FÚTBOL FEMENINO

Las transformaciones que han traído el #SeAcabó y el 'Caso Rubiales': "Todo lo que haga Jenni Hermoso desde ese día no va a ser lo mismo"

Alba Adá Lameiras, doctora en periodismo, habla en Relevo sobre la investigación que realizó tras lo sucedido tras el Mundial.

Las jugadoras del Atlético de Madrid, en apoyo a Jenni Hermoso. /EFE
Las jugadoras del Atlético de Madrid, en apoyo a Jenni Hermoso. EFE
Nagore Domínguez

Nagore Domínguez

Ha pasado poco más de un año desde que la Selección femenina de fútbol de España se proclamó campeona del Mundo en Sídney y más de un año en el que la mayor parte de la sociedad se volcó con Jenni Hermoso y el movimiento #SeAcabó que tantas conciencias removió y que hoy en día todavía sigue pasándole factura, también de manera negativa, a la delantera de Tigres. Este domingo, fue la propia Jenni quien hizo público un mensaje que recibió en su cuenta de Instagram, en la que un hombre descargaba su odio hacia ella en un audio en el que soltaba burradas como "a mi un calvo de esos me da un beso y yo que soy un tío me vuelvo gay, nada más para que me entierre en dinero".

Un año de cambios, de subidas y bajadas en las que la Selección siguió cosechando victorias y títulos, tanto en lo deportivo como fuera del campo. La respuesta de la gente, de los seguidores habituales del fútbol femenino y del mundo del fútbol en general fue un foco de análisis para personas como Alba Adá Lameiras, periodista y doctora en la materia, participó en una investigación -en colaboración entre la Universidad de Vigo y la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid- sobre el cambio en el discurso digital hacia las deportistas.

"Quisimos ver esa percepción que teníamos nosotros como usuarios de redes y que comparten contenido del mundo deportivo, si realmente los datos mostraban la percepción que teníamos. Muchas veces la percepción es una y luego analizas y ves los datos, es otra", comienza explicando Alba en una charla en Relevo. Y fue así. Aunque los comentarios negativos cayeran con más fuerza e hicieran más ruido, mediante la investigación quedó demostrado que el porcentaje de comentarios positivos era "bastante mayor" que los negativos. "Pero el tono no tiene nada que ver", advierte la periodista.

¿Qué les lleva a hacer la investigación?

Entendimos que había un cambio en el discurso. Somos personas expertas en toda la comunicación digital, sobre todo con perspectiva de género dentro del mundo del deporte. Nos dimos cuenta de que fue un movimiento que tuvo una gran visibilidad y una gran repercusión a nivel mundial y quisimos ver esa percepción que teníamos nosotros como usuarios de redes y que comparten contenido del mundo deportivo, ver si realmente los datos mostraban la percepción que teníamos. Muchas veces la percepción es una y luego analizas y ves los datos, es otra. Como a nivel de investigación lo único que podemos hacer es mostrar con datos qué es lo que realmente pasa, decidimos meternos en esta investigación, que nos llevó bastante tiempo al principio para tener acceso a todo el contenido de los tweets, pero los resultados han sido innovadores.

¿El Mundial femenino de 2023 separó más que unió?

Creo que la gente que le ha separado el mundial es gente que no era seguidora ni es gente que suma dentro del deporte. Yo creo que unió porque visibilizó una realidad que muchas mujeres llevan muchos años sufriendo. Poderla visibilizar de una manera tan directa en redes sociales donde hay tanta gente joven, ha ayudado a concienciar. No solo a chicas, a muchos chicos en qué cosas han estado siempre en nuestro entorno tradicional para decir 'esto no está bien' y para que las propias mujeres seamos conscientes de realidades que hemos vivido en nuestra vida. Los datos dicen que hubo muchos más comentarios positivos y creo que la gente que dice que el Mundial separó es gente que no va a ser seguidora del fútbol femenino ni de nada. Si a esas personas las hemos perdido por el camino, es gente que ya no sumaba.

Jenni Hermoso durante la celebración con la Copa del Mundo.  REUTERS
Jenni Hermoso durante la celebración con la Copa del Mundo. REUTERS

En la investigación concluyen que la respuesta social se posicionó del lado de la jugadora, pero parece que hace más ruido la parte que no se posicionó de ese lado. ¿Por qué?

El problema que tenemos en las redes sociales es que el odio tiene más visibilidad. A los algoritmos de las redes les encanta el odio, cuando hay comentarios de odio es lo primero que se visibiliza. Seguramente, si tu no sigues a esa persona, y en tu timeline empieza a aparecer contenido, va a aparecer contenido de odio porque lo que quiere generar la red social es una acción. Cuando son contenidos estándar la gente no reacciona. Hemos visto que, evidentemente que el porcentaje de comentarios positivos era bastante mayor que los negativos, pero el tono no tiene nada que ver. Los positivos eran muy neutros, tranquilos, con entusiasmo neutral. Los comentarios de odio eran de un odio muy extremo. Eso se visibiliza mucho y, como el algoritmo premia por desgracia ese odio, son comentarios que hemos visibilizado en gran parte. En general, ha habido muchos más comentarios positivos que negativos.

¿Qué supuso el beso no consentido de Luis Rubiales?

Fue un punto de inflexión, una llamada de atención, una visibilización de realidades que en la sociedad en general hemos vivido y sufrido las mujeres históricamente. Ha sido como un 'basta ya'. Por eso creo que tuvo tanto revuelo o seguimiento el hashtag y los comentarios que se publicaron. La gente está cansada. Está cansada de ver cómo socialmente avanzamos, de ver cómo las mujeres cada vez tenemos más oportunidades a nivel legal o a nivel redactado, pero cuando llegamos a la vida real nos encontramos que no tenemos esa realidad de oportunidades. Supuso para la sociedad española un punto de inflexión de decir 'es una realidad que nos está pasando mucho a nosotras, que lo hemos sufrido muchos años y que ya no lo queremos sufrir' y también para que muchas mujeres, después de seguir el hashtag y de poder analizar, que muchas mujeres se han dado cuenta de situaciones que han vivido a lo largo de su historia. Si no hubiese pasado esto, no hubiesen reflexionado con situaciones incómodas que han vivido. También es importante que ellos también visibilicen que hay realidades que aunque se hayan hecho siempre no están bien porque la otra persona no se siente bien con lo que estamos haciendo. Suena mal decirlo, pero fue una llamada de atención y ha tenido una respuesta positiva a nivel mundial. Como mujer, eso es algo positivo, aunque viene de un acto negativo que hay que condenar, visibilizar y rechazar, por supuesto.

¿Y el #SeAcabó?

Todo movimiento tiene su parte positiva y negativa. La positiva es eso, que ha sido una llamada de atención para la sociedad, pero claro, esto tiene algo negativo y es que re victimiza a la víctima mucho. Jennifer Hermoso ha tenido que leer muchos comentarios muy negativos, ha tenido que ver cómo se le juzgaba cada mirada, cada sonrisa, cada gesto. Es lo que sienten las víctimas. Por eso dentro de la violencia de género, de la violencia sexual, a veces cuesta tanto denunciar porque tenemos miedo a que nos juzguen, a que se cuestione nuestro testimonio. Por tanto, ese movimiento posterior ha sido positivo porque ha removido conciencias, pero para la víctima ha sido negativo porque tener que estar recibiendo comentarios juzgando, que aparezcan vídeos, que se manipule porque ya sabemos cómo son las redes sociales. Todo lo que va a pasar y todo lo que haga Jenni Hermoso desde ese día no va a ser lo mismo, y para ella no es justo. Ella es una jugadora de fútbol profesional que cumplió con su labor profesional. Y todo lo que ha venido después no ha sido justo para ella.

Tras hacer la investigación y ver lo que sucedió, ¿Cómo ha cambiado el discurso social?

Creo que el discurso social lleva años cambiando, para bien y para mal. Hay muchas personas que ya no nos callamos ante ciertas situaciones o comentarios que recibimos en las redes. Pero también ha servido para que muchas personas sigan difundiendo un discurso tradicional, misógino y machista. Dentro del mundo del deporte femenino hemos tenido que leer escuchar muchos comentarios de 'el fútbol femenino no es ni fútbol ni es femenino', ese comentario que es tan neandertal que ni siquiera merece la pena ni repetirlo casi. Como sociedad, el haber avanzado, el no quedarte ahí, el no callarte el decir 'esto no es justo lo que ha pasado', que la jugadora lo diga, que sus compañeras la apoyen y que la sociedad española mayoritariamente lo apoye, porque no es solo lo que dice nuestra investigación, que la hemos hecho en colaboración la Universidad de Vigo y la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, no solo lo que digan los datos que hemos analizado, ha habido otras investigaciones –el CIS hizo una investigación- y se ha visto que mayoritariamente la sociedad apoyaba a la selección española y a todo lo que pasó. Considero que ha sido positivo, pero también ha servido para que otro tipo de discurso misógino siga teniendo eco dentro de una sociedad que considero, que una sociedad avanzada como la española, hemos sido un país pionero en cuanto a igualdad de género, son comentarios que no se deberían permitir en una sociedad como nuestra.

¿Qué papel tuvieron e importancia tuvieron los medios de comunicación?

Como periodista deportiva, tengo dos sentimientos. Creo que ha habido medios que lo trataron muy bien, que no se callaron y no se amedrentaron ante la persona de la que se estaba hablando, que seguramente hayan recibido llamadas de 'esto no lo publiques', pero ha habido muchos medios que se han revictimizado a la víctima. En este país no se sabe hacer un periodismo sin caer en estereotipos de género, que tenga en cuenta la perspectiva de género. Ha habido medios que lo han hecho muy bien, otros han quedado retratados porque lo que les interesaba el morbo, el sensacionalismo. Y como periodistas tenemos una responsabilidad con la sociedad que es la de informar, la de no caer en estereotipos, en prejuicios y la de no intentar que la sociedad piense como yo pienso, porque eso no es periodismo y muchos medios han caído en eso. Tenemos que exponer los datos, los hechos y ante esto que la sociedad saque su propia opinión, porque la sociedad en las redes ya estaba mostrando su opinión. ¿Qué pasa con los medios? Que en muchos casos van más lentos que la evolución de la sociedad. Muchas personas hemos visto que nos han enseñado que algunos medios no saben tratar este tipo de informaciones.

Todo lo que pasó después de ganar el Mundial tapó lo que se logró deportivamente. ¿Lo ve como algo positivo o negativo?

Es cierto que a nivel deportivo, el hito fue histórico y creo que ni siquiera somos conscientes de lo que hemos conseguido deportivamente y de dónde veníamos, que es muy importante saberlo para que la hazaña de ser campeonas del mundo tenga mucho más mérito. Ahora que han pasado unos meses y todos hemos podido reflexionar sobre todo, es cierto que el beso no consentido dejó después en un segundo plano el hito deportivo, que no debería ser así. Pero si con el paso del tiempo vemos lo que hemos conseguido avanzar, lo que hemos conseguido cambiar en mentalidades de niños y niñas, de chicos y chicas jóvenes a través de muchos mensajes que se han publicado en las redes sociales, considero que fue algo positivo que no se quedase sólo en ganar un mundial, fue algo más. A muchas personas las hemos perdido por el camino, pero igual eran personas que no iban a estar. Iban a estar porque eres campeona del mundo y todos se llevan las manos a la cabeza. Para mí el Mundial fue un hito histórico, pero si lo junto con el #SeAcabó para mí, como mujer y como periodista y deportista que soy, es algo que bueno, le daría un gran abrazo a Jennifer Hermoso porque imagino que para ella fue un gran calvario pero ha ayudado a abrir las conciencias. Hemos tenido que romper muchas barreras a lo largo de la historia, muchas han tenido que sufrir grandes consecuencias para conseguir grandes avances, y eso creo que es lo que consiguió Jennifer Hermoso con el movimiento #SeAcabó.

¿El fútbol femenino es un ejemplo del papel de la mujer en la sociedad?

El fútbol femenino, las personas que nos hemos dedicado al mundo del fútbol o del fútbol sala femenino en mi caso, hemos luchado tanto desde que decidimos que la pelota era nuestra mejor amiga, que eso ha unido mucho socialmente. Hace que las jugadoras, todas las personas periodistas y que estén dentro de este deporte valoren más muchas cosas que en el fútbol masculino se dan por hechas como una entrevista, la visibilidad, la portada en un medio de comunicación, llenar estadios, cosas que dentro del fútbol masculino se dan por hechas. Cuando las estamos consiguiendo ahora en el fútbol femenino se valoran más, cosas que como sociedad dice mucho porque estamos dando un paso hacia la igualdad. Que una niña vaya por la calle con una camiseta de Alexia, Jennifer, Aitana, Misa… De cualquier jugadora que juegue en la Selección o en cualquier club del mundo, para mí eso es un gran logro. Antes era imposible.

Creo, esto es una opinión más personal, que una sociedad igualitaria y justa es una sociedad en la que el deporte masculino y femenino tienen oportunidades. En la que un niño o una niña puede decidir el deporte que quiera practicar sin que se vea condicionado a comentarios. En este caso el fútbol femenino lo está consiguiendo, porque está consiguiendo que las niñas y los niños quieran vestir esas camisetas. Creo que con el cambio que hizo la selección después de haber sido campeonas del mundo, con todo lo que generó el movimiento #SeAcabó, con todas las personas que se han subido al carro, que se ve en los datos de televisión y en los medios, es un gran hito. Y considero que esas jugadoras tienen mucho más mérito porque los recursos tienen son mínimos.

Porque hasta antes de ayer ni siquiera podían ser profesionales, tenían que entrenar de noche después de jornadas de 8-10 horas, creo que el esfuerzo ha sido mucho más alto que el de sus compañeros. Eso la sociedad tiene que valorarlo y agradecerlo y que aun así sigamos consiguiendo éxitos dentro del deporte femenino, hemos podido verlo en los Juegos Olímpicos y en otros deportes, es muy importante para la sociedad.