MUNDIAL DE CATAR

Ocho años después y la misma misión para Van Gaal: frenar a Messi

Las semifinales de Brasil 2014 fueron para Argentina en los penaltis, pero el plan del entrenador funcionó.

Van Gaal tras perder con Argentina en semifinales del Mundial 2014. /AFP
Van Gaal tras perder con Argentina en semifinales del Mundial 2014. AFP
Marcos Durán

Marcos Durán

El 9 de julio de 2014 el Arena Corinthians de Brasil vivía la primera semifinal del Mundial 2014. Países Bajos y Argentina se enfrentaban. Van Gaal y Sabella se enfrentaban. Sus dos estrellas, Robben y Messi, se enfrentaban. En un encuentro digno de partida de ajedrez, los sistemas defensivos se impusieron a los ataques. Y Van Gaal tenía un plan claro: frenar a Messi.

El viernes, ocho años y medio después, varios protagonistas de aquel día repetirán el mismo escenario: Van Gaal, De Vrij, Blind y Memphis Depay por los neerlandeses y Di María y Messi por los sudamericanos. De todos ellos, vamos a centrarnos en Van Gaal y Messi, dos viejos conocidos.

En la previa de la semifinal de 2014, todos le preguntaban al ex entrenador del Barcelona cómo parar a Messi, que llegaba tras marcar cuatro goles en los cinco partidos anteriores. Y el entrenador tenía un plan, por supuesto.

Disposición táctica de Van Gaal en 2014.
Disposición táctica de Van Gaal en 2014.

El plan consistía en intentar que Messi tocara la pelota lo más lejos de la portería de Cillessen y lo más incómodo posible. Sin abandonar la línea de tres centrales,Van Gaal le dio sitio a Martins Indi como zaguero zurdo para evitar las internadas de Messi partiendo por la derecha. Pero en esa zona no solo estaba el defensa, si no que Van Gaal improvisó un falso carrilero izquierdo con De Jong, que era una sombra de Messi. Si Messi recibía en la zona central o derecha del campo, ahí estaba el centrocampista, dispuesto a presionarle.

Cuando Messi lograba zafarse de De Jong, Wijnaldum y Blind llegaban a las ayudas. El hoy carrilero zurdo jugó en el doble pivote ese día. Por delante, Sneijder, Robben y van Persie, que siempre que podían, retrocedían para estar detrás del balón y así ponerle las cosas difíciles a Messi. En más de una y dos ocasiones los que se emparejaban con el entonces jugador del Barcelona eran Sneijder y van Persie, por lo que Messi tenía que pasar varios muros antes de llegar a zona de peligro.

Pero claro, parar a Messi tenía una consecuencia: poco peso en ataque. El argentino solo tiró una vez a puerta y creó dos oportunidades claras de gol. Pero los medios hablaban de que el entrenador había ganado una batalla pero había perdido la guerra y en un artículo publicado al día siguiente en Firstpost, el medio publicaba los datos de la estrategia creada por Van Gaal: solo 6 toques de los de los europeos en el área de Argentina en los 90', 16 en 120 (prórroga incluida) y solo pasó un 18.74% del tiempo en el tercio de campo atacante.

Messi siendo presionado por De Jong en su propio campo.
Messi siendo presionado por De Jong en su propio campo.

El plan de 2022

Para el viernes hay muchas diferencias. Messi no es el portento físico de hace ocho años, el que podía realizar esfuerzos largos cada cinco o diez minutos. Hoy el '10' es un jugador que camina más el campo, pero lo hace con un punto de lucidez superior, dispuesto a arrancar cada vez que ve el momento indicado.

En frente, Van Gaal no tiene a De Jong o Wijnaldum en el centro del campo, tampoco a Vlaar o Martins Indi detrás. Pero claro, tiene a tres centrales de élite: Aké, Van Dijk y Timber, que en cualquier momento pueden solucionar situaciones de uno contra uno.

A pesar de tener jugadores de menos jerarquía individual (Robben, Sneijder y Van Persie eran élite), el entendimiento como equipo y con el sistema es mayor. De Jong (el del Barcelona) se siente libre y es el capitán del barco, Blind y Dumfries son dos carrileros de los que atacan en todo momento y Depay o Gakpo aportan movilidad y calidad arriba. En definitiva, juventud y movilidad para darle a Van Gaal las transiciones que quiere.

La clave para Países Bajos será la misma de siempre para alguien que se enfrenta a Messi: que no reciba cómodo y que no pueda darse la vuelta. De Jong lo conoce muy bien y sabe que un paso en falso puede ser letal. Las ayudas de Aké y Van Dijk serán lo más importante: si ellos están rápidos, Países Bajos tendrá mucho ganado en su plan para vencer a Argentina y Messi.