Australia, a las puertas de Primera gracias a un jugador de Segunda

La participación de Australia en los últimos Mundiales dejó mucho que desear, pero los Socceroos confirmaron con su victoria ante Túnez  (0-1) que algo ha cambiado en su esquema competitivo. Ya complicaron a Francia en el debut y este domingo se impusieron a los africanos con todo merecimiento... y un gran protagonista: Mitchell Duke. Su gol valió el primer triunfo de los aussies en una Copa del Mundo desde 2010 y su partido estuvo a la altura del momento.

En un torneo de estrellas y flashes, su emersión fue el triunfo del fútbol más mundano. Tiene 31 años, juega en la segunda categoría de Japón, nunca ha disputado grandes campeonatos y en la previa se emocionó al ver su cromo. Ha hecho creer a los ateos y alimenta el sueño australiano de conseguir el pase a octavos. Dependen de sí mismos: si derrotan el miércoles a Dinamarca, estarán dentro. Túnez, que se enfrenta a Francia en la última jornada, lo tiene casi imposible.

No rebosa talento, no tiene estrellas y tampoco acapara miradas, pero Australia ya ha demostrado bastante más de lo que muchos imaginaban. Túnez fue infinitamente superior a Dinamarca en su estreno y ante los Socceroos pareció una selección inoperante. La presión de saberse obligados a ganar no alteró el plan de partido de los hombres de Graham Arnold. Mostraron pocas fisuras en defensa, arrasaron en los duelos individuales y forzaron pronto a los africanos a cambiar su idea de juego. Contra Francia cayeron goleados, pero el resultado fue muy engañoso. Los daneses deben andarse con cuidado. Que nadie descarte a los canguros en octavos.

"¿Pero qué narices haces en la segunda japonesa, Mitchell?". El nuevo héroe nacional australiano ha dejado muy buenos detalles en los dos partidos: poderoso en el juego aéreo, con calidad de espaldas y acertado en la asociación. Su valor de mercado es de apenas 800.000 euros, 16 veces menos que el de algunos de sus rivales este domingo. Antes de que arrancase el Mundial, dos argentinos escribieron a los 576 jugadores del torneo para preguntarles que qué opinaban de sus cromos. Duke fue uno de los cinco que contestó. Algunos respondieron con emojis o un simple 'mola'. Él fue más sincero: "Para ser honesto, simplemente estoy feliz por tener una figurita".

La selección de Jalel Kadri juega en casa en Doha. En su debut, los seguidores de las Águilas del Cartago dieron un auténtico recital y este sábado calcaron la escena. Llenaron el estadio una hora antes del duelo, no dejaron de cantar y tiñeron de rojo el flamante Al Janoub. En un torneo de fake fans y escaso desplazamiento de hinchas (solo 800 viajaron desde España para el choque ante Costa Rica, por ejemplo), se agradece que de vez en cuando este Mundial parezca tener ambiente de Mundial.

El mediocentro de Túnez celebra cada recuperación de balón como si fuese el gol del Puskás. Ante Dinamarca se volvió loco por quitarle una pelota a Eriksen a los 40 segundos. Se tiró otros tantos golpeándose el pecho y espoleando a su afición. Contra Australia volvió a armar el show a los seis minutos. Con la pelota en los pies ya es otra cosa: solo en el primer tiempo cometió siete pérdidas y fue uno de los primeros cambios del seleccionador. Más artificio que fuego.

Este Túnez - Australia era el partido con peor cartel del Mundial. Café para muy cafeteros. Las dos propusieron, trataron de crear y nos brindaron un duelo con emoción hasta el final, pero la diferencia técnica con otros encuentros fue abismal. En 2026 el Mundial tendrá 48 selecciones (por las 32 actuales) y los encuentros entre combinados de segunda fila serán una constante. El desfile de lujo perderá todo su glamour porque ya todos serán invitados, no solo los que tengan más estilo.