La nueva complicidad entre la Federación y el Barça también afecta a Fermín

Si han escuchado ruido por la no convocatoria de Fermín con la Selección Sub-21, apáguenlo. Si han leído rumores sobre una posible negativa del jugador del Barça a bajar al filial de Santi Denia, olvídenlos. Nada de eso existe porque no hay ninguna grieta por la que se pueda colar la polémica entre el Barça y la Federación. Todas las fuentes consultadas con Relevo hablan de que la ausencia del andaluz obedece al consenso y al descanso, un ejemplo más de la concordia y complicidad que preside la relación entre ambas instituciones. Después de algún roce en el pasado, los días ahora transcurren entre el vino y las rosas.

El centrocampista, de 21 años, no fue llamado con la Absoluta y la RFEF, en sintonía con el propio futbolista y su club, prefirió no citarle con La Rojita. Por dos motivos. El primero es físico. Aún no está a tope tras superar las dos lesiones en el recto anterior que sufrió el pasado mes de septiembre. Aunque ha jugado seis partidos desde su recuperación, su regreso al verde está siendo progresivo. Y la segunda razón es deportiva ya que, una vez cerrada su clasificación para la Eurocopa de 2025, los compromisos de la Sub-21 contra Inglaterra y Dinamarca son amistosos.

Santi Denia no es dudoso con el jugador del Barça. El seleccionador está loco por llamarle porque, para él, Fermín debe ser uno de los pilares sobre los que se edifique su Selección en el próximo Europeo, un reto que en el vestuario obsesiona después del durísimo golpe que sufrió el equipo el verano pasado con la derrota en la final contra Inglaterra (1-0) y aquel maldito penalti que Trafford le detuvo a Abel Ruiz en el 99'. Pero, por encima de todo, lo que desea es que vaya con Luis de la Fuente. Como hombre de Federación, no le importaría perderle, como sucede con Casadó, Samu Omorodion, Baena o Cubarsí, si es para que se integre con los mayores. En esta ocasión se ha preferido esperar y que coja aire.

El capítulo de Fermín es la última muestra de la nueva normalidad que reina entre la RFEF y el Barça. Una realidad que poco tiene que ver con la que existió hace justo un año, cuando Gavi se lesionó de gravedad en Valladolid en el enfrentamiento de España ante Georgia (3-1). Sufrió una rotura completa del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha y una lesión asociada en el menisco lateral que, además, rasgó las relaciones. El club catalán se indignó. Consideró que la titularidad de su estrella, con el precedente del 1-7 en la ida contra los georgianos, era prescindible, innecesaria.

Gavi ya había jugado los 90 minutos del duelo ante Chipre en el que España ganó cómodamente por 1-3. Al final del primer tiempo, Oyarzabal cayó lesionado. Al descanso, De la Fuente quitó a otros dos titulares de la Real Sociedad: Mikel Merino y Robin Le Normand. Sí que jugó los 90 minutos Zubimendi, que descansó contra Georgia hasta el último tramo de partido. Únicamente Le Normand y Gavi fueron titulares en los dos partidos...

La tensión derivada por esta desgracia acabó solucionándose y en la actualidad hay muy buena comunicación pese a que Albert Luque y Xavi, con el que tenía hilo directo, ya no están. Sólo hay que observar cómo se ha gestionado el caso de Cubarsí en este parón. En un principio, el central no fue incluido en la convocatoria de De la Fuente por el golpe en la cara que sufrió en la Champions (le dieron diez puntos). Sin embargo, la baja de última hora de Pau Torres por molestias musculares abrieron la puerta al azulgrana, previa conversación con él y su club.

El mimo al Barça en Las Rozas es máximo. También porque fue, es y será una fuente inagotable de internacionales. Ahora, en el estado actual del líder de LaLiga, De la Fuente se frota las manos porque tiene hasta 15 jugadores convocables en dinámica del primer equipo y la RFEF es consciente de que sus futbolistas van a poblar las listas a corto y medio plazo como en los mejores tiempos, aquellos en los que Clemente llegó a llamar a nueve azulgranas o en los que Del Bosque y Luis Enrique citaron a ocho. Y Fermín pinta a que estará en todos los planes.