MUNDIAL DE CATAR

Los beneficios y daños colaterales del Mundial en LaLiga

Modric da lustre a un Real Madrid con el bajón final de Tchouaméni y la decepción de Hazard. El Barcelona, de la alegría inicial a la depresión. Alegrías para los argentinos de Atlético, Sevilla, Betis y Villarreal.

Luka Modric besa la medalla de bronce tras ganar el partido por el tercer y cuarto puesto./EFE
Luka Modric besa la medalla de bronce tras ganar el partido por el tercer y cuarto puesto. EFE
Samuel Silva

Samuel Silva

Tras 64 partidos en 29 días, el Mundial de Catar tocó la campana del final. Con la Copa del Rey a la vuelta de la esquina, la mayor parte de los equipos ultiman su preparación, aunque todavía muchos internacionales están de vacaciones o incluso empezando a disfrutarlas. Ha sido la Copa del Mundo de Argentina, lo que premia a los equipos con representación en la albiceleste -Atlético de Madrid, Sevilla, Betis y Villarreal-. Y también una cita con escaso protagonismo para Real Madrid -a excepción de Modric-, y Barcelona, ya que sus franceses, dos por bando, acabaron con la decepción final.

Se las prometían muy felices los dos transatlánticos del fútbol español, pero el camino del Mundial se fue llenando de piedras y ahora la tarea de los entrenadores, Carlo Ancelotti y Xavi Hernández, pasará por rearmar moralmente a los suyos. De Benzema, que salió por la puerta de atrás de la concentración de la selección francesa, a Dembélé o los internacionales españoles, que comenzaron con entusiasmo la cita mundialista y acabaron con una participación para olvidar. También Catar exhibió el ocaso de Eden Hazard y una selección belga que fue uno de los grandes fracasos del torneo, o el cambio de ciclo en Brasil, donde el brillo inicial acabó en enorme decepción para jugadores como Vinicius, Rodrygo, Militao o Raphinha.

Dos viejos rockeros sí reafirmaron sus condiciones de jugadores de referencia. Luka Modric, el que nunca descansa, se marchó a casa con la medalla de bronce y dejando en la retina momentos de extrema belleza. Fue el líder de Croacia, una selección que rindió por encima de lo esperado y que dejó fuera de combate a Brasil, para muchos la gran favorita. Su rol de líder quedó reforzado en otra cita de primer nivel, como también le ocurrió a Antoine Griezmann, a quien su pobre final no debe empañar su aportación principal en Francia. Aunque su nota se rebaja por ese último partido, el colchonero ha elevado de nuevo su cotización y, sobre todo, le ha hecho saber al mundo futbolístico que aún puede aportar días de gloria.

La mayor felicidad corresponderá a sus compañeros de equipo De Paul, Nahuel Molina y Correa, con una gran aportación de los dos primeros en los planes de Scaloni, lo que les hará recuperar valor en el mercado y también debe ayudarlos a reconducir su fútbol a las órdenes de Diego Simeone. También el Sevilla con Montiel, que anotó el penalti final, Acuña y Papu Gómez, éste con menor trascendencia, recibirá a un grupo de argentinos motivados para tratar de cambiar el chip de la entidad de Nervión en esta temporada. Como llegarán felices Pezzella y Guido en el Betis y Rulli y Foyth en el Villarreal. Todos con su medalla de campeones, aunque con escasa participación en el torneo.

También Joao Félix enseñó al mundo del fútbol que debe estar llamado a ser importante en las próximas citas de selecciones con Portugal, ya sea defendiendo los colores del Atlético de Madrid o de otro equipo. Colocado en el mercado, su cotización ha ido al alza en el torneo, pese a que la inesperada eliminación ante Marruecos dejará al combinado luso con la sensación de que había perdido una oportunidad para conseguir algo más grande.

Otra ayuda para el Sevilla debe venir, precisamente, de la selección norteafricana, la gran revelación del torneo. El valor de mercado de Marruecos se ha elevado tras la cita mundialista y cualquier oferta de nivel sería bien recibida en Nervión. Bono, en la pelea de mejor portero hasta casi el final, y En-Nesyri, con ese gol contra Portugal, se erigieron en figuras de los Leones del Atlas, que se plantaron en semifinales tras eliminar, precisamente, a la Selección española.

Los grandes señalados

Esa decepción de La Roja afecta principalmente al Barcelona, donde Luis Enrique eligió hasta a ocho jugadores, con la inclusión final de Balde por el lesionado Gayà. Busquets ya dijo adiós a su periplo como internacional, mientras que Pedri, Gavi, Ferran, Eric, Ansu Fati o el propio Balde al menos acumularán experiencia para futuros torneos, después de una participación muy gris. La ilusión que despertó la goleada ante Costa Rica en el estreno se quedó frenada hasta caer en la gran decepción que supuso la eliminación ante Marruecos.

Tampoco el resto de españoles guardará un gran recuerdo de Catar. Asensio comenzó ilusionando pero se apagó como el resto y de Carvajal casi que no hubo noticias. Morata cumplió sin más, pero Koke y Marcos Llorente estuvieron por debajo de lo esperado. Unai Simón y Nico Williams dejaron detalles pero cayeron en la misma depresión que el resto, mientras que Pau Torres y Yéremy apenas sudaron la camiseta.

Hasta 17 representantes acumulaba el Barcelona, de los que apenas Memphis Depay salió reforzado de Catar, después de que Dembélé y Kounde acabaran con depresión. Especialmente negativa fue la participación del extremo en la final, con un inocente penaltis sobre Di María y marchándose a los vestuarios antes de acabar el primer tiempo. Tampoco fue el mejor encuentro del lateral diestro, que sufrió al 'Fideo' y luego no aportó en ataque como en otras ocasiones.

Tampoco Tchouaméni y Camavinga guardarán buen recuerdo del Mundial. El primero sí había cuajado un buen torneo hasta la final, pero ese penalti que lanzó fuera seguro que le persigue más de una noche. El zurdo, sin demasiado protagonismo, entró de improvisado lateral izquierdo en la recta final del partido y colaboró para la mejoría gala, aunque de manera insuficiente para obtener ese título tan deseado. Y qué decir de Benzema, flamante de Balón de Oro y que salió de la concentración de Francia por la puerta de atrás tras sufrir un nuevo revés en forma de lesión.

Sus compañeros brasileños tampoco salieron mejor parados. Vinicius, Rodrygo y Militao por parte madridista, y Raphinha en el lado azulgrana, bailaban y bailaban hasta ese cruce con Croacia que se dinamitó en la prórroga y acabó en los penaltis. En el día clave ninguno de ellos tuvo su mejor día, lo que empañó un Mundial que los pareció elevar hasta esos cuartos de final que los envió de vuelta a casa. Tiempos para resetear y cambiar de seleccionador en la 'canarinha', donde todos ellos aún tienen futuro por delante.

Los desapercibidos

El fracaso de Alemania, eliminada en la primera fase, dejó en residual la participación de Rüdiger, como también la de Fede Valverde con Uruguay o De Jong con Países Bajos. Ninguno salió especialmente dañado de Catar, pero tampoco reafirmaron en esa cita de máximo nivel ese paso adelante que sí esperan en sus equipos. También pasó casi desapercibido Robert Lewandowski, que al menos se estrenó como goleador en un Mundial, pero tampoco Polonia estaba llamada a ocupar portadas.

Ni Iñaki Williams con Ghana o Take Kubo con Japón despertaron gran atención, cuando son jugadores con potencial para haber tenido más presencia en el Mundial y que tendrán que aguardar a futuras citas. Catar ya es historia y ahora será el turno de dejar atrás las decepciones y fracasos para competir en LaLiga.