Motivos para creer en Dinamarca: Eriksen, fiabilidad atrás… y una conexión con el 92
La selección de Hjulmand está obligada a derrotar a Australia. En la Euro 92 arrancaron de la misma forma y terminaron ganando.
Idénticos nombres y estilo, pero distinto juego y resultados. Por lo visto en las dos primeras jornadas del Mundial, nadie diría que la Dinamarca que enamoró en la pasada Eurocopa (se quedó a las puertas de la final) sea prácticamente la misma selección que está decepcionando en Catar. El equipo de Kasper Hjulmand se juega la vida este jueves en un duelo fratricida ante Australia (16:00): solo le vale ganar para no fracasar. Si vence y Túnez no derrota a Francia, estará en la siguiente ronda.
El papel de los daneses en la última Euro elevó las expectativas a un rango que hasta el momento no han podido alcanzar, pero en el país nórdico todavía confían en Eriksen y su banda. El buen nivel del jugador del United es una de sus bazas, pero hay otra que se cita de forma recurrente en los medios locales: la conexión con el arranque de la Eurocopa 92. Su selección empezó exactamente como ahora (empate en el primer partido y derrota en el segundo) y terminó levantando el título.
En aquella ocasión, el combinado de Møller Nielsen ganó el tercer encuentro ante Francia contra todo pronóstico y se clasificó. Ahora el escenario es muy distinto. Los escandinavos ya se visten con el traje de favoritos y no avanzar a octavos, al contrario que en el 92, supondría una decepción mayúscula. Más allá de ese dulce recuerdo y de su mal inicio en Doha, aún existen motivos futbolísticos para confiar en Dinamarca.
Eriksen y la experiencia
El mediapunta ha vuelto a ser el corazón de una selección contrastada y con una base sólida. Con el golpe anímico que supuso el paro cardíaco de su estrella en la primera jornada, los daneses alcanzaron las semifinales de la Euro 2021 y maravillaron con un juego asociativo y vertical. La jerarquía de muchos de sus futbolistas juega a su favor.
"Están acostumbrados a estas situaciones. Saben cómo preparar los partidos importantes, ya sea con la selección nacional o con sus clubes", admitió Hjulmand en la previa. Hombres como Højbjerg (Tottenham), Kjaer (Milan), Christensen (Barça) o el propio Eriksen (Manchester United) acumulan decenas de duelos trascendentales a sus espaldas.
"Los jugadores están acostumbrados a preparar partidos importantes"
Seleccionador de DinamarcaAustralia ha sorprendido por su propuesta, pero su plantilla encierra mucho menos talento. Baste un ejemplo: su delantero titular, Mitchell Duke, juega en la segunda división japonesa. El valor de mercado de ambas escuadras también habla por sí solo: 353 millones de Dinamarca por 37 de Australia.
Fiabilidad defensiva
Hjulmand promete fidelidad a su estilo pese a la presión. "Jugaremos con nuestra identidad, con nuestra filosofía, y veremos cómo funciona. Sólo en los últimos diez o 15 minutos podríamos cambiar en función del resultado". Su selección se asienta sobre un 3-4-3 en el que los costados cobran una importancia capital. Eriksen, que ha recuperado su mejor nivel en Manchester, es el ancla por el que todo fluye.
Si algo le falta a Dinamarca es gol. Más concretamente, un delantero. Ni Dolberg ni Cornelius parecen alternativas fiables para solucionar su problema de eficacia. A Hjulmand solo le queda probar de inicio a Braithwaite, que salió en el descanso ante Francia. La escasa pólvora de su selección contrasta con su seguridad defensiva. En la fase de clasificación para el Mundial llegó a encadenar casi 540 minutos sin encajar.
Su línea de centrales es nivel élite. Christensen aporta poderío y claridad en salida de balón; Andersen y Kjaer, contundencia y fiabilidad. En la portería, el veterano Schmeichel (cambió Leicester por Niza este verano) también supone una garantía. Por ahí comenzarán a crecer. El mal inicio, en palabras de su seleccionador, no ha cambiado el paso: "Podemos vencer a cualquier equipo y lo hemos demostrado en los últimos meses. Tenemos un grupo de jugadores de calidad, confianza en nosotros mismos. Hay que soñar en grande".
Braithwaite emerge como solución
El ariete del Espanyol disputó media parte en la derrota ante los goles y rozó el gol. Puede ofrecer argumentos distintos a sus competidores: calidad en los apoyos, capacidad para atacar el espacio y movilidad. En la Eurocopa fue pieza clave y Hjulmand confía en él. Braithwaite solo tenía unos meses cuando Dinamarca se elevó al cielo en el 92, pero sueña con imitar aquella gesta.
"Me he imaginado sosteniendo el trofeo muchas veces. Con suerte, algún día se hará realidad. He visto las imágenes del 92. Me encantaría estar en un equipo que hiciera lo mismo; y si es en el Mundial, mejor", afirmó en una entrevista reciente con el diario The Guardian. La fantasía de ganar todavía queda lejos. Este miércoles, Dinamarca tiene mucho que perder y poco que ganar. Si vence, tan solo cumplirá; si cae, todo se derrumbará. 30 años después, su gesta en la Euro de Suecia todavía retumba y hace creer.