SELECCIÓN ESPAÑOLA

Pros y contras de Marcelino y De la Fuente como recambios de Luis Enrique

En la Federación existen dos corrientes diferenciadas para ocupar el puesto de seleccionador una vez se ha descartado su continuidad.

De la Fuente, en un partido de la Sub-21/Getty
De la Fuente, en un partido de la Sub-21 Getty
Sergio Santos

Sergio Santos

La Federación está en periodo de reflexión una vez ha decidido no continuar de la mano de Luis Enrique. El batacazo en el Mundial ha pillado a todos con el pie cambiado, por lo inesperado y por todo lo que ha ocurrido durante estos días en Doha. "El ambiente no ha sido el mismo que en la Eurocopa", se repite dentro de la expedición. Esta afirmación va mucho más allá de las intervenciones de Luis Enrique en las redes sociales. El ya exseleccionador llevó su modelo al extremo y la cosa no ha funcionado. El asturiano siempre ha tenido el respaldo de la RFEF, a quien consideraba uno de los mejores del mundo, pero cada vez se extiendía más la sensación de fin de ciclo. Era un modelo que exigía tener a todo el grupo convencido de la idea y en este Mundial esa unión alrededor de la figura del entrenador ha quedado debilitada.

El asturiano, a quien se ofreció la renovación antes del Mundial, quiso ligar su continuidad a los resultados deportivos. Estos han sido muy malos, por lo que cada vez tomaba más fuerza la idea de que no siguiese al cargo de la Selección española, hasta que finalmente se ha decidido no continuar con él. Uno de los factores que más ha influido en los dirigentes de la Federación es la falta de autocrítica después de la mala imagen ofrecida ante Marruecos. Tras una reunión entre Luis Enrique, Rubiales y Molina se ha tomado la decisión definitiva y Lucho no seguirá. Confirmada su salida, dos son los nombres que ahora mismo se manejan como recambios: Marcelino y Luis de la Fuente.

Dos corrientes

¿Qué hay a favor y en contra de cada alternativa? Ahora mismo, dentro de la RFEF hay dos corrientes claramente diferenciadas, cada una en favor de uno de los candidatos. Por un lado, Marcelino. Antes de este Mundial, las dudas alrededor de su figura surgían por un motivo: su esquema 4-4-2 que siempre utiliza en todos sus equipos. En ese momento la fe en Luis Enrique era total y no querían una opción que rompiese con la idea del actual seleccionador. Lo que entonces se veía como una debilidad, ahora es una fortaleza: un técnico con ideas distintas, que incluya matices diferentes que enriquezcan un tipo de fútbol que en ocasiones se ha convertido en previsible.

¿Qué piensa Marcelino? Hasta ahora, nadie de la RFEF le ha llamado directamente en ningún momento, aunque en el caso de que eso se dé, el técnico cree que su idea de juego es totalmente compatible con la Selección. Recuerda, por ejemplo, su época en el Villarreal, donde utilizaba el 4-4-2 pero colocando en banda a futbolistas como Cani o Denis Suárez, que son interiores, para buscar las asociaciones entre centrocampistas.

Apuesta por la continuidad

Por otro lado, la opción de Luis de la Fuente, actual seleccionador Sub-21, cada vez toma más fuerza en un sector de la Federación. De hecho, ya han hablado con él para conocer su idea en caso de que deba coger las riendas de la Absoluta. A su favor está su profundo conocimiento de la casa y de muchos de los futbolistas que están en ese vestuario. Casi todos los convocados para este último Mundial han estado a las órdenes de De la Fuente en algún momento de su carrera, además muchos de ellos de manera exitosa: el técnico fue campeón de Europa Sub-19 (2015), Sub-21 (2019) y subcampeón olímpico (2021).

Su relación con el presidente es magnífica y llegaría avalado por buena parte del vestuario, que conoce sus métodos a la perfección. A sus 61 años, siempre ha mostrado fidelidad a la Federación, a pesar de que el año pasado recibió una propuesta muy jugosa en lo económico para entrenar en Catar. Esta opción cada vez gana más adeptos dentro de la Ciudad del Fútbol de las Rozas, porque sería dar continuidad a todo el trabajo realizado estos últimos años, a la vez que se apuesta por un hombre que conoce tanto a los jóvenes que ya están asentados en la Absoluta como a los que vienen pisando fuerte desde abajo.

Además, hay otro dato a su favor: seguir la misma línea que con los jugadores. En la etapa de Luis Enrique se ha mirado a la Sub-21 cada vez que se ha necesitado, con Balde como último ejemplo. Existe gran confianza tanto en De la Fuente como en Santi Denia (Sub-19) y Julen Guerrero (Sub-17). Esta elección, si funciona, sería también un magnífico precedente para que los técnicos de categorías inferiores tengan la ambición de dirigir en el futuro a la Absoluta…