NATIONS LEAGUE | SUIZA 1 - ESPAÑA 4

España tiene a Lamine, Nico Williams o Fabián… y el amor propio del Madrid de Champions o del mejor Nadal

De la Fuente ya presume de un currículum con varias remontadas y victorias épicas como la de ayer. El medio del PSG clavó a la Roja: "No sólo somos un equipo que ataca y tiene la pelota".

Fabián y Joselu celebran uno de los goles en Ginebra. /REUTERS
Fabián y Joselu celebran uno de los goles en Ginebra. REUTERS
Manuel Amor

Manuel Amor

Ginebra (Suiza).- "Si hay que ponerse el mono, se pone. Y si hay que calzarse las botas de chubasco, se calzan". Joselu, tan gallego, resumió con simpleza en los pasillos del Stade de Genève el espíritu de una Selección española que combinó un fútbol brillante y un catenaccio eficaz para golear ayer a Suiza (1-4). Sólo así, con oficio y madurez, podía levantarse un partido en el que la Roja jugó 70 minutos con un hombre menos en pleno mes de septiembre. Lejos de amilanarse por la inferioridad numérica, avasalló al final con el segundo tanto de Fabián y otro de Ferran para dejar K.O. al rival.

Las dificultades eran varias: la exigencia física, con varios futbolistas lejos de su mejor versión por la carga del verano; el rival, 15º en el ranking FIFA y cuartofinalista en la Eurocopa; y el tapete, un patatal que se convirtió en lodo cuando la lluvia se transformó en diluvio. El equipo de De la Fuente se sobrepuso a todo eso, a la expulsión de Le Normand y a las bajas (Unai, Merino, Dani Olmo, Morata…) para conseguir un triunfo que carga de moral y allana el pase a los cuartos de final de la Nations League.

La victoria se emborrachó de carácter. Porque España, que combina como los ángeles y dignifica el fútbol con su estilo vertical y arrollador, también sabe replegar velas y faenar en marejada. De la Fuente lo destacó ("este grupo es un ejemplo para la sociedad") y los datos corroboran las sensaciones. Desde que el técnico tomó posesión del cargo a finales de 2022, los marcadores plácidos (1-7 a Georgia, 6-0 a Chipre, 5-0 a Andorra...) se combinan con los resultados heroicos y los éxitos sobre la bocina.

Luis de la Fuente: «Siento orgullo por este grupo de jugadores».

Joselu, vital en Ginebra, puso la firma a la primera demostración de orgullo de una plantilla que no se rinde jamás. Fue en la última Nations: su diana en el 88' permitió doblegar a Italia en las semifinales (2-1) y acceder a la final, en la que se ganó el título ante Croacia en los penaltis y se inauguró la era gloriosa que hoy sobrevive. En la hoja de servicios del riojano se encuadran tres remontadas, una de menor calado (en el 5-1 a Irlanda del Norte previo a la Eurocopa) y dos de enorme valor, las conseguidas en octavos (Georgia) y semifinales (Francia) del torneo de Alemania. Esta última, reponiéndose de forma magistral a un gol en el 8' de Kolo Muani, quedará para los anales.

Y en ese espíritu de combinar y mezclar planes reside la fortaleza de la Selección, como analizó el MVP Fabián: "No somos un equipo que sólo ataca y tiene la pelota; en los momentos difíciles nos juntamos y sabemos sufrir. Hoy (por el domingo) se ha visto que nuestra mayor virtud no es la defensa, pero cuando nos metemos todos juntos a currar se sabe que es complicado meternos gol. Este es el camino: seguir confiando en nosotros y en lo que nos pide el míster". Vivian, otro soldado que rozó la excelencia, también lo puso en valor: "Sabíamos que no íbamos a tener el balón; el ejercicio de concentración plena ha salido perfecto".

Joyas catapultadas

Si al espíritu colectivo se le suman las individualidades de las que goza De la Fuente, el poderío se multiplica. Fabián, con el que no contaba Luis Enrique y en quien siempre confió el riojano, regaló su enésima exhibición en Ginebra: marcó dos goles, ordenó la medular y confirmó que su explosión internacional en la Eurocopa no fue flor de un día. El curso pasado por estas fechas era suplente en el PSG y se disputaba un puesto con Merino en la Selección y hoy, con su valor de mercado potenciado en casi un 20%, presume de haberse erigido en un pilar en el club y equipo nacional.

Fabián: «No sólo somos una Selección que ataca». RELEVO / MANU AMOR

En su línea o por encima se sitúa Lamine. Ayer se cumplió un año de su debut con la Absoluta y en 12 meses ha derribado todas las barreras: una Euro, números de récord (goleador más joven, tres tantos, un puñado de asistencias...) y la bandera de España. En Suiza volvió a ser el mejor durante los 45 minutos que aguantó sobre el campo. Nico, apagado en este arranque de temporada, también subió un peldaño su nivel. Y otros hasta ahora en segundo plano piden paso.

Es el caso de Raya, muy seguro en los dos encuentros de este parón y que parece decidido a pelearle la plaza a Simón; Vivian, sobresaliente en los duelos con Embolo desde que apareció en el 28' por la expulsión de Le Normand; Joselu, que se reivindica; o Ferran Torres, con unas cifras de acierto (21 goles en 49 apariciones con la Selección) superiores a las de leyendas como Fernando Torres sin partir como delantero centro. Es la España más coral... y la que, además de disfrutar de perlas sin parangón, tira del amor propio del Real Madrid de las grandes noches -o del mejor Rafael Nadal Parera- para sacar los partidos adelante.