Luis Enrique deja de ser seleccionador español
La RFEF no renueva el contrato del técnico, que terminaba el 31 de diciembre, después de la decepcionante actuación en Catar.
La etapa de Luis Enrique Martínez como seleccionador español ha finalizado. Su contrato, que expiraba el 31 de diciembre, trece días después del final del Mundial de Catar, no será renovado por la RFEF y el técnico asturiano termina así su periplo al mando del combinado nacional, que comenzó en 2018 y tuvo un parón, por motivos personales, de junio a noviembre de 2019. Luis De la Fuente, seleccionador sub-21, es su sustituto, tal y como ha informado el organismo que preside Luis Rubiales 45 minutos después.
"La dirección deportiva de la RFEF ha trasladado al presidente un informe en el que se determina que debe arrancar un nuevo proyecto para la Selección Española de Futbol", inicia el comunicado la Federación en el que ha dado a conocer la noticia, dejando la responsabilidad de la decisión en José Francisco Molina, el director deportivo.
La RFEF, en el resto de su anuncio, se limita a alabar la gestión del técnico, al que el propio Molina y Rubiales han comunicado la decisión, después de una reunión matutina en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Alaba, del mismo modo, la responsabilidad de Luis Enrique en la "profunda renovación que ha consolidado un relevo generacional en el equipo y en el fútbol español".
Tanto el entrenador como Luis Rubiales, presidente de la RFEF, no habían cerrado la puerta durante los últimos meses a la posibilidad de su continuidad en el cargo más allá del campeonato del Mundo, si bien todo quedaba supeditado a lo que sucediese en Catar. La eliminación ante Marruecos en octavos de final, la manera en la que sucedió y el balance, una victoria (a Costa Rica) en cuatro partidos, han dejado un mal sabor de boca en el entorno de la selección que ha terminado por ser definitivo.
"Tendrá total libertad para si quiere irse, le estoy muy agradecido. Eso no quiere decir que se vaya a ir al final del Mundial", explicó Rubiales a la prensa en la previa del partido ante Marruecos. "Mi contrato se acaba. Si por mí fuera, con el cariño que he recibido del presidente y de Molina, seguiría toda mi vida. Pero tengo que pensar en qué es lo mejor para mí y para la federación", concluía por su parte Luis Enrique en el mismo Education City de Doha, minutos después de la decepcionante salida de España del Mundial. No ha hecho falta llegar a la semana próxima para que se deshaga la incógnita y la RFEF ya busca sustituto.
El balance en cuanto a grandes torneos que deja Luis Enrique en la selección es de unas semifinales en la Eurocopa de 2020, eliminados en la tanda de penaltis por Italia, posteriormente campeona, y de octavos de final en este Mundial. Además, ha accedido a dos fases finales de la Nations League. En la primera arribo a la final, en la que fue derrotada por Francia y la segunda se disputará el próximo junio, ya sin el extécnico de Barça, Celta y Roma en el banquillo.
En total, ha dirigido a España en 48 partidos, con 27 victorias (56,25%), 14 empates (29,16%) y siete derrotas (14,58%), con un total de 100 goles a favor (media de 2,08 por partido) y 38 en contra (0,79%). El balance en cuanto a un Mundial no supera a Camacho, Clemente o Miguel Muñoz.
74 convocados, 32 debutantes
En sus dos etapas, Luis Enrique ha llevado a cabo el rejuvenecimiento de la selección después del también desalentador Mundial de Rusia de 2018, tras aquel despido tormentoso de Julen Lopetegui un día antes de debutar y ceder el mando a un provisional Fernando Hierro. En este tiempo, el asturiano ha convocado a 74 jugadores, relegando paulatinamente a los futbolistas más veteranos de las convocatorias, a las que solo han sobrevivido hasta el final Sergio Busquets (34), Jordi Alba (33), Azpilicueta (32), Carvajal (30) o Koke (30). Por su parte, Sergio Ramos (36), Iago Aspas (35), Parejo (33), David De Gea (32) o Thiago (31), entre otros, con los que contó en diferentes ocasiones, fueron desapareciendo de sus listas, hasta el punto de no entrar en la última para Catar. Por contra, hizo internacionales a 32 jugadores, bajando sensiblemente la edad media. Entre ellos, se encuentran los llamados a comandar al equipo en los futuros grandes torneos, los barcelonistas Pedri, Gavi, Ansu Fati o, el último en estrenarse, Alejandro Balde.
Ideas claras y polémicas
Su trayectoria en el banquillo español se cierra con momentos de brillantez y de deterioro en el estilo de juego. Amparado en el fútbol que hizo a España campeona en 2010, con el toque y la asociación como señas de identidad en lo ofensivo, la selección ha adolecido de soluciones, mordiente y verticalidad cuando los rivales se han atrincherado en su campo, conscientes de las virtudes y defectos de la filosofía de Luis Enrique.
Más allá del estilo de juego y de los resultados, el mandato del gijonés se recordará siempre por la división del aficionado en torno a su figura. Luis Enrique siempre ha sido de ideas claras y fijas lo que provocó la fragmentación entre los que se declararon fieles a su estilo y los que rechazaban sus decisiones. Su imagen sobrevolaba por encima de jugadores y directivos, la estrella de España fue él.
Además, tampoco se olvidará su tensa relación con gran parte de la prensa, que, si cabe, se ha puesto más de manifiesto en el último Mundial. Su actitud desafiante en las ruedas de prensa ha contrastado con la cercanía que ha mostrado en sus transmisiones por Twitch, dejando ver a un Luis Enrique divertido, abierto y más humano. Una novedosa forma de comunicarse que sobrevivió con halagos mientras los resultados fueron favorables.