SELECCIÓN ESPAÑOLA

España, sin grietas: "Somos soldados de Lucho"

"Vamos a muerte con él porque todo lo que nos dice, luego pasa en el campo", dicen los jugadores internamente.

Los internacionales celebran la última victoria contra Portugal./Getty
Los internacionales celebran la última victoria contra Portugal. Getty
Hugo Cerezo
Sergio Santos

Hugo Cerezo y Sergio Santos

Esta es la Selección de Luis Enrique. Tal y como ha desvelado Relevo en las tres entregas sobre el método del seleccionador, queda bastante definido que todo está controlado al detalle, desde el hermetismo para evitar las filtraciones hasta el posicionamiento en el terreno de juego. Todo esto persigue un único objetivo: ganar. Y, para ello, los futbolistas son los actores principales de la función y quienes deben trasladar la idea al césped.

¿Qué piensan los jugadores? "Somos soldados de Lucho", cuentan en privado. La importancia que el seleccionador le da al grupo por encima de cualquier individualidad ha convertido a la expedición en un 'ejército' sin fisuras, donde la palabra 'grupo' alcanza mucho más que a los once que saltan al campo, incluyendo desde suplentes hasta el último miembro del staff. Ese clima es justo el que perseguía el técnico asturiano desde hace tiempo, consciente de la importancia de una convivencia agradable durante una concentración que puede durar casi 40 días. Y volvió a comprobarse este jueves, en el triunfo ante Jordania (1-3), cuando el seleccionador dio a los jugadores el 'poder' de hacer la alineación en función de los minutos que consideraban jugar.

Luis Enrique es la cabeza visible de todo, aunque hay otra figura fundamental: Sergio Busquets. El capitán asumió con naturalidad el relevo cuando Ramos dejó de acudir por problemas físicos y, en poco tiempo, se ha convertido en el nexo de unión entre todos los departamentos. "Es un ejemplo en todo, una persona top", dicen sus compañeros. Su labor va más allá de lo que pasa en el campo y el vestuario, porque intenta armonizar los intereses de todos los departamentos que componen la expedición.

Ese mensaje de "somos soldados de Lucho" no es gratuito ni de cara a la galería. "Vamos a muerte con él porque todo lo que nos dice, luego pasa en el campo", cuentan integrantes del vestuario. Esa es la clave de todo. El seleccionador es muy exigente, con correcciones al milímetro, en ocasiones de apenas medio metro, pero capta la atención de los futbolistas porque después ejecutan el plan establecido y comprueban que funciona. Acciones que sobre la pizarra parecían menores luego se convierten en jugadas de peligro o goles, algo que refuerza el mensaje.

Un escudo del vestuario

Además, la cara que ahora se empieza a ver de Luis Enrique en su versión de streamer (una decisión que ha caído muy bien en el vestuario) es con la que los internacionales llevan años conviviendo. Un tipo bromista, cercano y que siempre intenta ponerse en la piel del jugador. De hecho, los internacionales suelen ver con atención las conferencias de prensa, porque les encanta esa otra cara del 'míster', una especie de personaje ante los medios que ellos consideran que fabrica para mantener esa línea de que "el grupo está por encima de todo". Ahora también están pendientes de sus publicaciones en Instagram...

La convivencia es otro pilar fundamental en un torneo así. Lucho ha conseguido una armonía fantástica, donde no existen malas caras de los que no juegan ni relajaciones en los que son más habituales. Con el tiempo ha llevado a la práctica ese tópico de "aquí no hay titulares ni suplentes" y en este punto aparece otro factor fundamental para fidelizar a sus 'soldados'. Es habitual en los vestuarios la expresión "está como un avión" para definir a ese compañero que se encuentra en un gran momento de forma. Los primeros que lo notan son los jugadores en los entrenamientos. Pues bien, en la España de Luis Enrique el que está 'como un avión' suele aparecer en la pizarra de los once elegidos. Una alineación que mantiene en secreto hasta la misma tarde del partido, precisamente para mantener esa intensidad en los entrenamientos.

Todo esto ha provocado que, más allá de lo deportivo, España llegue con un vestuario sin fisuras a Catar. Es un grupo que ha aparcado los egos para buscar el bien común, porque el hecho de no aparecer en las quinielas de las máximas favoritas motiva más que asusta. Para bien o para mal, este es el 'ejército' de Lucho… y van a muerte con él.