El caso Luis Rioja saca los colores a las fechas del mercado

El Valencia ha anunciado de manera oficial el fichaje de Luis Rioja y puede propiciar una de las grandes paradojas de este mercado: el extremo, que ya jugó 23' con el Alavés en Balaídos en la primera jornada, viajará a Vigo en la segunda vestido de che. Es decir, que el Celta puede enfrentarse dos veces en apenas siete días a un mismo jugador... en diferentes equipos. Son las consecuencias de que el mercado se cierre después de que arranque la competición (los fichajes se terminarán el 30 de agosto) y el último ejemplo que saca los colores a las fechas de la ventana estival de traspasos.

Las voces de entrenadores que lamentan esta problemática van en aumento. Julián Calero, técnico del Levante, ha sido uno de los más vehementes: "No sabemos con cuántos jugadores podemos contar. Es penoso. Todo tiene que ver con el orden de la burocracia; los mercados deben finalizar antes del inicio de la Liga para poder agilizar". Borja Jiménez, del Leganés, añadió que los primeros cuatro partidos "no tienen mucho sentido" para él.

"Las plantillas se encuentran a medio construir. Se desvirtúa un poco la competición, pero es el calendario que tenemos. Vemos futbolistas que están en un equipo y mañana en otro", lamentó. Sus palabras anticiparon casos como el de Rioja, que ha firmado por tres temporadas con los valencianistas y llega en plena forma para aportar desde ya a las órdenes de Baraja.

El andaluz no será el último en protagonizar algo así. Sin ir más lejos, el propio Pipo también alzó la voz para protestar: "A mí me gustaría que la Liga empezara cuando el mercado se ha cerrado, sería lo suyo. Esto siempre es complicado, porque hay jugadores que pueden salir o venir y resulta un poco extraño cuando la competición ya ha arrancado. Tenemos que adaptarnos".

Ahora, el preparador del Valencia puede beneficiarse de este factor, de momento sin solución a la vista. Aunque parece poco probable que el atacante debute con los che sin haber realizado ni un solo entrenamiento con el grupo, tampoco se descarta que, si el encuentro se tuerce, desde el banquillo se eche mano de una pieza que debe ser diferencial y por la que Peter Lim ha autorizado a pagar 1,3 millones de euros.

Por otro lado, el movimiento de Rioja, adelantado por Relevo, se ha dado después de que el zurdo haya estado todo el verano esperando a los de Mestalla y el club, tras un intento con cantidades que no gustaron al jugador, le prometiese que en cuanto pudiera se lanzaría a por su incorporación. Ambos se dieron la palabra y ambos han cumplido.