos fuimos toda la plantilla y la directiva de cena y luego nos fuimos por ahí hasta las 3 de la mañana, todos queríamos hacerlo y nos apetecía, nos encantaba estar juntos. ¡Y eso que teníamos la final de Copa a la vuelta de la esquina! La diferencia en Marsella es que ahora necesitamos esa simbiosis en el equipo directivo, esa confianza ciega entre unos y otros, como teníamos en el Valencia que yo estuve.

El domingo se enfrentan tu exequipo, el Valencia, contra el Villarreal de tu amigo Marcelino...
Es más, tengo grabado el último Valencia - Villarreal que jugamos, fue en Europa League, que les ganamos... Y ha sido la primera sanción de UEFA que he tenido yo por un árbitro.
¿Y eso?
Porque le sacaron una amarilla a Coquelin cuando teníamos la eliminatoria ya pasada y no pudo jugar en el Emirates Stadium. Yo ese día bajé al túnel de vestuarios enfadadísimo a recriminar al árbitro porque Coque era importantísimo... Un par de años después me encontré al árbitro en un estadio y me dijo "¿Por qué me hiciste eso?" Mi respuesta fue "¿Por qué le sacaste amarilla a Coquelin?" (ríe)
¿Con quien irás el domingo, con tu amigo o con tu antiguo club?
(Sin dudar) Con el Valencia. Valencia es superespecial.
Te veo profundo cuando hablas del Valencia, sinceramente no iba a enfocar tanto la entrevista por aquí, pero veo que te emociona.
Sí. Nunca he hablado del Valencia por respeto, porque no me consideraba el actor fundamental. Yo llegué a algo que ya había creado, me incorporé a algo muy bueno que se había creado, fui una pieza más que ayudé a que todo fuese mucho más lógico. El otro día hablaba con Marco Otero, exdirector de la Academia del Valencia y actual director de la Academia del Marsella, le decía que el año 2019 fue trascendental para el club, además de la Copa, fichamos a Yunus Musah, a Javi Guerra, a Koba... Dos de ellos han dejado plusvalía y Javi su nivel... Fue meter las bases.
Sientes que tu legado ha perdurado...
Para mí estábamos construyendo algo muy especial de verdad. Aquel proyecto, puede ser fuerte lo que diga, pero era lo que decía la pancarta de la final de Copa, aquel proyecto no tenía techo.
"2019 es un año importantísimo en la historia del club, además de la Copa, llegaron jugadores como Yunus Musah o Javi Guerra"
Presidente Olympique de Marsella¿Qué modelo de mercado tienen ustedes y se puede aplicar a los clubes de LaLiga, cada vez más necesitados?
Es buscar equilibrio. Tienes que fichar para construir un grupo de jugadores afianzados que te den estabilidad en los resultados y eso cuesta dinero, pero al mismo tiempo hacer un plan para hacer crecer el proyecto económico comprando jugadores más baratos para revalorizarlos y luego poder vender.
Vamos, que no hay que tener miedo a vender...
Es sano vender, es igual de importante en el fútbol tener preparado el plan de sucesión como la venta en sí. Yo me aplico el concepto de vender para crecer. En nuestro caso en Marsella ha sido vender para no tener necesidades de tesorería, no hemos generado grandes plusvalías pero hemos evitado tener uno de los grandes problemas del fútbol moderno que es la falta de tesorería.
Me hace gracia, estoy cansado de escuchar esa frase de tesorería en el Valencia CF
Sí, lo sigo, pero no me puedo permitir opinar del Valencia, todo lo contrario. Espero siempre lo mejor para el Valencia. Pero es cierto que tener una seguridad económica te permite tener un proyecto mucho más fuerte.
Volviendo al Marsella, ¿es cierto que te disculpas en los partidos con la directiva visitante antes de que empiecen?
¡Sí! He cambiado debo decir. Cuando empecé, yo vivía los partidos como un director deportivo, con mucha pasión, cantaba mucho los goles...
¿Como Fernando Roig?
¡Claro! Le ponía de ejemplo para explicar a los directivos adversarios cómo iba a vivir los partidos, era el ejemplo que les ponía. Pero con el paso del tiempo estoy intentando vivir los partidos de manera más fría porque en frío siempre se toman las mejores decisiones.
"Vender jugadores es sano, ahí radica el crecimiento. La falta de tesorería es uno de los problemas principales en el fútbol moderno"
Presidente del Olympique de Marsella
¿Te paras a pensar en lo que has logrado? Tienes menos de 40 años y eres presidente de un club campeón de Champions...
¡Soy del 86! El tiempo pasa muy rápido. Trato de no pensar en ello, procuro no hacerlo. Creo que analizar el fútbol desde un punto de vista de vanidad del individuo es el mal del dirigente. Es cierto que yo estoy en un proceso de desarrollo personal constante, pero represento a un colectivo y por eso yo ya no busco un plan para mi carrera, sino un plan para mi club.
Pablo Longoria ya no mira la carrera de Pablo Longoria...
Sí, es que representar al Olympique de Marsella es mucho más importante que ser Pablo Longoria.
Eso requiere decisiones complicadas... Me consta que tenía mucha afinidad con Gattuso y lo tuvo que despedir.
Ha sido seguramente uno de los momentos más complicados en mi carrera profesional. Es una persona llena de valores, es una persona que comparte la pasión por este deporte conmigo. Me hizo mucho daño a nivel personal.
Vaya año, tu amigo Marcelino y él.
Sí, emocionalmente fue muy complicado. Con Marcelino aparte de ser mi amigo es que yo creo en el valor profesional que tiene y de verdad quería que hubiera funcionado nuestra relación. Si en el mundo del fútbol dejamos a las personas de lado se convierte en algo con lo que no puedes trabajar. Y yo tenía esa afinidad con Marcelino y con Gattuso por lo que tomar la decisión fue algo muy duro a nivel personal, pero cuando eres presidente has de poner todo eso a un lado.
¿Se te valora menos en España que en el resto de Europa?
Creo que en España hay dos aspectos importantes. Era muy joven cuando empecé y estaba poco preparado y entiendo que mi carrera realmente empieza en Italia cuando me voy a Atalanta. Antes era un niño que estaba ahí, quizás tenía potencial pero no estaba muy preparado. En España trabajé dos temporadas como tal, las de Valencia, porque las otras dos no las cuento como tal, pese a, obviamente, estar muy agradecido a la directiva del Recreativo de Huelva por confiar en mí. Soy un español que ha hecho una vida en el extranjero.