Bajčetić resistió las presiones de Serbia por esperar a España… y sigue sin tener claro con quién jugar
El mediocentro, que sonó para el Barça hace unos días, posee la doble nacionalidad. Aunque él prefiere defender a la Roja, voces de su entorno le aconsejan defender al país de su padre.
Belgrado (Serbia).- Aunque no jugará, ni estará presente en el estadio del Estrella Roja, Stefan Bajčetić será uno de los protagonistas indirectos del Serbia-España de este jueves (20:45, Nations League). El prometedor mediocentro del RB Salzburgo -acaba de firmar allí ante la imposibilidad del Barça de ficharle- vuelve a disfrutar después de un año parado por las lesiones y verá el partido desde Austria con un sentimiento especial: aunque nació y se crio en Vigo, posee la doble nacionalidad por su padre (Srđan, exfutbolista del Celta) y todavía no tiene claro a qué país defenderá en el futuro si ambas selecciones absolutas le convocan.
El asunto viene de atrás, aunque en estos últimos 12 meses haya quedado parado por culpa de los problemas físicos que le asolaron, y volverá a traer cola en el futuro. Bajčetić creció en Galicia, progresó en la estructura del Celta desde los nueve años y se marchó al Liverpool con 16. Los reds se adelantaron en aquel momento a Real Madrid (le querían de central), Manchester United o Leipzig con una propuesta deportiva y económica que convenció a la joya, a su familia y a su entorno por encima del resto. Y el tiempo les dio la razón: al año siguiente, siendo todavía juvenil, ya había debutado a las órdenes de Klopp.
En la 22-23, con 17, maravilló con una templanza, una lectura del juego y una calidad técnica por encima de lo normal. Entre enero y marzo llegó a sumar ocho titularidades, como eje de la medular de todo un Liverpool y acompañado de Thiago o Henderson, e hizo que el planeta detuviese sus ojos en aquel joven sin carné de conducir al que su entrenador bautizó como un talento "top" e "inteligente": "Es un superfutbolista. Había una puerta en el primer equipo, ni siquiera estoy seguro de que estuviera abierta, pero la atravesó de forma excepcional. Juega muy, muy, muy bien. Me alegra y me divierte trabajar con él. Creo que la mezcla de Serbia y España le funciona". En enero le eligieron hombre del mes y en febrero salió en el once en la ida de la eliminatoria de octavos de la Champions contra el Real Madrid (2-5 en Anfield). Tocó techo.
Entonces, y con su nombre en el candelero, empezaron las peleas: una por renovar y mejorar su contrato, saldada con éxito, y otra entre las Federaciones española y serbia por atraerle. Bajčetić siempre ha preferido vestir la elástica de la Roja por una cuestión, básicamente, de afecto hacia la nación que le formó y en la que vivió hasta emigrar a Inglaterra. Habla español e inglés perfectamente y serbio con menos fluidez. Por eso empezó a acudir con España Sub-18, con la que disputó tres encuentros en septiembre de 2021 a las órdenes de Pablo Amo, ahora segundo de De la Fuente, y por eso ha dicho 'no' hasta la fecha a todas las intentonas de las Águilas Blancas por convencerle.
Serbia empuja
Las presiones ganaron en intensidad en marzo de 2023, cuando la carrera de Stefan alcanzó su por ahora punto álgido. Serbia, entonces, utilizó la figura de su padre para tratar de acercarse, cortejar al futbolista y trasladarle un proyecto de futuro: veían (y ven) en él a una estrella y un icono necesario en el país ante la falta de referentes. De hecho, tenían la idea de llamarle para los partidos oficiales de la absoluta en aquel mismo mes en caso de obtener una respuesta positiva y asegurarse así su futuro. España, en cambio, preveía convocarle con la Sub-21 y no le metió en la prelista de la Absoluta.
Aun así, la idea de Bajčetić no era otra que no dar el OK a Serbia y esperar a la Roja. El dilema se cortó de raíz cuando, antes de la vuelta de octavos en el Bernabéu, sufrió una rotura en el aductor que inició su calvario, le hizo desaparecer del mapa y le apartó del parón. En cualquier caso, la RFEF era consciente de su intención de defender a España y lo agradecieron.
Como todavía no ha debutado con ninguna selección, el gallego sigue pudiendo elegir. Y, aunque él continúe prefiriendo jugar con España, en su círculo cercano hay voces que le aconsejan escoger a Serbia, ponderando que tendrá más facilidades para ir convocado, ser importante y convertirse en un ídolo en un país que, pese a contar con buena materia prima, ha caído en fase de grupos en los últimos cuatro Mundiales que ha disputado y en la Eurocopa de Alemania se estrelló en primera ronda. Nunca han dado el paso, pese a contar con cracks como Vlahović, Milinković-Savić o Mitrović, y fichar a Stefan puede darles un empujón necesario de cara al Mundial 2026.
En España el medio está mucho más caro, con cuerda para rato para los Rodrigo (28 años), Fabián (28), Merino (28), Aleix (27), Zubimendi (25), Pedri (21), Fermín (21) o Gavi (20) y alternativas como Barrios (21). En los próximos meses, si logra encadenar continuidad en Salzburgo, Serbia apretará de nuevo y Stefan deberá decidir si mantiene su decisión de ir con España (está en edad de Sub-21, que juega el Europeo el próximo año), apuesta por Serbia o se mantiene con las inferiores de la Roja sin cerrarse puertas.
En sus manifestaciones públicas y repetidas entrevistas nunca se ha mostrado tajante. "¿España o Serbia? No he decidido", comentó en la SER en su momento de mayor brillo. No quiere meter la pata por si acaso... y de fondo sobrevuela el caso Brahim, que también realizó toda su trayectoria con las inferiores de la Roja y, pese a manifestar en un primer momento su deseo de jugar a las órdenes de De la Fuente, al final se marchó con Marruecos.
🤩 "¿Mi sueño? Mirando hacia arriba, ganar un Mundial"
— El Larguero (@ellarguero) December 27, 2022
🇷🇸🇪🇸 "¿Si tengo decidido jugar con España o Serbia? No es una decisión que haya tomado"
🚀 Stefan Bajčetić, que marcó ayer su primer gol con el Liverpool en su 2º partido de Premier, en @ellarguero pic.twitter.com/GrOakN9kS5
Una oportunidad
El canterano céltico ha puesto rumbo a Austria por la convicción del entrenador Pepijn Lijnders, exasistente de Klopp y que le conoce a la perfección, y la atracción de jugar la Champions en un club que se caracteriza por foguear y potenciar a talentos. El Barça pujó por su cesión hace unos días y se mostró dispuesto a pagar cuatro millones de euros por el préstamo, pero sus problemas de fair play hicieron inviable la operación y Bajčetić no esperó. Real Sociedad, Valencia y Las Palmas también preguntaron por él. Los culés ofrecían una opción de compra de 30 kilos, quedándose el Liverpool un 20% de los derechos y un derecho de recompra por 70. Después de un año en blanco y con ganas de reivindicarse, Salzburgo puede ser una ventana ideal para demostrar sus virtudes… y convertirle de nuevo en objeto de disputa entre Serbia y España.