MUNDIAL DE CATAR

Japón quiere recortar su ambicioso plan de ganar el Mundial en 2050

Los asiáticos buscan ante Croacia clasificarse para cuartos de final por primera vez en su historia, redondeando el crecimiento paulatino de su fútbol.

Los jugadores japoneses celebran ante su afición la clasificación a octavos de final tras vencer a España./EFE
Los jugadores japoneses celebran ante su afición la clasificación a octavos de final tras vencer a España. EFE
Patxo De la Rica

Patxo De la Rica

Japón ya ha dejado su huella en Catar. Su Mundial será histórico pase lo que pase hoy ante Croacia, habiendo ganado a dos campeones mundiales como Alemania y España y consiguiendo el pase a octavos, por segunda vez en su historia como primeros de grupo. Nunca antes había logrado superar la primera fase en dos mundiales consecutivos, lo que confirma el crecimiento del fútbol japonés. Por eso, el duelo ante Modric y compañía es el más importante de sus más de 100 años jugando al fútbol, soñando con codearse con las grandes potencias y buscando por primera vez estar entre los ocho mejores.

Resumen del partido Japón-España

Los triunfos ante Alemania y España han sido un golpe sobre la mesa de un país que a comienzos de los años 90 se marcó unos objetivos muy ambiciosos: Ser campeones del mundo antes del 2050 y que su liga sea una de las mejores del mundo. Desde que iniciaron estos proyectos, el crecimiento de su fútbol es evidente, clasificando a todos los mundiales desde 1998 y superando la primera fase en cuatro ocasiones (2002, 2010, 2018 y 2022).

Para conseguirlo, han elaborado un plan con objetivos a corto, medio y largo plazo. Fieles a su filosofía de vida e imitando los planes que siguió el país para reconstruirse tras la II Guerra Mundial y llegar a ser la tercera economía del mundo, todos los estamentos del fútbol japonés se han unido. La Federación y la J-League se han comprometido a trabajar para que Japón pueda estar entre los cuatro mejores de un Mundial antes de 2030 y conseguir ganarlo en 2050.

Resumen del partido Alemania-Japón

En Catar tiene la oportunidad, al menos, de mejorar sus participaciones más exitosas. En 2002 cayeron ante Turquía, en 2010 les superó Paraguay en los penaltis y en 2018 rozaron la clasificación a cuartos. Vencían 2-0 a Bélgica, pero se dejaron remontar en una de esas debacles que han acompañado a los Samuráis Azules en los últimos años. Un equipo que no sabía jugar en las áreas.

La federación japonesa se marcó como objetivo en 2015 ser top-4 antes de 2030 y ganar el título mundial antes de 2050.

Con Hajime Moriyasu han mejorado en la faceta defensiva, como ya demostraron en el segundo tiempo ante España, y ahora son capaces de adaptarse al estilo de cada partido e incluso mutar durante el mismo. Esto es resultado a un gran proyecto de formación individual y colectivo que comenzó en 1992 con la profesionalización de la liga nacional y que recientemente ha sido potenciado con el llamado Proyecto ADN (DNA, en inglés), una nueva idea que han imitado de la Premier League y en la que ponen el foco en la formación de entrenadores, academias y jugadores con evaluaciones continuas.

La liga japonesa hoy es una referencia en Asia, pero la intención es que en 2030 pueda estar a la altura de los grandes campeonatos europeos. El hecho de apostar por Andrés Iniesta, Fernando Torres o David Villa en los últimos años era una forma de marketing, pero el proceso de crecimiento es mucho más minucioso, estudiado y constante. En 1992 se fundó con 10 equipos y tres décadas después cuentan con 60 equipos en diferentes categorías y tiene entidades en todo el país.

Tanaka, Nagatomo y Kubo, todos ellos con experiencias en Europa, celebran su victoria ante España. EFE
Tanaka, Nagatomo y Kubo, todos ellos con experiencias en Europa, celebran su victoria ante España. EFE

En ese sentido, los futbolistas japoneses han recibido mejor formación y comienzan a ser mejor vistos en el resto del mundo. En 1998, cuando se clasificaron para su primer Mundial, todos los convocados jugaban en la J-League. Ahora, 20 de los 26 citados por Moriyasu militan en Europa y solo siete lo hacen en el torneo local. Incluso, hay más jugadores en la Bundesliga (8) que en Japón.

Referencia europea

El proyecto ADN nació en 2016, tras años de observación de diferentes canteras europeas y con multitud de intercambios de profesionales, llevando a Japón a formadores europeos y exigiendo a todos los entrenadores japoneses a tener un contacto con el fútbol europeo para conseguir su título.

"El objetivo es crear líderes y academias capaces de desarrollar jugadores de clase mundial y liderar el mundo para 2030". Así lo definen en su web. Un nuevo proyecto que se centra en potenciar las academias de formación con cursos individuales para los directores de la gestión de estos centros, para entrenadores y futbolistas. Les hacen partícipes, cada academia se marca unos objetivos alcanzables en una categorización por estrellas (1 a 4) y después la propia Liga lo evalúa cada cierto tiempo bajo unos estándares predeterminados.

Quizá es muy pronto para que el gran papel en Catar se deba a este nuevo plan, pero no hay duda de que es el resultado de un proceso que comenzó hace tres décadas y que tiene el objetivo más ambicioso posible. Hoy, ante Croacia, intentarán dar un paso más en su historia y acercarse un poco más al gran reto de ser campeones del mundo.