Eriksen vuelve a ser el corazón de Dinamarca
El del United lidera a su selección algo más de un año después de sufrir un paro cardíaco durante la Eurocopa.
Cuando uno entra a un estadio deja en la entrada cualquier atisbo de razón. En el Parken Stadion explotó la burbuja que envuelve los partidos de fútbol y desconecta de la realidad. Christian Eriksen cayó al suelo fulminado. Todo se congeló, cada segundo pesaba y por cada uno que pasaba, los nervios se agudizaban. Sus compañeros, con Kjaer, el capitán, a la cabeza, le rodearon como respuesta a los morbosos planos televisivos. Kjaer se aseguró de que no se tragara la lengua. La rápida actuación de los servicios médicos.
Un año y medio después, sacudido del susto, Eriksen vuelve a liderar una Dinamarca que llega a Catar con ganas de dar juego. Los nórdicos, tras el incidente del mediapunta en el debut en la Eurocopa, llegaron a plantarse en las semifinales. Inglaterra, a la que se le escaparía el trofeo ante Italia, fue el verdugo de Dinamarca. Un gol de Kane en la prórroga les tumbó. Los de Hjulmand se plantan en Catar con la misma dinámica positiva.
"Saltamos al campo tan pronto como Christian cayó. No lo vi, pero tenía bastante claro que había perdido el conocimiento", recordó tiempo después Martin Boese, del cuerpo médico de la selección. "Cuando llegamos a él estaba de lado: respiraba y le sentí el pulso. Pero, de repente, su corazón dejó de latir. Comenzamos el masaje cardíaco", agregó Boese.
Una recuperación que comenzó en Ámsterdam
El partido ante Finlandia, que también fue el debut de Dinamarca en la Eurocopa, se suspendió al descanso y se retomó esa misma noche. Eriksen vio los últimos minutos del partido ya estabilizado desde la cama del hospital. Durante el resto de partidos de los daneses en el torneo, las muestras de afecto hacia el mediapunta fueron constantes. Eriksen terminó dejando el Inter de Milán para centrarse en su salud. Lleva un desfibrilador que controla su ritmo cardíaco. En enero estuvo entrenando en el Ajax de Ten Hag para probarse y ponerse a punto. Terminó recalando en las filas del Brentford, con el que debutó a finales de febrero.
"Si nos hubieran relacionado con Eriksen cinco años atrás, la gente nos hubiera dicho que estábamos locos", dijo el entrenador Thomas Frank. El sueño duró media temporada. El verano pasado, con el suceso de la Eurocopa olvidado, cambió el Brentford Community Stadium por Old Trafford. Eriksen había mostrado su mejor versión en su regreso a la Premier, superior incluso a la que mostró con el Inter. Curiosamente, su compañero de selección -y una de las revelaciones de la Euro- Damsgaard tomó su relevo en Brentford.
Tras llegar a las semifinales en la Eurocopa, Dinamarca vuelve a presentar candidatura a ser una de las agitadoras. Hjulmand ha mantenido el mismo bloque y es capaz de dar distintas formas a un equipo que es seguro en defensa y puede atacar tanto desde la proposición como desde planes más reactivos.
Eriksen, el líder de Hjulmand
Dinamarca es reconocible vistiéndose con el 4-3-3, o 4-2-3-1 en función de los movimientos de Eriksen, y el 3-4-3. Schmeichel, que este verano cambió Leicester por Niza, es incuestionable. En la línea defensiva, Christensen, Kjaer, Andersen del Crystal Palace y Victor Nelson del Galatasaray dotan de seguridad a Schmeichel. En las alas, Wass o Kristensen, del Leeds, parten desde la derecha, mientras que el otro ala está reservado para Maehle, una de las revelaciones de la última Eurocopa. En la sala de máquinas, Delaney y Hojbjerg escoltan a Eriksen.
En ataque, Hjulmand puede escoger entre perfiles creativos y verticales. Damsgaard y Lindstrom pertenecen al primer grupo. Braithwaite, al segundo. Skov Olsen, el más desequilibrante, aglutina ambas cualidades. Es uno de los nombres a tener en cuenta durante las próximas semanas. En el área rival es donde más flaquean los daneses. Con Cornelius, Dolberg o Poulsen como opciones, a priori, ninguno de ellos asegura cifras goleadoras contundentes.
Con el paso del tiempo y las botas puestas, Eriksen volvió a ser el corazón del equipo. "El logro fue regresar, recuperar la salud y tener una vida", reconoció. Miqui Otero escribió una vez que "los deseos no se conceden, sino que se imaginan y conquistan". Volver al fútbol, para Eriksen, era un hipotético que flotaba en el horizonte. Lo conquistó y liderará de nuevo a Dinamarca, que se enfrenta en su primer partido a Túnez.